DEL 40 AL 50
°Capitulo 41°
Volví a la habitación de puerta blanca,
pasando por todo el lugar viendo los detalles y lo cuidadosamente elegido para
ese bebe.
Tome entre mis manos un pequeño juguete
que estaba sobre la repisa y lo acaricié lentamente cuando las lágrimas me invadian
de nuevo, los recuerdos dolorosos pasaban por mi mente uno tras otro.
"¡Andre escúchame por favor!" Sus
pasos eran rápidos detrás de mi.
"¿Esa beta te gustó no es así?" Mis
ojos fijos llenos de dolor.
"Es solo la nueva secretaria, no sabía que
estaba enamorada de mi. Te lo juro." La lluvia caía intensamente y solté
su mano entrando al auto sin escucharle.
"¡Andre!" No pudo alcanzarme, ya
estaba demasiado lejos para hacerlo y todo estaba en mi contra.
El agua golpeaba fuerte el cristal y bajaba por este,
pero era difícil distinguirle entre la oscuridad de la noche y el llanto
incesante.
De nuevo ahí estaba el sonido de mi teléfono
opacando mis sollozós, sabía que me seguía desde su auto pero yo no quería
escuchar.
Mi embarazo estaba en avance y la más mínima pelea me hacía perder la cabeza.
Solo que no pensé más allá esa noche.
El identificador mostraba su nombre de nuevo y
cuando levante la vista una luz me cegó haciendo que perdiera el control del
auto.
A lo lejos las alarmas hacían un ruido ensordecedor
pero podía distinguir su voz.
Podía hacerlo dónde fuera.
"¡Andre! ¡Respira vamos tienes que
despertar! ¡No puedes dejarme!"
Cuando desperté ya no estaba en el auto, el
medicamento que pasaba por mi brazo me hacía sentir adormecido.
Pero mi estómago ya no estaba abultado y jamás
regresaría a ese estado.
Deje el vaso con licor a un lado y tire
el juguete al otro lado, luego otro, otro.
Tire todo a mi paso destrozandolo con
todo el dolor que sentía, este creciendo como espuma a medida que los
artefactos se destruían uno tras otro.
Me abracé a mi mismo entre el cuarto
totalmente destruido.
Ese espejo que era testigo de todo mi
desastre reflejaba lo peor de mi ser, camine a paso lento hasta estar de nuevo
con el licor en mis manos.
Había perdido todo y no había manera de
recuperarlo.
Una pastilla tras otra bajaba por mi
garganta y el licor lo acompañaba, si había la manera de tener otra vida estaba
seguro de que no cometería los mismos errores.
Porque ahora mientras sentía mi cuerpo colapsar y perder el conocimiento me
repetía una y mil veces que no me perdonaría por ser quien soy ahora.
"¿Papá?" La
voz dulce entre el espacio blanco me hablaba pero no podía distinguirla.
"¿Quien es?" Me gire en todas las direcciones en su búsqueda.
Una silueta pequeña salió de entre las
flores del campo.
Un pequeño niño de cabello negro como el
mío sonrío de lado a lado.
"¿Quien eres
tu?" No había nadie más a nuestro alrededor y
sus mejillas sonrojadas brillaban en el sol.
"No sé quién soy... Pero estoy perdido
¿Puedes guiarme?" El pequeño niño me tendió la mano. Estaba confundido.
Me acerque hasta el y me incline a su
altura.
Su cara dulce enternecio mi corazón.
"Está bien." Sonreímos al mismo tiempo y se apresuró a aferrarse a mis piernas antes
de tomar mi mano sin dejar de sonreír.
Sus ojos eran tan claros y brillantes, me
recordaban a los de Hazad.
"¿Dónde están tus
padres? ¿Porque te dejaron solo?" Comenzamos a caminar pero el no
decía más palabras solo me mostraba una hermosa sonrisa.
— esperó que el cerezo fuera de su
agrado.
El señor Hazad sonrío tomando asiento a
mi lado.
— Estaba delicioso muchas gracias.
— No se preocupe, se que es poco pero es
lo menos que puedo hacer después de todo lo que ha hecho por nosotros.
El frío parecía estar más presente el día
de hoy.
— No tenías porque Eve, prometí ayudarles
en lo que más pudiera y creeme que eso voy a hacer...
Sus palabras me reconfortaron de
sobremanera.
Mire hacía los barcos que partían desde
el muelle.
— Por lo que veo tu vientre está más
notable, ¿Ayse...?— la tristeza me invadió de inmediato.
— Ella aún no se da cuenta, pero se que
muy pronto empezará a sospechar, los abrigos no me dejarán ocultarlo más
tiempo.
— Lamento que debas ocultarselo, se que
debe ser muy difícil para ti.
— Lo es, aunque no lo crea señor Hazad...
Con mi papa...entre nosotros no suele haber secretos, sabemos que solo nos
tenemos entre nosotros...
Se quedó en silencio.
— Eve, yo volví porque tengo algo muy
importante que decirte.
Lo mire confuso. Sus ojos querían decirme
algo a gritos era bastante obvio.
— Por supuesto, dígame.— esperé.
— Es sobre el bebé...
La ansiedad se hizo presente.
— ¿Es algo malo? —su mirada no respondía.
— Es....
Su celular comenzó a sonar de repente. El
lo ignoro.
— No es nada malo, pero si muy
importante.
