DEL 25 AL 30

 

°Capitulo 26°


"Yo... Cuando le di esa medicina a Eve.. no tenía la intención de lastimar a nadie más. Solo quería que mi relación con Hazad fue como antes... No creí que esto llegaría tan lejos."

Izma me miró con preocupación.

"Pero.. entendí lo que significo cuando nos vimos en el hospital y escuché los latidos del corazón del bebe."

"El lucho, el peleo por ese bebe... El que yo no dude un minuto en intentar desaparecer."

Izma me miró "puede que te enojes pero yo hubiera hecho lo mismo que el. Salvar la vida de Eve."

"¿Me estas escuchando? Te digo que hubieras visto su cara, el siempre busca la manera de ayudar a los demás pero.. lo dijo así, sin vacilar."

Tomo mi mano."Andre." "Escucha, no es fácil estar en tu lugar, tu ya sabes que El bebé es de Eve. Pero también sabes que sus vidas estaban en peligro por como dices un aborto que provocaste. Pero si realmente te arrepientes deberías hablar y solucionar las cosas."

Me levanté sin decir nada hasta la habitación de mi madre.

"Mama, quisiera que pudieras hablar y decirme. ¿Quien es la persona que más te ama en el mundo?" Me recoste a su lado.

"Siento que ya no me quiero mamá, no merezco ser feliz por lo que ha salido de mis acciones. Pero para cambiar necesito encontrar una razón más fuerte."

Ahora miraba directamente como el hombre que amaba estaba a su lado.

— Creo que no debí venir, me voy.

Salí de la habitación con Hazad siguiendo mis pasos.

Estaba dispuesto a hablar con Eve y decirle la verdad, ahora no estaba tan seguro de hacerlo. Los celos se apoderaron de mi sistema por completo.

— Andre, por favor.— su mano sobre mi brazo.

— Solo.. venía a saber más sobre su salud. Tu madre quiere que hablemos cuando llegues a casa.— me solté de su agarre y salí sin decir más palabras ante su constante insistencia.



Andre salió sin poder hacer nada, de alguna manera esperaba una pelea de su parte, pero nunca llegó así que volví con Eve.

— ¿Está bien el señor Andre?— asentí luego de examinar sus manos.

— ¿Con quién hablabas?— su mirada se fue a su mano.

— Con mi hermana, está algo preocupada, afortunadamente el joven Kemal esta con ella se han vuelto buenos amigos.

— Será mejor que volvamos, cámbiate y te estaré esperando afuera.

La doctora dijo que podría salir ahora mismo sin dejar de tener cuidados y observación con el bebé.

Una llamada me distrajo de mis pensamientos.

— Hijo, ¿dónde estás?— sus palabras eran sorpresivamente llenas de emoción.

— Estoy con Eve, muy pronto estaremos ahí.

No espere una respuesta y colgué al sentir los pasos detrás de mi.

Una vez en el auto el silencio estaba presente alrededor, quería decir algo pero no encontraba las palabras adecuadas. Sentía que si decía una palabra se me escaparía la condición del bebé y eso generaría malestar que no es conveniente en Eve.
Por eso no dije nada hasta llegar a la mansión.

— Hijo, ven Andre y yo queremos hablar contigo.— estaba confundido ante ellos.

— ¿Que pasa?— sus ojos me miraron.

Los demás habían desaparecido y ahora estaban estas dos personas aquí, esperándome como si de una película se tratase.

— Por favor, hablen.

— Tu madre tiene una idea Hazad, es algo que nos ayudará a todos.

— Quien podría contradecirlos a ustedes juntos, los escucho.— me recliné sobre el sofá.

— Ahora que Eve ha sido dado de alta, sería bueno que se quedará una temporada con la madre de Andre.

— ¿Dónde tu madre?— no estaba entendiendo sus planes.

Este asíntio.

— ¿Quien pensó algo así?— mi madre interrumpío.

— Pensamos en lo que es mejor para todos hijo. El chico aún está delicado, no puede tener emociones fuertes lo mejor es que descanse en otro lugar. Si se queda aquí más tiempo la familia empezara a sospechar.

Una tormenta de pensamientos nublaron mi visión.

— No estoy de acuerdo mamá.

