DEL 10 AL 15
°Capitulo 11°
La cena de bienvenida para la señora
Bahar había pasado con bastante normalidad entre los presentes.
El único que no estubo presente fue el
señor Andre que contacto a el señor Hazad minutos antes para informarle que no
podría llegar a quedarse, después de eso el señor Hazad había estado ansioso
tanto así que se levantó la mitad de la cena y se retiró.
El joven Kemal también dijo querer hablar
conmigo así que ahora me disponía a caminar hacia el jardín trasero para
escucharle.
Mientras más me alejaba apreté más mi
abrigo sobre mi cuerpo, el frío de la noche era soportable pero por el bebé no
podía ser tan descuidado.
Una silueta me llamo la atención en la
dirección donde se supone vería al joven Kemal así que me acerque.
— ¿Señor Hazad?— este estaba de espaldas
mirando a la nada.
— ¿Está bien?— podía notar su mandíbula
firme sobre sus hombros hasta que giro un poco lo suficiente para verme.
— ¿Eve que hace aquí? — trate de explicar
el motivo de mi salida.
— Bueno el joven...— se giró completamente
para mirarme.
— Olvídalo, solo... Vete no quiero
verte... lo siento.— Su expresión cambio a una más ruda y por ende su lenguaje
fue más fuerte.
Le mire sin entender por unos momentos
pero asenti cuando se alejo antes de que yo pudiera hacerlo.
Me quedé un momento observando como
entraba de nuevo a la mansión y se perdía tras las paredes.
— Disculpa haberte hecho salir a esta
hora Angel.
El joven Kemal aparecio tras de mi con
una sonrisa radiante.
— Descuide joven Kemal, ¿Necesitaba
decirme algo?— tras la luz de la luna sus ojos parecían brillar en la
oscuridad.
— Bueno me preguntaba si estás ocupado
mañana.
Sus palabras me desestabilizaron un
momento.
— No, porque lo pregunta ¿necesita que
haga algo?— rio en voz baja.
— De hecho si. Escuché a mi tía hablar de
que estaban buscando a una hermana tuya ¿no es así?— mis ojos se abrieron y
asentí rápidamente.
— Pues mi tía me mostró la dirección y
creo que conozco dónde queda ese lugar.
Mis ojos se volvieron brillantes un
momento.
— ¿En verdad? ¿Cree que pueda llevarme? —
el sonrío de nuevo y murmuro un "por supuesto" antes que mis manos
fueran más rápidas y tomarán las suyas en agradecimiento.
— Pero... ¿Cómo? ¿Usted no vivía en
Londres?— pregunté ante las dudas en mi cabeza.
— En Londres estoy terminando mi
universidad, viví aquí y crecí aquí antes de irme. — definitivamente nunca
terminas de conocer a una persona pensé.
El joven Kemal rio ante mi entusiasmo y
me prometió llevarme con mi hermana en la mañana a lo que le agradecí un par de
veces más hasta que me acompaño a la habitación.
— ¿Entonces nos vemos mañana?— el joven
Kemal suspiro a lo que yo sonreí.
— Está bien, muchas gracias de nuevo.— la
señora Bahar que pasaba por el pasillo a su habitación nos miro antes de
ingresar a la suya.
— No te preocupes por mi madre, tienes
que conocerla mejor.
— Eso creo.
A la mañana siguiente me prepare y me
encontré con el joven Kemal a la hora del desayuno para ir por mi hermana.
La señora Jadar y su hermana quienes
estaban hablando cómodamente en la sala de estar aceptaron que el joven Kemal
me llevará en su auto, mientras que el señor Hazad había desaparecido desde muy
temprano según la señora Jadar seguramente a encontrarse con su esposo.
Era mejor que no nos cruzaramos, no tenía
muy claro que había hecho mal, pero no quería incomodar a nadie con mi
presencia y sería mejor guardar las distancias.
— Lamento escuchar eso.— Susurré ante las
palabras del joven Kemal.
— No te preocupes, mi padre y yo nunca
tuvimos una buena conexión, cuando surgió el divorcio de mis padres y debía
pasar tiempo con el, siempre me dejaba solo. Por ello me escapaba y así fue
como conocí ese lugar.
El joven Kemal hablo, su vista fija en el
camino.
Según el, mi hermana estaba en la casa de
resguardo, dónde se brinda ayuda a personas que no tienen donde vivir.
— Mi padre y yo tampoco tuvimos una buena
relación por eso lo comprendo mejor.