De nuevo sonó, puede que sea algo
importante así que no le dejé terminar.
— Puede decírmelo después descuidé, debe
ser importante.
Me miró antes de contestar.
— ¿Mamá que pasa?— su rostro se congeló
en segundos.
— Voy enseguida.
Se levantó.— Eve, debo irme.— corrió hasta
su auto.
— ¿Paso algo malo?
— Andre intento suicidarse.
El impacto de la noticia me hizo
sostenerme del auto.
— Pero... ¿El está bien?— la preocupación
se volvió insistente en mi voz.
Nego y me alejé del auto cuando el
acelerador hizo eco entre el silencio, hasta que el auto desaparecio.
Un sentimiento de preocupación y culpa me
invadió, sabía que era muy probable que fuera por lo que el señor Andre
malinterpreto todo este tiempo.
Rogaba al cielo por el, independiente de
que me odiara, deseaba con todo mi corazón que estuviera bien.
°Capitulo 42°
—Andre.— abrí mis ojos ante su llamado
con lentitud.
Me sentía cansado y mi cuerpo pesaba.
Su mano sobre la mía.
—¿Que...haces tú aquí? — hablé despacio.
— Vine a verte en cuanto me enteré de lo
sucedido....
— Cuántas veces debo...repetirte que no
quiero verte.— las lágrimas bajaron.
Sus manos tomaron la mía y la beso sin
apartar la mirada.
— Yo siempre estaré a tu lado.— gire mi
rostro para no mirarle.
— No quiero a nadie a mi lado....
Ignoro mis palabras y pasó una mano por
mi rostro.
— Andre... ¿Porque lo hiciste?
— Porque quiero morir ¿no estás viendo?
No entiendo que estoy haciendo aquí.— mire la intravenosa pasando por mi brazo.
— Andre no digas eso por favor....
— Largo de aquí, olvida esos sentimientos
que tienes por mi....— llore de nuevo.
No supe cuando fue que se hizo a mi lado
y beso mi frente.
— Estaré atento aunque sea desde lejos,
si necesitas algo no dudes en decirme.. Izma sabe dónde encontrarme.
Sus fuertes brazos dejaron mi mano y
salió sin decir más.
Solloce contra la almohada esperando que
está calmara toda la tormenta en mi interior. No entiendo porque sigo con vida,
se supone que estaba ayudando a ese niño a encontrar su camino pero me llevo al
final de las flores y cuando soltó mi mano desperté.
Llegué con el corazón en la mano al
hospital.
— Madre.
—¡Hijo!— ella sollozó.
— ¿Cómo está Andre? ¿Cómo pasó esto?
— Está recuperándose tuvieron que hacerle
un lavado en el estómago pero no ha despertado están haciendo lo que pueden, tu
tía Bahar lo encontró.— nos miramos antes de que tía Bahar llegará.
— Fui al cuarto del bebé, cuando entre
todo estaba destrozado por completo.
— ¿la habítacion del bebé?
— Si, todo estaba revuelto en el lugar,
Andre estaba tirado en el suelo inconsciente. Llame a tu madre y la ambulancia
lo trajo al hospital. — ella hablaba sin apartar la mirada de mi madre.
— ¿Hazad tu sabes porque Andre haría algo
así? Tu eres su esposo deberías saberlo. Nadie hace eso sin una razón de
peso...— madre la corto.
— Bahar ahora no es momento de hablar de
eso..
—Despues de todo el está en embarazo y el
jamás querría hacerle algo a su bebé, a menos que tenga un problema. Volvere a
la mansión. Todos deben estar preocupados.— tía me abrazo y salió por la puerta
principal.
Mire a mi madre confuso.
— ¿Están peleando ustedes dos? — mi madre
nego.
— fue un milagro que Bahar lo encontrará,
no habríamos llegado al hospital a tiempo y todo hubiera sido una desgracia.
Lloro en mi pecho.
— Señor Hazad podemos hablar un momento.—
el doctor llegó del otro lado.
— ¿Son malas noticias doctor?
— Nada malo no se preocupe.— ella se
calmó.
Asentí y me llevo hasta un lugar
apartardo.
— ¿Su esposó ya había intentado
suicidarse antes?
— No.
—¿Cuál ha sido su estado últimamente?
¿Sufre algún desorden psicológico o algo así?
— Bueno, estamos pasando por un momento
difícil.. pero nunca imaginé que hiciera algo como ser capaz de lastimarse a si
mismo.
El me miró atento.
— antes de esto.. ¿Le menciono que podía
hacerlo? ¿Le llamo antes de tomarse las pastillas?
— No, pero no entiendo porque me pregunta
eso.
— Señor Hazad escuché. Si su esposo hizo
esto sin decirle a nadie, entonces no quería que lo encontraran y lo salvarán
lo que el hizo, no es un simple llamado de atención.
—¿Que quiere decir?
— Esto no es frecuente señor Hazad, la
mayoría de pacientes hacen esto para alertar a los demás y llaman a alguien
para que venga a salvarlos. Pero sin la verdadera intención de morir, lo de el
señor Andre fue una prueba contundente de que realmente quiere morir. Tuvieron
suerte de encontrarlo.
Un nudo se formó en mi estómago sin
dejarme respirar.
— si hubieran llegado más tarde
probablemente no se hubiera salvado.
— ¿el estará bien?
— Así es pero estará en observación...