— Espera hijo, aún no tomes decisiones apresuradas.— se miraron mutuamente.

— Su hermana también está aquí, ella no sabe la verdad sobre el embarazo y estoy segura que el no está cómodo teniendo a su hermana y no poder decirle la verdad, solo mintiendole.

Me negué.

— No mamá, el lleva nuestro bebé en su vientre. Debemos tenerlo cerca.

Andre intervinio.

— Hazad, podemos estar cerca de el, es la casa de mi madre, Izma también está ahí y podemos ir cada vez que quieras. Además ese hombre está detenido, el no corre peligro.

Suspiré. — No lo sé. Lo pensaré.

— Piénsalo hijo, me voy a ver a tu padre, descansen.

Mi madre se levantó desapareciendo escaleras arriba.

— Es una buena idea.

— Para ti es lo mejor del mundo.— reproché.— pero no estoy conforme con algo así.

Andre se levantó rumbo a la sala de nuestra habitación.

Una copa se levantó frente a mis ojos.

— ¿De nuevo tomando de nuevo? ¿Te das cuenta de cuánto tomas últimamente?— sus ojos lagrimeando me miraron.

— Quisiera que fuera diferente... Quizás solo bebo porque no quiero ver las cosas. Tal vez me cueste mucho decir con sinceridad que es lo que estoy mirando.— tomo otro trago.— tal vez solo de pensarlo me quema el alma.

Una llama dolorsa cubrió mi corazón.

— Todo pasará. Esto se terminará.

— No sabes cuánto miedo tengo de perderte Hazad.— las lágrimas bajaron.

Me acerque y tome su mano para besarla.— Estoy aquí, no tienes que temer. Estoy contigo. Aunque aveces si crea que es necesario sentirlo.

— porque lo dices susurro.

— Porque, te secuestraron... Casi perdemos a nuestro hijo... Eve casi muere por eso.

Soltó mi agarre en un instante.

— ¿Que dije ahora? — camino hasta el otro lado.

— Ya es suficiente Andre.— me aproxime a arrebatarle el vaso.

— ¡Dejame!— se hizo a un lado.

— ¿Que estás haciendo? ¿Que pasa si alguien te ve bebiendo en tu estado?— rio entre lágrimas.

— Diremos que la maternidad me cambio.

Suspiré.

— Tienes razón Andre, has cambiado.

— ¿Yo he cambiado? ¡Mírate!— se acercó.

— ¡Suficiente!— estalle pero enseguida me arrepenti.— me voy.

Tome mi abrigo a pesar de los gritos de Andre atrás.

El sonido de un vidrio rompiéndose en mil pedazos fue estridente en mís oidos, pero no preste atención y subí a mi auto.

Estaba seguro que lo que sonó hace un momento no fue lo único que estaba roto.

°Capitulo 27°

— ¡Hermano que gusto tenerte por aquí de nuevo siéntate! ¡Dime que gustas! Me hubieras llamado antes de venir.— Sihan me tendió su abrazó.

Me senté a su lado.

— Quisiera desaparecer...

— ¿Que?— me miró.

— Como escuchaste, quisiera renunciar a todo y desaparecer.

— No te puedes permitir eso cuando vas a ser padre Hazad. Aunque quieras ¿entendiste? Si lo vas a hacer solo será jugando a las escondidas con tu hijo.

Sonríe a medias — Cierto.

El suspiro.

— ¿Crees que pueda llegar a ser un buen padre?— sus cejas se levantaron.

— ¿Enserio me preguntas eso? Tu que has ayudado a tantos niños para recibir educación, ¿a cuántos niños necesitados les diste un hogar? Siempre haces más de lo que puedes, por supuesto que serás un excelente padre.

— Pero eso es diferente a criar uno propio ¿Lo comprendes Sihan? de eso hablo.— bufo en respuesta.

— Tal vez deberías preguntarle al chico que lleva a tu bebé, ¿Cómo era su nombre...?— el silencio reino un momento.

— Eve.....— Susurré.

— Eve.. no habías sonreído así hasta que mencionaste su nombre, ¿Sabías eso?— murmuro.

— No es cierto.

— Bien, ¿cómo está Andre?— un recuerdo vago paso por mi mente.