Las palabras escapaban de mi boca sin que
pudiera detenerlas.
— Bueno, al parecer somos más parecidos
de lo que creía.
Su mano se movió sobre el volante y antes
de ajustarse sobre la mía un segundo.
Gracias a Izma pude encontrar el paradero
de Andre, desde la última vez la noche anterior cuando dijo "no me
busques" supe que algo estaba mal. Pero no tenía idea de que estaba
pasando.
Se supone que las cosas entre los dos
estaban bien, pero de un momento a otro el había tomado distancia de esta
manera y dolía.
— ¡Maldita sea!— golpee el volante en
frustración, era la décima llamada que le hacía pero no me contestaba, debía
saber que estaba pasando.
Con pasos firmes me adelante sobre la
puerta y toque hasta que la expresión enfadada de Izma fue todo lo que pude
ver.
— Solo hago esto porque me preocupa el
bienestar de Andre nada más.
Izma se hizo a un lado y pase entre los
muebles buscando señales de Andre hasta que pude encontrar la habitación que me
había señalado.
— ¡Andre! ¡Sal ahora mismo! — toque sobre
la puerta con movimientos bruscos esperando su respuesta.
— ¿Que diablos haces tú aquí? ¿Acaso no
fui claro en qué no quiero verte?— podía sentir sus lágrimas desde el otro lado
y mi corazón se estremeció.
— Por favor hablemos, ¿Que ha pasado?
¿Que hice mal? amor sea lo que sea que hice mal perdóname.
Trate de hablar calmado pero simplemente
no podía, una desesperación se instalo en mi pecho y no saldría fácilmente.
Unos minutos que parecían una eternidad
fueron lo único que se podía percibir del otro lado.
La puerta se abrió por fin del otro lado
y un Andre hecho furia con lágrimas corriendo por su rostro fueron suficientes
para decirme que algo no está bien y probablemente yo era el culpable.
— Por supuesto, te voy a decir que
hiciste mal. Vamos con tu madre en este momento, antes de que pierda la
cabeza.....— no entendia el sentido de sus palabras en todo esto hasta que
nombró a mi madre.
¿Porque últimamente los problemas a
nuestro alrededor llevaban el nombre de mi madre en ellos?
Por supuesto que debía de haber una
explicación y ella tendría que darla justo ahora.
°Capitulo 12°
El rostro de Andre bañado
en lágrimas seguia siendo el motivo de la molestia que ahora sentía contra mi
madre.
No entiendo cómo ella siempre ha
utilizado métodos para sus chantajes que involucren a otras personas cercanas a
las que amo.
— No entiendo que está pasando pero lo
solucionaremos, te lo prometo.— tome su mano entre la mía y la besé mirándole
rápidamente.
— No quiero soluciones que no arreglaran
nada, solo quiero respuestas.— Andre susurro entre sollozos.
— Perdoname.
— No tengo nada que perdonarte. Perdóname
tu a mi porque yo te orille a esto. Tu no querias hacer está locura pero
aceptaste por mi. Debí haberte escuchado.— la voz de Andre era tenue.
— Sabes que si. No hubiéramos tenido que
recurrir a esto de no ser por mi culpa.
— Tienes razón.— se quedó en silencio un
momento. — Es tu culpa... De no ser por eso ahora tendría a mi bebé en mis
brazos.— de nuevo pauso.— Siempre será tu culpa.
Suspiré ante sus palabras que siempre me
dolerían toda la vida.
No había como disculparme, por eso trataba de ser mejor esposo cada día y
tratar de aminorar su dolor aunque fuera poco, pero ambos sabíamos que eso era
un recuerdo que llevaríamos como cadenas sobre nuestros hombros y no nos
dejaría avanzar más.
Muchas veces he pensado si Andre estaría
mejor sin mi a su lado.
Dejarle libre sería renunciar a esos años de matrimonio que fueron maravillosos
antes de que llegaran tantos problemas a nuestra vida.
Se supone que el matrimonio siempre
tendrá obstáculos que superar, así es como se demuestra si la vida en pareja
realmente es la elección correcta.
Pero ¿Cuando los problemas sobrepasan y
no se encuentra una solución?
No quiero dejarle a un lado como si
nuestra historia nunca hubiera valido la pena porque aún le amo demasiado, no
puedo pensar en una vida sin Andre a mi lado. Incluso he sido testigo de como
la rutina entro a nuestra vida y he intentado cambiar eso, aún con el
sentimiento de que nuestros mejores años se escurren entre nuestros dedos.