Le agradecí y salí de ahí, el aire
comenzaba a asfixiarme.
"¿Entonces dices que me amarás por siempre?
¿Hasta que la muerte nos separe?" Tome su cintura.
"Por supuesto... Cásate conmigo." Me
miró incrédulo.
"Deja de bromear.."
"No estoy bromeando cásate conmigo"
sus ojos brillaron antes de besarme.
"Vamos a tener un bebé, estoy en
embarazo" los presentes se levantaron dando sus felicitaciones.
"Felicidades hijo" papá rebosaba de
felicidad.
"Gracias papá."
Pase una mano por mi cabello antes de que
una lágrima solitaria bajará.
Hasta que mi teléfono me alerto de inmediato.
— Hola Eve.
— ¿Señor Hazad? Lamento molestarlo pero
todos estamos tan preocupados aquí, ¿como esta el señor Andre?— dijo rápido.
— Está en cuidados intensivos. Pero
estará bien.
— Que alivio... ¿Usted cómo se
encuentra?— no dije nada unos segundos.
— Estoy bien, pero no esperaba algo como
esto... Todavía no lo creo...
— Se que es difícil, pero todo estará
bien. El señor Andre pronto se recuperará, por favor informeme si sucede algo.
— Está bien, te avisaré cualquier cosa...
Gracias.
— Claro, hasta pronto.
De vuelta a la entrada del hospital
encontré al doctor.
— ¿Puedo verlo doctor?
— Está bien, pero solo cinco minutos nada
más.
Camine rápido hasta su habitación, aún no
despertaba así que tome su mano en señal de mi presencia.
—Andre.... Aquí estoy cariño... Mírame
vamos.— estos se abrieron lentamente.
— Ya se terminó todo tranquilo.
— lo siento...— susurro.
— debes descansar cariño. — trato de
levantarse.
— Tranquilo.
Fui testigo como sus sollozos se volvían
el único sonido de la habitación, no debía alterarse.
— Señor por favor espere fuera de la
habitación....
La enfermera llegó de inmediato y no tuve
más remedio que soltar su agarré.
Mire a través del cristal como está le
aplicaba el suero necesario y sus ojos volvieron a apagarse.
°Capitulo 43°
— Hermano, ¿Cuando empezaré la escuela?
—Ayse paso por mi lado.
Pero mi mente no estaba en este lugar.
— ¿Que pasa Eve? — ahora estaba frente a
mi.
— Solo.. pensaba en el señor Andre.
— Ya está bien, ya salió del hospital.
Suspire— Necesito hablar con el, quisiera
ir a visitarlo.
Ella me miró con impresión.
—¿Quieres ir a esa casa? — me levanté.
— Así es, tu quedate aqui estudiando. Yo
iré y volveré rápido.— sabía que quería objetar pero no dijo nada cuando tome
mi abrigo y salí.
Hace unas horas habíamos llegado del
hospital, mi padre se había enterado por tía Bahar, sabía que necesitaría
hablar con el y explicarle después.
— Me asusté mucho Andre.— se recostó
sobre mi pecho un momento sin decir nada.
Sus ojeras eran mucho más visibles.
— No había ninguna otra salida para mi
vida Hazad. Para mí era lo mismo vivir o morir en ese momento... Me sentía tan
solo... Todo se desvanecia a mi alrededor, eso es lo último que puedo
recordar.. ya nada tenía sentido.
— No estas solo, estoy contigo.— me miró
levantando el rostro.
— Mentira Hazad... — volvió a bajar la
cabeza.— ¿Quien me encontro?
— Tia Bahar lo hizo, Andre se que estamos
pasando por un mal momento pero podemos superarlo juntos.— tome su mentón.—
Nunca más hagas algo así.— besé su cabeza.
Su rostro se hizo a un lado.
— Descansa.
Salí sin decirle nada más.
— ¿Bueno Sihan?
— Hermano ¿cómo está Andre?— estaba
preocupado.
— Está bien, hace poco llegamos del
hospital.
— al parecer las nubes negras llegaron
para quedarse contigo.— reí.
— Ya no sé que hacer al respecto.
— ¿Pudiste hablar con Eve?
— No, estaba por decirle cuando paso todo
esto.
—¿Entonces que vas a hacer ahora, se lo
vas a decir igualmente?— ya estaba en camino en mi auto.
— Así es necesito hablar con el.
— Ahora no está, fue a tu casa a ver a
Andre.— me congelé.
— ¿Porque?
—No lo sé, pero ese incidente dejo muy
afectado a Eve, estaba muy triste y supongo que por eso fue a hablar con Andre.
— Entonces debo volver.— gire el volante
de nuevo rumbo a la mansión.
—¿Eve? — la señora Bahar me saludo cuando
pase la gran puerta.
— Buen día señora Bahar.
— Buen día querido.— pase por su lado
rumbo escaleras arriba.
Una mano me detuvo.
— ¿Eve?— esa mujer tenía mi brazo
firme.—¿dime qué está pasando? ¿Que estás haciendo aqui?
— Vine a ver al señor Andre.
— Andre no se siente bien.
— Ya se lo que pasó, tranquila señora
Jadar. Le diré que lo lamento y me iré si así lo desea.
Su cara de poco creerlo se quedó estática
unos segundos y me soltó de repente, dandome la oportunidad de subir hacia la
habítacion del señor Andre, solo esperaba que esto no terminará en una
discusión.