— peleamos, todas las mentiras, cada situación lo tienen muy estresado. He hablado con el, mi madre también, hemos hecho todo tratando de entenderle. Pero nada parece funcionar, por otro lado ese chico.. ese chico que lleva al bebé en su vientre, deberías verle como lo protege lo valiente que es y como cuida al bebé.

— Hazad.... Será muy difícil para ti despedirte de ese joven. Para todos, pero sobretodo para ti. Piensalo bien.

Negué— Sihan no es momento para decir algo así.

— Cuando hablas de el te brillan los ojos hermano, te preocupas por encontrar cada cualidad digna de describirlo. ¿Que pasara cuando el pequeño nazca y el tenga que irse?

— ¿Que va a pasar? Nada, mucho menos ahora.

— Solo te digo lo que pienso, tu eres el director de una empresa, yo solo me encargo de financiar un restaurante nada más. Pero se de qué hablo. En este momento solo se están haciendo daño y eso solo deja perdidas.

Puse mi cabeza entre mis manos.

Llame a André antes de entrar por la puerta principal pero no contestó, mi corazón se sintió perdido.

— Hijo, ¿Dónde estabas? Sobre Eve....

— Madre ya tomé una decisión, llevaremos a Eve a la casa de campo.

Ella sonrío por mis palabras.

— De eso quería hablarte, ya hablé con Eve hace un momento y acepto está esperándote.

A pasos rápidos fui hasta el estacionamiento y allí estaba Eve.

— Señor Hazad buen día.

— Buen día Eve, ¿vamos?— Le abrí la puerta del auto.

Subí a su lado y el auto partió con el a mi lado sin decir palabra.

— ¿Hablaste con tu hermana?— el bajo la cabeza.

— Así es, estaba triste por qué había desaparecido sin decirle nada y ahora tenía que irme. Pero estará bien, el joven Kemal me prometió cuidar de ella.

Asentí y seguimos en silencio hasta llegar a la casa de campo.

— Señor Hazad.— Izma abrió la puerta y nos recibió con sonrisa cálida.

— Hola Izma, aquí estamos... ya conoces a Eve, el se quedará contigo un tiempo.

Los dos se saludaron.

— permítanme ofrecerles algo.— tomo nuestros abrigos al pasar.

— Estoy bien así muchas gracias. — Eve dijo a lo que lo seguí.

— Entonces volveré a la cocina, avísenme si necesitan algo.

Sonrío antes de retirarse.

Eve estaba mirando tras la ventana que daba al mar.

— Que hermosa vista tienen aquí.— susurro.

Una sonrisa paso por mi rostro.

— ¿No habías visto mucho el mar en paisajes como estos no es así?— el se sonrojo.

— No señor, no salimos mucho en familia. Mi padre siempre le gritaba a mi papá y le pegaba cuando tenía oportunidad, por eso no salíamos tanto y cuando esto no pasaba el trabajo nos consumía por completo.

Su mirada cayó y volvió a levantarse.

— pero una vez salí con mi papa, tenía cinco años.... Recuerdo que nos quedamos viendo el mar por horas y horas... Esa fue la primera vez que lo vi, aunque luego tuvimos que correr, pronto mi padre llegaría y no tenía oportunidad de quejarme o decirle que me dolían las piernas.... El solo lloraba abrazándome y corriendo conmigo entre sus brazos, yo solo me limitaba a mirar tras sus hombros... Viendo como nos alentabamos del mar y de tan hermosa vista. — sus ojos se sentían perdidos a traves del cristal.

— cuando llegamos a casa le pregunté que era toda esa agua y el contesto.... son lágrimas derramadas por personas con penas del corazón..... Tal vez tenga razón— el silencio se extendió un segundo.

— ¿usted que piensa señor Hazad?

Mi mirada se centro en su rostro.

— ¿Tu has llorado por eso?— fue lo primero que dijo a lo que río.

— por supuesto que no, no se preocupe señor Hazad, la doctora dijo que aveces podía ponerme sensible y llorar pero era por el embarazo.

Me distraje ante su mirada antes de volver a hablar.

— Se que estarás cómodo aquí Eve, no estarás solo Izma está contigo y ella es muy buena persona, se que se volverán amigos.

— Está bien señor Hazad.