Pero si en algún momento Andre quiere
separarse de mi lo voy a entender y respetare su decisión, mi prioridad siempre
será su felicidad.
Aunque no sea a mi lado.
Había llegado a la mansión y no dudamos
un segundo en entrar en busca de mi madre.
—¡Mama! ¡¿Dónde estás?!— pase por la
puerta principal hasta que está salió de la sala principal.
— ¿Hijo querido que ha pasado?— mi madre
intento acercarse pero al ver la expresión de Andre retrocedió.
— ¿Andre querido que está pasando?— antes
de que pudiera decir algo más Andre hablo.
— ¡Le diré lo que está pasando! ¡Usted me
ha mentido todo este tiempo! ¡¿Porque me oculto que para mí es imposible tener
hijos?!— con voz rota Andre hablo mientras mi madre le miraba sin decir nada.
— ¡Si yo no puedo tener hijos, ¿De quién
es ese bebé que lleva ese chico en su vientre?!— miraba a mi madre que
incorporo sobre su puesto.
El enojo se dreno entre mi cuerpo ¿Acaso
era una broma? Me acerque a mi madre pero la mano de Andre me detuvo.
— ¿Quien te ha dicho tal semejante
mentira querido?— Andre y yo nos inmutamos sin poder creerlo.
— ¡No importa quien lo hizo! ¡He
descubierto su mentira y es lo único que importa!— el rostro de mi madre era
tranquilo a pesar de que el tono de Andre era alto.
— Pensé que no sería necesario. — saco un
sobre blanco de su abrigo. — Aquí tienes los resultados de los exámenes hechos
en tu cuerpo, dónde se muestra claramente que no hay nada mal contigo querido
al principio si hubo dudas pero no era correcto. El doctor Cemal es el mejor de
la ciudad y siempre ha sido nuestro doctor porque nunca se equivoca.
Con una expresión neutral me adelante y
tome el sobre para leerlo.
Luego se lo pase a Andre que aún seguía
sin poder creerlo.
Los minutos parecieron eternos entre los
presentes, yo seguía viendo a mi madre como seguía firme en su expresión
tranquila.
— Está bien. — Andre hablo de nuevo. —
siento haber dudado de usted suegra.
Su voz sonó más tranquila pero algo en su
mirada no me convenció del todo.
— no te preocupes querido. — mamá
suspiro.— solo olvidemos todo esto.
Mi madre abrazo a Andre a lo que el le
correspondió.
Tendríamos que hablar después de todo esto.
— Que bueno que están aquí. Eve y Kemal
están en el hospital.
La mire confundido.
— ¿Como? ¿El bebé está bien?— Andre hablo
volviendo a ser el mismo de siempre.
— Ellos están bien, es solo que
encontraron a la hermana de Eve y está en el hospital hiba a pedirle al chófer
que me llevará.
Un recuerdo rápido paso por mi mente y
recordé las palabras que había dicho sin querer a Eve.
— No se preocupe suegra vamos todos.
Volví mirar a Andre que había cambiado
radicalmente su expresión a lo que mi madre sonrío y asintió.
Una vez en el hospital una enfermera nos
llevo hasta los demas.
— ¡Eve! Oh muchacho ¿como está tu
hermana?— mi madre se adelantó y fue hasta donde está Eve sin rastros de Kemal
por algún lado.
— Está bien señora Jadar, gracias por
venir. Ahora mismo tuvieron que hacerle una transferencia de sangre.
Eve nos miro por un momento y saludo
tímidamente.
— Pero ven hijo, ¿cuéntame cómo la
encontraron? — mi madre se hizo a un lado de este.
— Las señoras de una casa hogar habían
cuidado de ella todo este tiempo, pero tenía heridas muy graves qué aun no
habían sanado y por ello enfermó, necesitaba una transferencia de sangre.
Gracias al joven Kemal pude traerla a el hospital.
Eve sonrío a lo que mi madre se apoyo
sobre su brazo.
— Ya veo, no te preocupes por nada.
Nosotros pagaremos lo que sea necesario.
Eve nego lentamente — Gracias señora
Jadar, no es necesario el joven Kemal acepto prestarme algo de dinero a lo que
puedo volver a trabajar.
— Mi hermoso sobrino siempre tan atento.
— ¡Joven Kemal!— Eve miro sobre el hombro
de mi madre y todos los presentes seguimos su mirada.
Kemal venía hacia nosotros solo con su
camisa y una venda sobre su brazo.
En menos de un segundo Eve se aparto y
corrió a su encuentro.