— ¿Puedo pasar?— la puerta estaba abierta
pero aún así toque sobre ella.
El estaba sentado cerca a la ventana
viendo del otro lado, su cara más pálida que de costumbre me miró.
— Pasa.
Tome una distancia prudente.
—¿A que viniste? — dijo primero.
— Lo pensé mucho antes de venir aquí
señor Andre, pero después de lo que pasó... Quería venir y hablar con usted.
—¿todavia crees que hay cosas pendientes
por hablar?— sus ojos estaban apagados.
—Si algunas cosas.— presto atención.—
ambos estamos en la misma posición, yo accedí a esto con la intención de salvar
a mi padre sin pensar en las consecuencias. Ambos somos víctimas y es muy
difícil afrontar el resultado de nuestras decisiones.
— pero existe algo que nos diferencia
Eve, yo quize morir pero sobreviví.
— Tal vez no quiera creer lo que digo
pero... De verdad no sabe cuanto lo siento.
Suspiro.— No quiero seguir hablando de
esto, tampoco quiero volver a verte.— fue claro.
— Solo quiero decirle una cosa mas señor
Andre; Usted se equivoca en una cosa.
— ¿Que cosa?
— Yo no soy como usted cree señor Andre,
nunca he estado celoso de la felicidad de los demás, hasta que nazca el bebé no
volveré a esta casa. No volverá a verme hasta que todo esto termine.
— Si ya terminaste te pido que te vayas.—
Asentí y me levanté bajo sus ojos atentos.
— Lo lamento mucho... mucho.
Sabía que no sería buena idea volver,
unas voces al parecer enojadas se hicieron presentes en el pasillo continuo
rumbo al despacho de la mansión pero no hice caso y baje la escalera, ya nada
que pasara en este lugar tenía que ver conmigo nuevamente.
— Eve.— al salir el auto del señor Hazad
se detuvo en la frentera.
— Buen día señor Hazad.
— ¿Estás bien?— murmure un si.
— Sube, tenemos que hablar.— el abrió mi
puerta como siempre y accedí a su petición.
—Estaba preocupado por el señor Andre.
Todo lo que ha pasado me ha hecho cuestionarme algunas cosas.
—¿Que cosas?
— Sobre mi padre... El nunca fue bueno
con nosotros, nunca nos trato bien pero nadie merece morir. Por eso creo que el
señor Andre debería pensar más en el y luchar por no dejar ir su vida. Solo
estoy expresando lo que siento lamento si le incómoda.
— No te preocupes, escuchar eso de ti me
hace sentir mejor.
Sonreí.
Los tacones resonaron por toda la
habitación.
— ¿Señor Jadar puedo pasar?— el dejo sus
lentes a un lado.
— Por supuesto querida Bahar.
— Gracias, no le quitaré mucho tiempo. Es
solo que le prometí que le contaría lo demás que había pasado en el hospital y
usted merece saberlo.
El se acomodo mejor en su asiento.— por
supuesto que lo recuerdo, vamos dímelo.
— Cuando llevamos a Andre al hospital,
hablé con el doctor y el me confesó que...
— ¡Bahar te estaba buscando! ¡Aquí
estás!— la esposa del Señor Jadar parecía no comprender que estaba pasando.
— Ella está hablando conmigo, déjala
terminar querida, continúa.
— Como le decia, cuando el doctor salió,
le pregunte por el estado de Andre y el me confesó que André no estaba en
embarazo. No existía ningún bebé.
Las palabras se habían quedado atascadas
en cada pared de la habitación como si se puediran volver a escuchar en
cualquier momento antes de que los sollozos comenzarán.
— ¡¿Es verdad eso Cera?! ¡Contestame
ahora mismo! — ella se acercó rápido.
— Querido por favor..
— Ustedes nos engañaron a todos... Sal de
aquí, no quiero verte Cera... Quiero estar solo.
La señora Bahar fue la primera en salir.
Ella se acercó de nuevo y tomo asiento
frente a el.
— Quería explicártelo pero no pude...
— No me hables más....
Ella no se detuvo.— Vas a escucharme...
No olvides que todos tenemos secretos... Por muchos años he guardado muy bien
el tuyo.... Nunca le he dicho nada a nadie sobre ese hijo que tienes en alguna
parte.
Un largo silencio.
— No puedo creer que me lo estés sacando
en cara justo ahora Cera. Me das vergüenza.— el mismo se levantó y la dejo sola
en el gran espacio.
El precio de los secretos era demasiado
grande.
°Capitulo 44°
Ese día el señor Jadar tomo sus cosas y
dejo la mansión sin pensarlo un momento.
"A estas alturas, de mi larga vida.
Sigo aprendiendo, aprendí que no debo confiar ni siquiera en las personas más
cercanas, me he esforzado por mi familia todos estos años.... Les he entregado
todo lo que tenía... Amor, orgullo y honor. Que es lo más importante... Pero...
Aún así fueron capaces de faltarme al respeto."
— ¿Dónde está padre? Tengo que hablar con el.— Kemal me dió la bienvenida.
— Se fue de la casa primo, está en la
otra mansión del puerto, mi tía fue a buscarle pero le dijo que no
regresaría... No entiendo nada.
—¿Que?
— Algo está pasando aquí desde hace mucho
tiempo y necesitamos saberlo todo Hazad.— hablo tía Bahar.