— De igual forma yo estaré visitandote a menudo, todos estaremos visitandote. Así que si pasa cualquier cosa no dudes en llamar.

— Gracias señor Hazad.— me dirigí a la puerta a tomar mi abrigo.

— Que este muy buen señor Hazad.— Izma hablo despidiendome.

— Hasta luego.

Mire una última vez a Eve antes de salir buscando mi celular.

Andre no me había contactado en todo el día incluso cuando lo habia llamado muchas veces a su móvil.
Así que llame a mi madre.

— Hijo, ¿estás bien?— una vez en el auto me quedé un segundo observando la vista.

— Si madre, ¿está Andre por ahí?— pregunté.

— No, Andre no ha regresado en todo el día querido, debe estar en la casa de su madre.

Una sensación recorrió mi cuerpo, era claro que no era cierto, había salido de la casa de su madre.

— Gracias madre.





°Capitulo 28°

— Todo estaba delicioso Izma muchas gracias.— una sonrisa apareció.

— Bueno despues de la comida del hospital, todo sabe delicioso.

— No lo digo enserio, de verdad estaba increíble.— se acercó a la mesa.

— Déjame retiro esto...— la detuve.

— Déjame ayudarte.— tome el resto de platos y fuimos a la cocina.

— ¿Los pongo en el lavaplatos?— ella rio.

— Ven déjame hacerlo.

Me retire y ella empezó a hacerlo.

— ¿Puedo ir al jardin de enfrente?— sonrio.

— Por supuesto, puedes ir donde quieras. Lleva un abrigo para que no te resfries.

— Está bien, ya vuelvo.

Salí de la cocina rumbo al jardin.

La noche estaba llena de estrellas que se podían ver a lo lejos, apreté el abrigo sobre mi cuerpo. El puente iluminado era hermoso reflejado sobre el agua.
Quería quedarme observando este paisaje para siempre.

El timbre hizo eco hasta que luego de unos minutos la puerta a mi espalda se abrió.

— Joven Kemal.

Sus ojos estaban fijos sobre mi y su respiración agitada.

— ¿Como estás Eve?— quería preguntar algo más pero me detuve.

— Bien gracias por preguntar, ¿paso algo con mi hermana? ¿Digame que esta bien? — la desesperación estaba sobre mis hombros y las lágrimas empezando a brotar.

— Lo está no llores. Ustedes son muy unidos ¿no es así?— Asentí colocando la mano sobre mi rostro.

— Ella y mi papá son mi vida joven Kemal....

— No te preocupes, te prometí que la cuidaría y lo voy a cumplir.— se acercó a pasos rápidos.

— Lo siento solo estoy un poco... Sensible es todo... La extraño demasiado.

Sus ojos me miraron.

— No soporto verte llorar Eve, quiero borrar toda esa tristeza de tu rostro.

Sus dedos tocaron mi rostro, borrando mis lágrimas.

— Yo...

— Dime Eve, lo que sea lo haría por ti.... Yo venía a decirte que.. — tomo mis manos entre las suyas.

— Esto ha estado en mi mente todo el día y ya no lo soporto Eve yo...

— ¡Eve!— un grito vino desde atrás.

La pesadilla se había hecho realidad frente a mis ojos y el miedo se apoderó de mí sistema por completo.

— ¿Yuzür?— hablé entre dientes.

Mis ojos firmes en el arma que traia en su mano apuntando al joven Kemal directamente.

— ¡¿Eve, este es el padre del hijo que estás esperando?!— el alma abandonó mi cuerpo cuando dijo eso y la cara del joven Kemal se distorsionó.

"Esto es un acuerdo entre nosotros, no puedes decirle a nadie de esto."

¿Qué? ¿Eve de que está hablando este tipo?— ahora tenía los ojos del joven Kemal confundidos en mi mente.

Mi cuerpo estaba paralizado por completo al igual que mi boca que parecía no querer decir palabra.

— ¡Alejate de mi Eve! ¡Alejate de el!— el arma seguía apuntando sobre el joven Kemal y no parecía moverse.

— Dime si este es el padre del bebé que llevas en tu vientre.

Las lágrimas salieron de mis ojos con fuerza, el joven estaba firme a mi lado.

Había roto una promesa, seguramente el joven Kemal....