— ¿Cómo está joven Kemal? — este sonrío y
tomo de su brazo.
— estoy bien angel no te preocupes, solo
me duele un poco el brazo pero eso es todo.
Un sentimiento de incomodidad se instalo
en mi estómago cuando Eve se apoyó sobre este y le abrazó con fuerza, a lo que
Kemal correspondió a su abrazó sin decir palabra.
Mi mano sobre la cintura de Andre tembló.
— No tengo como pagarle joven Kemal,
gracias por tanto.— Eve sonrío y volvió a abrazarle.
Sentía como mis feromonas saldrían en
cualquier momento en forma de rechazó. Debía salir de aquí.
— Ya te lo dije ángel, solo con tu
amistad me basta.
Su mano se poso sobre el mentón de Eve.
Definitivamente debía mantener las
distancias.
°Capitulo 13°
Los brazos del joven Kemal eran fuertes y
cálidos.
Habían estado sobre mi cuerpo desde que
habíamos llegado con mi hermana para la transferencia de sangre.
Esperaba que se hubiera enojado cuando le
dije que el y yo no podíamos estar juntos como el esperaba pero lo acepto de
igual manera y me prometió su amistad.
Desde que ví a mi hermana todos los
sentimientos se volvieron acogedores y esperaba que despertara pronto para
poderle abrazar de nuevo.
La familia Jadar se había retirado y era
algo que agradecía internamente era incómodo el estar todos juntos.
Lo único que ahora me preocupaba eran las
palabras del doctor en cuanto el bebe, es cierto que desde que llegamos había
sentido algo de malestar pero no había prestado la atención suficiente hasta
que el joven Kemal se fue con las enfermeras y pude hablar con el doctor.
El bebé presentaba congestión ya que
aunque está creciendo bien, es muy débil, mi cuerpo por si solo no es tan
fuerte físicamente y muchas veces descuide mi salud por el trabajo, eso me
preocupaba de cierta manera.
Pero el era fuerte, lo sentía cada vez
que le hablaba y me respondía.
Cómo si me entendiera de alguna manera.
El doctor me recomendó estar más tiempo
en cama y no tener altibajos emocionales tan rudos, a lo que yo le dije que no
se preocupara haría todo lo posible por qué el bebé estuviera lo más sano
posible.
— Angel ya te dije que no es nada. Fue
una coincidencia que tu hermana y yo tuviéramos el mismo tipo de sangre.
Sonreí y me apoye sobre su cuerpo.
— Pero si insistes, ¿Que tal un beso? —
rei ante su propuesta antes de que mis piernas flaquearan.
— Angel ¿estás bien?— los brazos del
joven Kemal me ayudaron a sostener.
— Estoy bien fue solo un resbalón.
— No estás bien estás pálido. Llamaré a
un médico.— antes de que pudiera decir algo lo tome del brazo.
— Estoy bien, enserio. Solo necesito
comer algo.— este me miró preocupado.
— Voy a traerte algo.— se alejo por el
pasillo sin que pudiera detenerle.
Visualize un gran asiento del otro lado y
me respalde sobre este.
Pronto la presencia de otra persona me saco de mis pensamientos.
Le mire un momento. Era otro Omega por lo
que podía intuir, este tenía un embarazo bastante avanzado, su estómago estaba
tres veces más grande al mío.
¿Así me vería en poco tiempo?
— ¿Oye te sientes bien?— el chico a mi
lado hablo probablemente sintiendo la inestabilidad en mis feromonas.
— ¿Estás embarazado?— pregunto en voz
alta antes de que pudiera decir algo.
— ¿Como... Lo supiste?— Susurré haciendo
ejercicios de respiración ante el sudor frío que sentía recorrer mi cuerpo
entero.
— Es bastante obvio para otro Omega en tu
misma condición. ¿Cuántas veces te ha pasado esto en el día?— trate de prestar
atención a sus palabras.
— Probablemente dos veces.
El chico me miró asombrado y nego
rápidamente.
— ¿Y estás tan calmado? ¿Dónde está tu
alfa? No puede ser tan irresponsable.
El chico casi grito con enojo a lo que yo
no supe comprender.
— ¿esto.... Es malo para el bebé?— trate
obtener más información.
— Que si lo es. ¿Eres padre primerizo
verdad? Escuchá, tengo tres hijos en casa y con seguridad te puedo decir que
esto es muy malo para el bebé.
No pude evitar asustarme ante sus
palabras.