Asentí.— esta noche les contaré todo.
—¿A dónde vas? —Kemal hablo pero no había
tiempo.
— Eve.. ¿cuéntame cómo está el señor
Andre?— Ayse dejo un té a mi lado.
— Está bien es lo importante.
Algo sonaba, era mi celular.
— Bueno señor Will ¿dígame?— el me saludo
cortés.
— Necesito hablar con ustedes hoy, si es
posible.
— Esta bien, de hecho estamos en la casa
si quiere venir.
— Estaré ahí en cinco minutos.
Mire a Ayse. — Está bien le daré la
dirección.
El accedió y tome el té que Ayse había
preparado hasta que el timbre sonó.
— Buen día abogado.— El tenía una sonrisa
realmente radiante.
— Gracias, no me tomara mucho tiempo,
solo vengo a entregarles una información importante.
— ¿Paso algo malo abogado? — Ayse tomo mi
mano con fuerza.
— No es así, ya se fijó la fecha para el
juicio de su padre, es la próxima semana y como les dije anteriormente es muy
probable que su padre salga en libertad.
—¿Entonces la próxima semana podremos
estar con nuestro padre?
— Si, así es.
— Eve, ¿escuchaste? No volveremos a estar
separados de papá.— Asentí limpiando sus lágrimas.
— Muchas gracias abogado.
El se levantó de nuevo.
— Se acabó, todo está pesadilla termino
hermanita... — le abracé con fuerza.
— Ya se que estás ahí adentro, abreme la
puerta padre.— golpeé con fuerza, grite de nuevo hasta que está se abrió.
Su mirada estaba llena de decepción y
algo más.
— Papá... No voy a salir de esta casa sin
tí.
El tomó asiento con cuidado.
— Nunca me espere algo así de tu parte
Hazad...
Aparte la mirada, no podía decir nada
contra eso.
— Hubiera desconfiado de mi mismo... Pero
no dudar de ti.. esto... Fue un golpe muy duro.
— Padre esto no fue algo que se planeara
con intensión. Las cosas se complican y antes de poder dar un paso afuera ya
estás enredado.
— Lo más importante... Es asegurarse de
tener la situación bajo control Hazad, si sueltas un solo lado, no sabes a
dónde irá parar ese enredo.
— Tienes razón papá, te prometo que no
volveré a soltar nada.
— Escucha.— me hizo tomar asiento a su
lado.— Desde que eras un niño nunca me habías mentido de esta manera Hazad...
Si mi querido hijo deja de ser en quien más debería confiar... Entonces me
reuso de volver a esa casa... Que todos hagan su vida.
— Padre dame una oportunidad de
explicarte todo, acepto mi culpa y mi error... escuchá tu me criaste y me
enseñaste sobre valores en la vida, de ti aprendí lo que es la honestidad.
— Al parecer no fui capaz de enseñarte
bien hijo...
Negué a sus palabras.— me enseñaste
bastante bien papá, dime todo lo que ahora quieras... Si quieres golpearme por
mis errores ... Dime lo bajo que crees que he caido... Di que sientes vergüenza
de tu hijo. Pero solo quiero una cosa a cambió... Volvamos papá... Que vas a
hacer solo y aislado sufriendo aquí...
La casa no tiene sentido si tú no estás en ella, tu eres su pilar padre, me
niego ir a esa casa a menos que vuelvas conmigo.. dame la oportunidad de volver
a ganarme tu confianza...
El no dijo nada, esa fue la respuesta que
necesitaba para quedarme a su lado y esperar que la noche llegará.
En la mansión aún se discutía si poner la
mesa para cenar.
— ¿Señora Bahar pongo la mesa?
Ella miró a su hijo que tenía la mirada
pérdida en alguna parte.
— No lo sé. Esperemos un momento, no creo
que sea indicado ahora....
La puerta se escuchó del otro lado.
— Señor Jadar bienvenido.
La señora Bahar sonrío de lado a lado.
— Gracias querida.
— Bienvenido tío.— Kemal se adelantó a
abrazarle.
— Hijo querido, muchas gracias.
— Sira dile a mamá que baje. — la mujer
asintió y se perdió escaleras arriba.
Sería el momento de hablar correctamente.
Los pasos de la señora jadar fueron
rápidos, mirando a su esposo fijamente una vez lo tuvo en frente.
— Bueno será mejor empezar desde el
principio... Cómo saben Andre no esta en condiciones por eso no estará
presente.
La señora Jadar tomo asiento.
— Les mentimos, a todos. Nos vimos
obligados a hacerlo.
Continuo bajo las miradas atentas.
— Andre y yo queríamos un hijo, mamá y
papá querían un nieto, como todas ya saben. Andre no puede quedar en
embarazo.... Pero un día nos explicaron que había una forma de que fuéramos
padres.
— Hazad...
— Madre no interrumpas muchas gracias.—
objeto.
— Eso era vientre de alquiler, al
principio estaba en contra.
No me parecía la opción correcta, pero al ver el sufrimiento de Andre acepte..
no le dije a padre, porque sabía que tampoco aceptaría. Por eso se lo ocultamos
a todos...
Las miradas de asombro no tenían
comparación.
— Fuimos a las afueras, el proceso se
realizó ahí.
— ¿Entonces ustedes son los padres de esa
criatura?— la señora Bahar pregunto.