— ¡Yuzür!— ¿Es el señor Hazad? ¿Imposible, como?

Todos miramos el abrigo negro sobre el traje del señor Hazad.

— ¡Atrás!— Enfatizó Yuzür al ver al señor Hazad acercarse lentamente.

Había demasiadas personas en este momento, todas corriendo el mismo peligro.

— ¡El no es!— el señor Hazad hablo fuerte.

— ¿No estás mientiendome? ¡Solo quieres proteger a este imbécil!— Yuzür grito ahora apuntandole al Señor Hazad.

— ¡No miento no es el!.

— ¡¿Entonces quien es?! ¡¿Quien fue el desgraciado que deshonro* a mi Eve?!— Yuzür estaba desquiciado.

Intente moverme pero el joven Kemal no me lo permitió.

— Arreglemos esto de otra forma Yuzür. Déjalos ir.

El señor Hazad intento negociar pero Yuzür rio fuerte.

— Eso no pasará, ¡no intenten nada!— se acercó a nosotros.

— Está bien. — su tono tranquilo era indiferente. — Entonces no te lo diré.

La cara de Yuzür era un poema mi interior rogaba porque estos hombres no sacaran sus armas, pero eso nunca paso, incluso no estaban los hombres de la familia Jadar.

— ¡Como quieras! ¡Morirás antes de poder si quiera decir algo!— el arma estaba sobre el señor Hazad.

Me alejé del joven kemal en un movimiento rápido.

— ¡No es ninguno de ellos!— grite con todas mis fuerzas.

— ¿No me estás mintiendo Eve?— me acerque más a Yuzür antes de que los demás me lo impidieran.

— No te estoy mintiendo. ¡No te estoy mintiendo maldicion! ¡Ellos solo intentan ayudarme! ¡Que estás ciego!— mi voz era la única que se escuchó en todo el lugar, tome aire tratando de recuperar mi respiración después de haber alzado la voz.

El silencio fue ensordecedor.

—¡Entonces dime ahora mismo! ¡¿Esta por aquí?! ¡Lo buscaré por todo Estambul! ¡Dime para que pueda vengarte! ¡El imbécil termino con tu honor antes de que pudieras vivir! Te vengare lo prometo.— di otro paso frente a el.

— ¡La policía está en camino!— Izma salió de la casa avisando.

Sin medir un segundo paso antes de sentir el brazo de Yuzür sobre mi cuello.

— ¡Todos atrás, camina!— el arma ahora estaba sobre mi cien haciendo presión constante.

El temor cubrió mi espíritu y tome mi vientre por inconsciencia, la vista nublada ante las lágrimas.

— ¡Eve!— el señor Hazad y el joven Kemal trataron de acercarse.

— ¡No se muevan!— apunto a ellos de nuevo.

— ¡No! ¡Suéltame!— forcejear era en vano.

Un disparo al aire.

— No hagas nada.— el señor Hazad susurro al joven Kemal que estaba por sacar su arma.

Mi cuerpo temblaba mientras caminaba hacia atrás con el brazo de Yuzür sobre mi cuello, las sirenas de policía se hicieron presentes y solloce al sentir que mis piernas se estaban rindiendo.

— ¡¿Eve?! Eve, ¡Eve!— mi cuerpo se hizo ligero de la nada y entonces cai sobre los brazos de Yuzür perdiendo de a poco la conciencia.

Un frío me envadio cuando los brazos dejaron de abrazarme y ahora estaba en el piso.

— ¡Maldicion!— el ruido de las sirenas se instensifico.

— ¡Eve!

Lo último que sentí fue de nuevo brazos tomando mi cuerpo antes de perder el conocimiento.

*deshonor: en algunas culturas se considera que el tener hijos sin contraer matrimonio o haber iniciado la vida íntima antes del matrimonio es motivo de deshonra, que es mal visto por todos y en muchas ocasiones tiene consecuencias graves si se trata de una familia importante, hasta el punto de ser exiliado o destitución del apellido y el poder.

°Capitulo 29°

Gracias a todas las personitas que continúan con este proyecto tan bonito, me alegra que sea de su agrado creo que la mejor parte de esto es leer sus comentarios cada capitulo me hacen el día, los quiero un montón 💖



— Perdóname primo...