— Me paso con el segundo, lo que
necesitas es a tu alfa. Esto pasa porque han pasado demasiado tiempo alejados y
el bebé necesita sentir la presencia de su padre.— mis ojos se sentian
lagrimear entre cada oración.
— ¿Puedo?— el chico señalo mi vientre y
asentí.
Su mano se poso sobre la ropa y me sentí
menos tenso.
— Está intranquilo, ¿Tu hijo es de un
alfa dominante? Será mejor que hables con su padre de prisa y trabajen en esto
si no quieren perder el bebé.— en este momento lágrimas amargas corrían por mi
rostro.
¿Como podía hacer algo así?
— ¿No hay otra solución?— busque entre
palabras.
— No una que yo conozca, si están
separados búscale y pídele ayuda, así sea solo por esta vez. No lo hagan por
ustedes. Haganlo por el bebé.— su mano se aparto de mi estómago y ahora estaba
sobre mi hombro.
— ¿Que debemos...hacer exactamente?—
pregunté antes de que se marchará.
— Solo pasar tiempo juntos es suficiente,
te dejare este folleto con algunas cosas que pueden hacer.
Saco de su bolso un papel color morado y
me lo entrego, con las pocas fuerzas que sentían lo doble y lo metí entre mi
abrigo, el joven Kemal no podría enterarse de esto.
— ¿Tu alfa es ese que viene hacia aquí?—
señalo en dirección contraria antes de levantarse y vi al joven Kemal acercarse
con cosas entre sus manos.
Pronto el Omega se sobresalto ante el
joven Kemal.
— ¡Oye tú! ¡Eres un irresponsable! ¿Cómo
puedes dejar a tu Omega en ese estado?, ¿no ves que es peligroso?— el Omega le
reclamaba a la expresión confundida del joven Kemal.
— Gracias, por su ayuda es usted muy
amable.
Logré interrumpir al Omega y lo mire
atentamente.
A lo que pareció entender y miro una
última vez al joven Kemal antes de retirarse.
— Cuídate mucho.
Susurro el Omega y desapareció tras el
pasillo.
— ustedes... ¿Se conocen o algo así?— el
joven Kemal se sentó a mi lado y me tendió una de las cosas que sostenía al
parecer un tipo de galletas.
Las tomé y abrí para ponerlas en mi boca,
eran demasiado dulces pero parecían ayudar a mi ansiedad.
— lo siento joven, nos acabamos de
conocer, pero fue muy amable.
El pareció no entender demasiado pero
asintió no queriendo preguntar más.
— Joven Kemal.
Este volvió a mirarme.
— ¿podría pedirle un favor?
— el que tú quieras angel.— murmuro y se
acercó más a mi.
— Podría, ugh ¿darme un poco de sus
feromonas?— hablé bajo esperando que no escuchará ante la vergüenza
invadiendome.
— Claro, pero no somos pareja. ¿Estaría
bien?— hablo en tono tranquilo y me sorprendió un poco.
— Si, es solo que quizás me ayude a
calmarme.
El se reclino no muy convencido.
— mejor olvídelo, últimamente digo cosas
raras.— lo detuve pero este nego.
— Está bien.
Sus ojos fijos sobre mi rostro sonrieron,
luego de ello empezó a comer y liberar feromonas a mi lado.
Estás eran reconfortantes y me hicieron
recuperarme un poco pero enseguida los movimientos pequeños del bebé me
alertaron.
Se movía más de lo habitual y la
sensación de escalofríos se disparo por mi estómago.
— Gracias joven Kemal.— lo tome del brazo
para que se detuviera. Esto no estaba funcionando para nada.
— No te preocupes angel.
Su expresión seguia igual que siempre y
suspiré rogando para que el no notará lo extraño en todo esto y comenzará a
preguntar.
¿Que debía hacer ahora? Me recoste sobre
el asiento y toque mi estómago que se había detenido.
Tratando de ser lo más natural posible.
°Capitulo 14°
Luego de la tarde el doctor reviso una
vez mas a mi hermana antes de salir y decirnos que ella debía quedarse en
observación.
Sugerí quedarme y pasar la noche junto a
ella pero el joven Kemal me insistió que era mejor ir a casa.
No quería volver a mansión por el momento pero recordé los dolores que había
sentido hoy y acepte finalmente.
— Tu semblante ha cambiado, veo que estás
mejor.
El joven Kemal soltó de repente mientras
conducía.
— le dije que no era nada joven, muchas
gracias por todo esto. Siento que no lo merezco.