La mirada alarmada de la señora Bahar se
concentro en su hijo.
— Así es.— no podían apartar la mirada uno
del otro.
— Para que este claro, si hay un bebé en
camino pero no lleva Andre en su vientre. La persona que lo lleva es...
La mirada sobre Kemal.
— Eve...
La copa que sostenia Kemal en su mano
estalló en un instante.
Sus miradas fijas uno en el otro. El
tiempo parecía ser eterno.
— ¿Que estás diciendo primo?
— Es verdad Kemal.. está embarazado de
nuestro bebé.
Su madre queria acercarse pero Kemal no
la dejo y se levantó con rapidez pasando por su lado escaleras arriba, sus
feromonas parecían ser fuego para los demás.
—¿Cómo?..— la señora Bahar hablo.
— mamá lo encontró.
Ella miró a su esposo.
— el estaba en una situación difícil, me
pareció confiable... Así que el acepto.
— Es todo lo que tengo que decir, con su
permiso.— Su hijo desaparecio con su presencia imponente dejando a los demás en
silencio.
— Sira.. prepara el cuarto de huéspedes
para mí.— el señor Jadar se levantó una vez sin mirar a la mujer a su lado,
detrás de su hijo.
— Como pudiste hacer algo así Cera.—
Bahar hablo saliendo de su presencia también.
La mujer se quedó sola en la mitad del
gran salón.
°Capitulo 45°
Nota importante
°Maratón final de la primera parte.
Al terminar se dejará de actualizar hasta
conseguir los capitulos faltantes si no se consiguen es
probable que se tenga que cancelar la historia y que el final quedé a su propia
imaginación es una opción, o estar en pausa indefinida ya que son bastantes y
no me había dado cuenta solo me queda decir gracias por seguir conmigo en esta
que se ha convertido en una de mis historias favoritas °
—Andre, deja de mirarme así....
Sonreí de lado con la copa en mi mano.
—¿Como quiere que la mire?
— Debemos terminar con todo este
sufrimiento. Ya ha sido suficiente para todos.
Arqueé una ceja.
— Quiere que la vuelva a tratar olvidando
¿y que todo sea como antes?— trate de no reír.
— Estoy conciente de todos los problemas
que te he causado.— no creía media palabra.— Nunca quise que llegara a este
punto... Ahora la paz no existe aquí, todos se volvieron enemigos de todos y tú
querido estuviste al borde de la muerte.
— Así que ahora está dispuesta a asumir
su culpa.
— voy a hacer todo lo necesario para
resolver esta situación.— sus palabras me dejaban pensando.
—¿Que quiere decir?
— Fui yo la que empezó todo esto y lo
terminaré ahora.
La tomé del brazo.
—¿Que está diciendo?— me sonrío.
— Todo volverá a la normalidad, no te
preocupes.
Se retiró dejándome aún más confundido
que antes.
— Hazad, deberías hablar con mi hijo. El
de verdad está mal.— tía Bahar me detuvo cuando me disponía a salir.
— le afecto mucho saber que Eve es quien
está gestando a tu bebé. Ya sabes lo que siente.— me acerque y tome sus manos.
— Escuchá tía, lo que pasó solo fue
coincidencia supe que Eve era la persona después del procedimiento, nunca
hubiera aceptado esto...
— Hazad.— asíntio.
— Explícale esto a Kemal, no sé si se
calmara después de escucharte pero para el eres muy importante, siempre fuiste
como el padre que nunca tuvo.
— Está bien tía no te preocupes, lamento
que te enterarás de esta forma, realmente no tengo como mirarlos a todos
después de esto.
— Descuida, te conozco desde que naciste.
Basta de culparte tu solo, siempre intentas cargar con todo solo tu madre es la
mayor culpable en este asunto... No entiendo cuando se volvió asi.—sus manos
sobre mi rostro eran reconfortantes. Tia Bahar siempre fue como otra madre para
mí, aveces más que mi propia.
— Solo te pido eso Hazad, por favor.
Besé sus manos antes de salir.
— ¡Hermano la señora Jadar está aquí!— al
escuchar a Ayse desde abajo no pude evitar dejar lo que estaba ordenando a un
lado.
—Yo abriré.— ella se hizo a un lado.
La impresión era clara en mi rostro,
porque estaría ella aquí.
— Señora Jadar.. ¿que hace aquí?— fue lo
único que pude decirle.
— Eve querido ¿podemos hablar un
momento?— no sabía que responder no esperaba su visita, pero aún así le deje
pasar.
— Puede darme su abrigo.
— No hijo, no tomara mucho tiempo... —
mire a Ayse que también estaba igual de confundida.
— Ayse... ¿Podrías preparar un poco de
café para la señora Jadar?— si era algo relacionado al bebé Ayse no podía estar
aquí.
— No tenemos voy a comprar un poco, ya
regreso.
— Está bien... Siga por favor señora
Jadar, tome asiento y póngase cómoda.
Así lo hizo y esperamos un tiempo
prudente hasta que la puerta se cerró.
— Tengo una decisión que comunicarte Eve.
—¿Que decisión?— me estaba sintiendo
inquieto de alguna manera.
Sus ojos eran más fríos que nunca,
parecían sin vida.
— Abortaras ese embarazo...— lo que dijo
fue claro pero se sentía distante ante mis oídos.
¿Que estaba diciendo?