— ¿Porque?

— Por mi comportamiento, sabía que habia un motivo por el cual Eve estaría aquí, lo que no entiendo es porque no me lo dijiste antes.— mire a Kemal.

— No hubieras querido detener lo que sentía sin una razón... ¿Cómo no me di cuenta? Seguro lo hubiera descubierto por sus feromonas, pero parecía haber un selló sobre ellas.

— No podías adivinarlo...— Susurré.

— Te dije muchas cosas irientes, ¿crees que puedas perdonarme primo?— puse mi mano sobre su hombro.

— Está bien Kemal, tranquilo.

— Tenías razón, el amor no debería volver ciego a nadie. Te he dado toda mi confianza, cuando te opusiste debí escucharte.

— Basta Kemal, dejemoslo aqui. No digas más.
Por otro lado nadie debería saber que Eve está en embarazo, eso lo avergonzaria mucho. Te pido que seas discreto.— me alejé de nuevo, debía ir y ver cómo estaba Eve.

— Claro no te preocupes. Ahora me voy... Necesito estar solo un momento.

— Kemal cuídate..

Asintió y salió sin mirar atrás.





— ¿Dónde estoy?— trate de abrir los ojos.

— ¿No llega?.... Si el señor Hazad está aquí con Eve, no te preocupes...... ¿Que?.... Andre que vas a hacer..... ¡No hagas nada estúpido! ¡Andre! ¿Bueno?— me levanté tocando mi cabeza.

Había estado acostado sobre la cama de un cuarto blanco.

— Oh despertaste.— Izma llegó hasta a mí y me tendió un vaso con agua.

— ¿Te duele algo?— pregunto pero negué, estaba algo desonrientado y confundido.

— Es un alivio.— tome el vaso.— lo lamento mucho, ese hombre hace poco me trató de enamorar y como una estúpida caí. Pensé que era buena persona.

— No te culpes Izma, no podías saberlo.

Recordé como Yuzür había puesto el arma apuntando al joven Kemal y el señor Hazad, luego tratando de llevarme a su lado.

— ¿Siempre ha sido asi?— se sentó a mi lado.

Suspiré y la mire, su rostro preocupado.

— me ha seguido, al principio me mandaba cartas pero nunca las leía y las rompía .. pensé que así me dejaría en paz pero cuando pidió mi mano. Mi padre no dudo un segundo en aceptar. La culpa es solo mía.

— De todos modos lo lamento, estoy segura de que no volverá la policía se está encargando, el señor Hazad hablo con ellos.

— Gracias.— le sonreí.

— ¿Como seguiste? ¿Te duele algo? — el señor Hazad venía ajustando su abrigo y a paso rápido.

— Estoy bien señor Hazad muchas gracias, ¿usted está bien? El joven Kemal....—el tomo asiento a mi lado.

— Todos estamos bien no te preocupes por eso.

Izma se levantó.— ¿gustan tomar algo?

— Un te para mí está bien.— el señor Hazad puso su mirada sobre mi Susurré "para mí también".

Izma se volvió sobre si misma y salió dejándonos solos.

— ¿Pasa algo señor Hazad?— su mirada se perdió un momento.

— No, estoy bien.

Busque su mirada pero volvio a apartarla.

— ¿Está seguro? Creo que algo le preocupa.. conozco esa expresión, está perdido en sus pensamientos.....
Parece que algo le molesta. Cuénteme por favor.

Su mirada conecto enseguida con la mía pero no dijo nada.

— Es por Yuzür ¿no es así?— el se giró a mi lado.

— Es algo del trabajo.

— No.. no es eso, es la primera vez que lo veo de esa forma está distraído.... Solo indiferente.

— ¿Indiferente?— se hizo más a mi lado, nuestras rodillas se rozaban,.

— Si, cuando usted está enojado su mandíbula parece como si fuera a romperse.

Rio ante mi comentario.

— Ahora estás exagerando.— se burló.

— No exagero es cierto, al principio me daba mucho miedo pero ahora me he acostumbrado a usted. No lo digo de mala manera, pero cuando se enoja es como si no pudiera ver más allá.... Aunque es muy buena persona, es una persona justa.

Su rostro era atento a todo los que pudiera decir.