Su semblante se puso serio un momento.
— No digas eso angel, mereces eso y más.
Solo es una pena que tenga que volver pronto a lo londres.— una mueca de
inconformidad paso por su rostro.
— ¿No se quedará?— pregunté a lo que
nego.
— Solo vengo a visitar la familia en
mayor parte, tengo que volver para inicio de período en la universidad.
Sonrío, a lo que no pude evitar pensar
que sin duda era una persona con privilegios. Me hubiera encantado desempeñarme
en una carrera y haber estudiado. Pero nuestra situación económica nunca fue
suficiente y todo el dinero que ganabamos se desaparecía tras las deudas.
Pero aún no perdía la esperanza, de hecho
cuando todo esto terminará pensaba ahorrar lo suficiente y entrar a la
universidad.
— Le deseó mucha suerte en eso.— murmure
y me miró sonriente.
— Gracias mi bello angel.
Una vez llegamos a la mansión Jadar el
ambiente tenso había desaparecido.
La señora Bahar y la señora Jadar reían entre si hasta que vieron nuestra
llegada.
— ¿Que dijo el doctor Eve?— la señora
Jadar se levantó.
— Ella tendrá que quedarse en observación
por esta noche, seguramente mañana despertara.— el joven Kemal me abrazo por
detrás.
— Esas son noticias alentadoras, pero
vamos que debes de estar cansado ve a recostarte.
Agradecí internamente por sus palabras,
aún no terminaba el día pero me sentía agotado.
Asentí y me apoye sobre la escalera rumbo
a mi habitación.
Prefería no ver a alguien más hasta el
momento de la cena, sería lo mejor hasta que pudiera pensar en una solución.
Cuando deje el abrigo sobre la cama
recordé el folleto que me entregó el Omega en el hospital y lo saqué para
observarlo.
Aquel papel describía perfectamente las
cosas que se podían hacer para reforzar el crecimiento sano del bebé, cada
parte que leía se me hacía imposible de realizar.
Algunas eran más íntimas que otras y no
podía pensar en pedirle a una persona casada hacer algo así.
La última fue la más razonable para mí
gusto, solo era recibir feromonas por cierto tiempo, pero aún así no me
imaginaba pasando tiempo con el señor Hazad solo para algo como esto.
Tome mi vientre y pensaba si realmente
todo esto valdría la pena, luego un sentimiento que me alentaba a hacerlo
surgió.
— Perdoname por no saber cuidarte, creo
que realmente no sé nada sobre ti.
Pasaba mi mano con movimientos suaves y
constantes.
Alguien pensaría que estaba delirando si le decía que era como si el bebé
pudiera escucharme.
Cómo si estuviéramos conectados de alguna
manera, lo cual era ridículo porque no era mi hijo. Pero podía sentir como me
escuchaba y nos alentabamos el uno al otro.
En un momento me levanté de la cama y
decidí salir en búsqueda del señor Hazad, sería más fácil si el señor Andre
fuera alfa así no necesitaría de las feromonas del señor Hazad.
Era en vano pensar eso ahora, esto era solo por la salud de su hijo.
Camine hasta el despacho del señor Hazad
y toque dos veces la puerta.
Escuché un "pase" antes de
abrir en silencio.
— Señor Hazad.
Cerré la puerta a mis espaldas y este me
miró un instante antes de seguir mirando sus documentos.
— ¿Paso algo con el bebé? — su pregunta
fue directa.
Me acerque hasta su escritorio pero me
detuvo antes de seguir.
— Por favor se rápido, tengo bastantes
cosas pendientes y es mejor que estemos lo más lejos posible mientras todo esto
termina.— mi cuerpo se encogió ante su tono rudo y frío.
— Es... Sobre el bebé. — volví a
incorporarme y le mire mejor.
— el doctor dijo que necesita de sus
feromonas porque no se está desarrollando como debería.— mis palabras eran
igual de firmes a las suyas y levanto la mirada.
— ven aquí.— señalo el asiento a su lado
y retrocedí por instinto.
— Creo que...— volvió a interrumpirme.
— ¿Tiene algún problema?— trague el nudo
en mi garganta y Susurré un "no " antes de empezar a caminar en su
dirección.
Mi cabeza repetia que todo esto era por
el bebé en mi mente tratando de disipar los nervios.
Me recliné sobre el asiento a su lado en
silencio a lo que el no se inmutó y siguió en lo que estaba haciendo, pronto
las feromonas comenzaron a inundar la habitacion.