—¿Que? ¿P-porque? Pensé que este bebé era
muy importante para ustedes....
Ella prefería no mirarme directamente.
— Pasaron muchas cosas últimamente
querido, todos ya saben que Andre no esta embarazado. También se enteraron que
eres nuestro vientre de alquiler... Mi esposo se enojo muchísimo y se fue de la
casa. Ya nadie puede encontrar paz.. además hemos arruinado tu vida también. Tu
hermana... Imagínate que pasaría si ella se enterara... Sería difícil cuando tu
padre esté libre. No podrías explicarle.— pauso— está decisión ha sido pensando
en la felicidad de todos.
Aunque me dijera mil cosas yo...
— Señora Jadar, no puedo hacer eso.— fui
más decidido de lo que esperaba.
Su rostro se volvió serio.
— Debemos hacerlo, querido. Debes
recordar que tenemos un acuerdo. No tienes derecho sobre ese bebé, solo
nosotros podemos decidir su destino....
Un golpe de realidad fue capaz de ahondar
en mi corazón.
— decidimos que lo que te estoy diciendo
se hará...
No podía ser posible.
— ¿Y que dijo el señor Hazad? ¿El tampoco
quiere a este bebé?
— así es, ni Andre, ni mi hijo quieren
seguir con este embarazo... Para ellos es muy difícil decirte esto.. así que me
pidieron hacerlo.
Instanteamente puse una mano sobre mi
vientre.
— ¡Siempre he creído en ti! ¡Pero me
engañaste como un idiota primo! — el grito sabía que no sería fácil.
— Kemal, supe que era Eve demasiado
tarde, ¿crees que si lo hubiera sabido aceptaría?— paseo por toda la habitación
en desesperación.
— ¡porque no me dijiste cuando lo
supiste, nunca me diste una razón para alejarme de él más que decir que no era
para mí! ¡Que solo debía concentrarme en estudiar!
Mi celular comenzó a sonar. Lo corte de
inmediato, debía calmar a Kemal, sabía lo compulsivo que podía llegar a ser.
—¡¿Que querías que hiciera?! ¿Tu crees
que esto fue fácil? Era un secreto no podía contárselo a nadie.
—¡Eve también... Diciendo que alguien de
Estambul lo había dejado en embarazo! ¿Tu lo convenciste verdad? ¡Para que se
volviera un mentiroso de primera como todos ustedes, el también jugó con mis
sentimientos!— suspire.
— No metas a Eve en esto, el es inocente.
— ¡Todo es tu culpa! ¡Todos ustedes son
unos mentirosos! — no pude hacer nada cuando salió azotando la puerta.
El día estaba lluvioso así que me aferre
a mi abrigo saliendo detrás de la señora Jadar, hasta su auto.
— Oh, Eve ¿a dónde vas?— mi mirada estaba
perdida no podía enfocar al señor Sihan.
— Vamos a la clínica señor Sihan.
— ¿Estás bien? ¿Paso algo malo?— negué
con lágrimas incipientes.
— Ya no quieren a este bebé señor Sihan.
El me miró queriendo decir algo, pero la
señora Jadar tomo mi mano y me hizo subir al auto.
No podía hacer más que sostener mi vientre con fuerza.
Ya no puedo, ni quiero renunciar a ti.
°Capitulo 46°
°Maratón final de la primera parte°
— Bueno Sihan, ¿Que pasa?
— Al fin, ¿Dónde estabas amigo?— recordé
la discusión con Kemal hace unos momentos.
—¿Porque? ¿Paso algo malo?
—¿Acaso no sabes que está pasando? — su
tono era claro de preocupación.
— ¿De que estás hablando?
— Vino tu madre y se llevo a Eve para
hacerle un aborto.— me levanté de inmediato.
—¿Que estás..?
— Así como escuchaste, Eve también te
llamo ahora deben estar llegando al hospital central.
— De acuerdo, voy en camino.
— Siga por aquí.— una enfermera me hizo
entrar a la habitación ante la mirada de los doctores listos para cualquier
cosa.
— Por favor póngase esto.— una bata color
azul estaba puesta entre mis manos y la tomé con todo el miedo en mi interior.
No quería hacer esto, pero tampoco tenía
otra alternativa.
A paso lento fui para poder cambiarme y
volver ocultando mis lágrimas.
— Por favor recuestese sobre la camilla,
ya estamos preparados para comenzar.— el temor que sentía me impedía caminar
correctamente sentía que en cualquier momento me faltaría el aire, una voz en
mi interior era firme ante su decisión de no hacerlo.
Tome mi vientre entre mis manos y me
entregué al llanto.
Aún con toda la velocidad del mundo no
era suficiente, debía impedirlo a toda costa.
Un timbre, dos timbres.
— Maldicion.— golpeé con furia el volante
ante ninguna señal de responder.
— Eve responde, no lo hagas por
favor.....
Me sentía perdido como si tuviera algún
peso infinito sobre mis hombros, no quería ver a la mujer que se acercaba
rápido a mi.
El tan solo respirar dolía.
— Señora Jadar... Usted puede irse yo
quiero quedarme solo.— no quería ningún contacto de su parte.
Ella me tomo de los brazos.
— Escucha, siempre estaremos aqui cerca
de ti, siempre te ayudaremos en todo lo que necesites.— ya no quería
escucharle, no quería nada de su parte, pero mi voz no salía.