— Se que debr tener muchos problemas y también, tiene que lidiar conmigo. No debe ser nada fácil. Es demasiado peso para una persona.

— Si...

— Pero, si quiere hablar estoy aquí. Puedo escucharle, si en algo soy bueno es escuchando a las personas.

Sonreí ante su asombro.

— Es algo complicado, muchas veces no sé que debo hacer y necesito pensar, pero descuida los problemas siempre estaran, nunca te molestaré. Hablo enserio.

— Bueno, ya que no quiere decir nada, entonces le diré algo que quizás le ayude.

El se acomodó mejor.

— Cuando estoy triste siempre miro al cielo, cada vez que llega el amanecer la oscuridad desaparece y con ello los temores y todas esas cosas que nos preocupan o nos dan miedo.. porque significa que siempre habrá un nuevo día para volver a empezar y lo que parecía imposible tiene solución.

— Cada noche tiene un amanecer.....

— Exactamente, no sé que es lo que lo tiene así pero confíe en que sea lo que sea se solucionará. Nunca lo olvide. Siempre amanercera.

— Eso espero.— miro hacía el suelo.

La presencia de Izma en la habitación volvió el ambiente a su estado habitual.

— Lo lamento no me di cuenta pero solo pude preparar un té, estoy avergonzada.

El pequeño plato termino en mis manos.

— ¿Izma la puerta está sonando?— Izma volteó.

— es verdad lo lamento.— corrió en dirección a esta.

— ¿Gusta tomarlo usted? — se lo tendí a sus manos.

— No, está bien tranquilo.

— Tómelo por favor.— lo quize poner sobre sus manos.

— Enserio estoy bien.

Negué — acepte, por fav...

Una voz en alto retumbó por toda la casa y el vaso cayó sobre traje del señor Hazad.

— ¡Oh Dios lo lamento!— tome una servilleta rápido y trate de limpiarle.

— No fue tu culpa Eve todo está bien.

Sus manos tomaron las mías deteniendo mis movimientos.

— Enserio lo lamento...

Susurre.

— ¡Hazad!— miramos a un costado ante la mirada enojada del señor Andre.






°Capitulo 30°

— ¿Que está pasando aquí?— el señor Andre pregunto confundido.

— Nada, no está pasando nada Andre.

El señor Hazad fue el primero en levantarse seguido por mi.

—¿Que haces aquí?— el señor Andre se puso tenso.

— Vine a buscarte porque no llegabas, me dijieron que me habías llamado. ¡¿Que están haciendo ustedes?!— la poca calma que había se esfumó.

—¡¿Que haces en medio de la noche aquí con el?!

— ¿Que estás viendo? No es lo que estás pensando.

— ¡Por supuesto que es lo que estoy pensando! ¡¿Que estaban haciendo?!— el señor Andre se acercó amenazante.

— ¡¿Quien te crees que eres?!— me miró furioso. — ¡¡El es mi esposo!!— gritó.

— ¡Ya fue suficiente Andre!— el señor Hazad se metió entre los dos.

— ¡No lo quiero cerca de mi! ¡El y ese bebé! ¡Que haga lo que quiera, no me importa!— el señor Hazad tomo su brazo que Hiba dirigido a mi.

— ¡Basta de decir tonterías Andre!— le sostuvo.

— ¡¿Que haces aquí?! ¡Largo, vete!— respiré profundo y di un paso queriendo salir de ahí.

— Espera, espera Eve.— el señor Hazad al costado paso su brazo frente a mi impidiendo el paso.

— Nos vamos a casa.— su mano se instalo en mi espalda.

— Hazad.

— ¡Vamos! — paso del señor Andre.

— ¡Hazad, si te vas ahora a su lado no volverás a verme!— me detuve ante sus palabras pero el señor Hazad le ignoro.

Tomo su abrigo y me tendió el mío saliendo juntos por la puerta.




— ¿Viste eso Izma? El se fue con ese chico. ¿Que está diciendome eso?— me senté en el sofá limpiando mis lágrimas.

— ¿Que más querías con tu forma de actuar Andre?— alegó.

— ¿Que malinterprete entonces? ¡Dime! Si no me hubieras dicho no había venido y no los hubiera encontrado juntos, ¡Yo mismo se lo que ví!— me sentó frente a mi.