Una sensación de plenitud que no había
sentido en mucho tiempo lleno mi cuerpo.
Cómo si todo lo que siempre necesite al fin estaba frente a mi, ahora entendía
a lo que se refería el Omega.
El bebé necesitaba de esto porque era como una manta gigante que lo abrigaba y
lo hacía sentir amado.
—Lo siento.— susurre mirando mi vientre,
el nudo en mi garganta se volvía más intenso al pensar que el bebé había estado
sufriendo todo este tiempo por mi culpa.
— ¿Dijo algo?— sus ojos estudiaban mi
rostro con curiosidad.
— No es nada.
Este volvió se volvió y así estuvimos
hasta que el sueño se fue apoderando de mi sistema y sin poder evitarlo me fui
perdiendo en este.
— Si quiere puede recostarse.
No había manera de que pudiera hacer algo
así y menos sobre su cuerpo así que negué y me levanté.
— ¿Cuántas veces debemos hacerlo?— le
observé mientras me alejaba de su espacio y hablé.
— creo que eso sería todo por ahora,
muchas gracias por esto.— camine hasta la puerta y la abrí.
Esperaba que dijera algo pero eso nunca
sucedió por lo que salí sin mirar atrás.
°Capitulo 15°
Los días siguieron pasando, mi hermana
había salido del hospital y ahora vivía conmigo en la mansión gracias a los
señores Jadar.
Estaba muy contento de tenerle a mi lado,
cuando despertó lo primero que hicimos fue abrazarnos por todo el tiempo
perdido. Ese día nos aseguramos de pedir por el estar siempre juntos y ya nunca
más separarnos, aunque debía mantener las razones por la que estaba aquí y el
embarazo en secreto.
Gracias al joven Kemal mi hermana había
recuperado sus fuerzas y sus ánimos de vivir, fue un poco triste el hablar
sobre la muerte de nuestro padre y el que mi papá estuviera en prisión, pero no
perdimos oportunidad y aunque no le podíamos ver todos los días siempre le
enviabamos cartas.
La salud del bebé había mejorado
notablemente aunque solo habían bastado con cuatro días de feromonas al lado
del señor Hazad.
Las cosas en la mansión Jadar habían
cambiado, aunque el señor Andre seguía siendo distante conmigo me alegraba ver
qué su relación con su esposo también había mejorado, salían más amenudo juntos
y muy pocas veces tuve que recurrir al señor Hazad.
El mantener las distancias fue algo que
se había mantenido hasta este momento.
Por otro lado tuve la oportunidad de
convivir más con la señora Bahar, era muy amable pero algo reservada y seria,
hasta que hablaba con su hijo y todo parecía cambiar en ella.
El joven Kemal se había mantenido cerca,
más que todo a Ayse mi hermana quien siempre se pasaba a saludarle cuando se
mantenía cerca.
Al parecer se habían vuelto buenos amigos, algo que me alegraba.
Hoy era la despedida del joven que
volvería a Londres para terminar sus estudios por lo que la señora Jadar
reservo un lugar para hacer una celebración de despedida a la que asistiría la
familia.
— ¡Mira nada más que hermosa te ves
Ayse!— la señora Bahar tomo a mi hermana de su mano y la hizo girar sobre sus
pies.
— Gracias señora Bahar.— ella sonrío y
luego me miró.
— Señora Bahar no tenía que hacer esto,
no es necesario. Yo puedo quedarme.
Ella me miró fulminandome, antes de
acercarse.
— Vas a venir con nosotros también Eve,
así que no quiero excusas mejor ven que pediremos un traje para ti también.— la
mire asombrado.
— No es posible yo así estoy bien, no
tendría como pagarselo.— ella bufo en respuesta.
— Deja de disculparte por todo no te
preocupes, mejor camina vamos a cambiarte y arreglarte
Ella me tomo de la mano y Ayse aplaudió
en alegría saliendo con nosotros.
En la habitación de la señora Bahar
habían muchas cosas, se veían algo costosas pero muy hermosas.
— Bien Ayse puedes esperar en ese
asiento, muy pronto llegarán dos chicas para peinarte y maquillarte a ti
también.— la señora Bahar me hizo sentar en su tocador.
— Creo que el blanco y negro saldría muy
bien para tu piel, ese cabello largo y rojo contrasta con lo que sea. Ahora
entiendo a mi hijo.— susurro para si misma mirándome de arriba abajo antes de
sacar su teléfono y hablarle a unas personas.
Yo solo miraba a Ayse tratando de
comprender lo que ella decia, pero mi hermana solo me sonreía con emoción.
Me acerque por detrás y sostuve a Andre
de la cintura besando su hombro al descubierto.
— Debes parar para que pueda terminar de
cambiarme.— este me empujó y rei.
— Está bien, pero no necesitas nada más
así estás precioso.— Andre giro y se abrazó a mi cuello sonriendo.
— Ayer hablé con esa doctora, ¿Cuando
pensabas decirme que pensaste estar en embarazo?— le abracé antes de que
pudiera alejarse.
— Solo quería estar seguro para poder
decírtelo. Pero ya ves, solo fue una ilusión.
Sus ojos estaban brillantes ante la luz
de la habitación.
— Está bien, pero el señor Andre debe
hablar más con su esposo, ¿siempre juntos recuerdas?— tome su mano donde
reposaba aquel anillo de bodas y le besé mirándole a los ojos.
— Sabes que si. Te amo.
Un beso fugaz cayó sobre mis labios al
que correpondi con una sonrisa.
— Por cierto, mañana saldré con Izma no
puedo ir a la empresa.
Me separé cuando el lo hizo para terminar
de colocarse su traje.
— Quieres que te lleve, puedo decirle...
— me interrumpió antes de continuar.
— No. No es necesario ella quiere que le
acompañe en algunas cosas que quiere comprar no es nada importante ve
tranquilo.— se miró en el gran espejo de la habitación.
Le mire una vez mas antes de que siguiera
hablando.
— Kemal te estaba buscando en la sala del
pool. Deberías ir.— murmuro acercandose y besándome de nuevo.
— está bien. Te espero abajo.
Salí en busca de Kemal que seguramente ya
estaría listo para la celebración.
— Primo, te estaba esperando.— al llegar
Kemal me tendió un taco y una copa de licor.
— Gracias por invitarme primo.— ajuste el
taco ante la mesa que nos separaba.
— Quería invitarte una vez antes de irme,
los voy a extrañar. — murmuro tomando de su copa.
— ¿A nosotros o ese amor que tienes?—
hablé mientras me reclinaba en la mesa y tiraba hacia las esferas.
Estás se dispersaron por toda la mesa
mientras Kemal se preparaba para tirar.
— A todos. Tu sabes que no tengo
oportunidad. El ya me dejó claro que no quiere nada conmigo.
Asentí desinteresado en sus palabras.
— ¿No has pensado que quizás no sea para
ti?— pregunté pero me silencio.
— Si existiera la posibilidad de
quedarme, no me rendiría. Así como no me rindo ante ti primo.
Rei por sus palabras, admiraba su actitud
a pesar de ser tan joven
El juego termino con una victoria
asegurada para mí.
Kemal grito de frustración.
— ¿Es enserio primo?— su rostro asombrado
estaba incrédulo. Solo podía reir ante eso.
— Sabes primo.— tomo lo que quedaba de su
trago. — Nunca puedo evitar pensar. ¿Alguna vez te ganaré en algo?— brindó con
mi copa antes de mirar su reloj.
— Oh que rápido, mamá y mis tíos deben
estar esperando por nosotros vamos. — tomo su abrigo y asentí aún con sus
palabras rondando por mi cabeza de un lado a otro.
Salí detrás de el hacía la puerta
principal y como había hablado antes Kemal, mis padres y la tía estaban
esperando totalmente listos para salir.
— Pensé que tardarían más y no saldríamos
pronto.— tía Bahar tomo su cartera y se apresuró hacia la escalera.
Observé al otro lado donde llegaba Andre
a mi lado.
— ¡Eve, Ayse vamos! — tía grito hacía la
escalera.
La hermana de Eve salió de la oscuridad y
se acercó a nosotros.
— perdón la tardanza. — su rostro estaba
sonrojado pero igualmente se hizo al lado de Kemal quien la abrazo una vez
estuvo a su lado.
El sonido de otros pasos se hicieron
presentes y un Eve en traje apareció tras la escalera.
El silencio reino mientras que su rostro
estaba atento a las miradas de todos nosotros sobre el.
Podía sentir la mirada de Andre sobre mi,
pero no podía apartar la mirada de la persona que bajaba la escalera.
— estas hermoso.— Kemal susurro.— digo,
le queda muy bien ese traje.
El silencio continuo después de esas
palabras hasta que Eve se poso en frente mirandonos.
— ¿Tu sabías de esto?— el agarre de Andre
sobre mi brazo era fuerte.
Comentarios
Publicar un comentario