— Hay cosas que tú no sabes, Yuzür apareció por eso el señor Hazad estaba aquí.

—¿Que? ¿Porque no me dijiste eso primero? — las lágrimas siguieron saliendo llenas de dolor.

— ¡Lo intente pero estabas cegado por la ira que no me escuchabas! ¡No estabas pensando claramente!— un sollozó salió de mis labios.

— Pero aunque eso paso, ¡el se preocupo por Eve! Porque estaban tomados de la mano.

— Escúchame Andre, debes dejar de ver cosas donde no las hay, tiene que haber una explicación, siempre.

— De nuevo.... ¿De nuevo arruine las cosas no es cierto? — pase una mano por mi cabello.

— Si, dijiste cosas horribles. No tengo idea como ayudarte con esto.

Izma se cruzó de brazos enojada.

— Desearía no haberlo conocido.... Nunca

Un recuerdo vago paso por mi mente.

El campo había florecido por la cosecha, el sol era vibrante.

"Es una gran flor ¿no es así?" El chico con un traje de trabajador me miró entre la luz del sol.

"Así es, es extraño que esté dentro de los algodones" tomo la flor blanca en sus manos.

Su cabello rojo rubí caía a un costado de su cuerpo en una trenza.

"Soy Andre, el esposo de el señor Hazad" la granada paso a mi otra mano mientras le tendí en forma de saludo.

El la ignoro sonrojándose en el proceso, sus mejillas haciendo contraste entre su piel pálida y el color de su cabello.

"Tengo que volver a trabajar" dejo la flor a un lado y volvió a mirarme con sus ojos transparentes.

"Tenía un descanso de poco tiempo, en eso estaba hasta que usted llegó." Los mechones sueltos cayeron por su rostro.

"Deberías sonreír más, apuesto que te verías más lindo haciendolo." El sonrío.

"¿Cómo te llamas?"

"Eve" le tendí la mitad de mi granada.

"Que tengas un buen día Eve"

"Gracias" volvío a sonreír antes de volver a su trabajo.






Eve.

El señor Hazad a mi lado hablo mientras tenía su vista en el camino.

— Dígame señor Hazad.

— Quiero disculparme en nombre de Andre, está pasando por un mal momento. Cuando se calme hablare con el.

El señor Hazad hablo.

— No se preocupe está bien. El está en todo su derecho.

Su mandíbula se tenso.

— No, lo que hizo no tiene justificación.

No dije nada más temiendo que pudiera hacerle enojar.

Muy dentro de mi entendía al señor Andre, el estaba así por la imagen que vio sin entender que todo fue un mal entendido, el remordimiento se hizo presente en mi interior.
No quería que los señores pelearán por algo que no era lo que parecía.

El señor Hazad seguía tenso a mi lado podía sentirlo así que me recosté contra el costado del auto dejándome llevar por el viento de la noche.

— Señor Hazad. ¿Que pasara ahora que el joven Kemal sabe de mi embarazo? ¿Cree que pueda contarle a alguien?— su cuerpo se puso menos tenso.

— No lo hará, hablé con él y no se lo va a decir a nadie todo está bien, no te preocupes.

Volví la vista al frente, de alguna manera no quería que el ambiente se volviera hostil entre el joven Kemal y yo por mi embarazo.

Estaba muy agradecido por lo que hizo por Ayse en el hospital, por haber estado a su lado cuando yo no estaba.

"Yo cuidare de tu hermana no tienes de que preocuparte, será difícil que tengas que irte pero comprendo que es tu trabajo, me alegra que hayas regresado para vernos."

Sonrei inconsciente ante el recuerdo de Ayse abrazándome y cuidando de calabaza al lado del joven Kemal.

— ¿Como sabía usted que Yuzür estaba allí señor Hazad?— pregunté.

— Le comandante policial encargado se contactó conmigo, al parecer Yuzür había conseguido un abogado que pago la fianza por lo de Andre, pero ahora teniendo más pruebas en su contra esto no volverá a ocurrir.

— Gracias señor Hazad.

El asíntio y volvió la vista al frente.





Comentarios

LO MAS TOP

DEL 100 AL 105 FINAL

DEL 1 AL 5

DEL 15 AL 20