—No llores, sabes que es lo mejor para
todos.... Que dios te proteja y que tu vida este colmada de bendiciones y
alegrías.— era recio a su toque.
— Ve tranquilo y muchas gracias por
todo.— aguante un sollozó cuando quiso abrazarme pero lo impedí.
Saque fuerzas de dónde no tenía y corrí
hasta la entrada perdiendome entre las personas hasta que mis piernas dejaron
de moverse y comenzaron a temblar dejándome tocar el suelo.
Deje salir todo lo que tenía contenido en
el fondo de mi corazón, cada parte de mi dolia como si fuera mi alma hubiera
salido de mi cuerpo, porque los sollozós y las lágrimas no eran suficientes.
Estacioné en el primer lugar que encontré
y ante la nieve que caía sobre mi corrí hasta llegar a ese lugar.
— ¿Eve Demirel dónde está? — la enfermera
me miró un momento antes de volver a su registro.
— La operación del señor Eve acaba de
terminar, ya deben haber salido.
Sus palabras fueron tan contundentes que
no podía procesarlas con total claridad.
Daría vuelta entera al hospital con tal
de encontrarle pero sería probable que no lo encontrará, había llegado
demasiado tarde. En la entrada tampoco había señal de Eve incluso del auto de
mi madre, no había nada.
Mi interior me gritaba ante mis
pensamientos confusos que Eve no lo habría hecho, por supuesto que le creía
pero si lo hubiera hecho tampoco podía recliminarle o decirle algo hiriente, el
había sufrido demasiado por nuestra culpa.
Me dolían las piernas de tanto caminar,
pero no me importaba lo suficiente. Solo quería alejarme de todos y encontrar
algún lugar donde refugiarme el mayor tiempo posible.
El poco dinero que había sacado se perdió entre las manos del taxista y ahora
no tenía manera de comprar algo de comer y ya me sentía exhausto.
El viejo campanario era tan hermoso como
lo recordaba, los pasillos eran estrechos pero con un ambiente de calma que
siempre me resultaba reconfortante
Solía venir aquí cuando era niño y mi padre siempre nos maltrataba prefería
venir aquí encondiendome para que no me encontrará.
Algunas aves del lugar eran mi única
compañía y corria detrás de ellas intentando alcanzarlas, nunca lo lograba.
Me recliné contra la gran fuente de agua
dejándome caer a su lado, no podía pensar en cuanto tiempo me quedaría pero
solo podía pedir que está paz volviera a inundar mi corazón.
— ¡Señor Hazad!— Ayse me recibió con los
brazos abiertos mientras lloraba en mi pecho.
— Dígame qué sabe dónde está mi hermano,
no ha regresado y estoy muy asustada.— mis brazos le rodearon con fuerza.
— Ya lo estamos buscando no te preocupes.
— Llame al joven Kemal también pero me
dijo que no sabía nada y que lo que le pasará a mi hermano no le importaba y no
tengo a nadie más...— se aferró a mi tratando de encontrar el aire.
— escúchame Ayse, encontraremos a Eve. Yo
te lo prometo ¿está bien?— me miró poco convencida.
— No entiendo nada señor Hazad, hace
mucho tiempo que actúa muy extraño, yo no tengo a nadie mas que mi hermano y mi
papá, el joven Kemal era un buen amigo pero ahora parece que nos odia.— limpie
sus lágrimas.
Ella tenía razón la noche había llegado y
era claro que estaría muy preocupada.
— No estas sola yo estoy con ustedes dos
y siempre lo estaré.
Sus ojos sonrieron con más calma.
— Muchas gracias por todo señor Hazad, no
sé que sería de nosotros sin su ayuda... Siempre está cuando más lo
necesitamos, no se usted pero yo... Lo considero parte de mi familia.
Sus palabras me tomaron por sorpresa,
pero más que extraño, se sentía calido de alguna manera.
Q & A
Holi corazones espero que estén muy bien, les
habla Mila.
Cómo ya casi solo faltan solo 4 o 5 capitulos
mas para terminar la primera parte y no sé cuándo volveremos a actualizar, les
traigo este preguntas y respuestas para responder muchas de las preguntas que
más me hacen a lo largo de la historia.
1 ¿Eres imparcial al momento de leer y de
traducir la novela?
Si, trato de ser lo más imparcial posible
porque ya la he leído y tengo muy claro mis preferencias pero me las reservo
para no dañar la lectura de los demas, por eso no ven mis comentarios en mitad
de la lectura o cosas así, cada quien es libre de pensar como guste.
Pregunta relacionada a la anterior:
2 ¿Tienes un personaje favorito?
Siiii jajaja yo creo que todos tenemos un
personaje favorito yo tengo dos los tengo en un lugar muy especial en mi
corazon.
3 ¿Odias a Andre? Aunque no lo crean está
pregunta me la hacen bastante.
Tanto como odiarlo no, creo que todos los
personajes tienen errores y nadie es perfecto, sus acciones no tienen alguna
clase de justificación pero me gusta mucho como personaje, que los personajes
sean tan imperfectos le da más realismo a la historia.
4 ¿El contexto es importante en la historia?
Una personita me hizo está pregunta y quería
ponerla aquí.
Si lo es, demasiado bajo mi punto de
vista porque eso influye mucho cuando decides odiar o amar a un personaje y más
aquí.
Estamos en un contexto dónde son
costumbres totalmente diferentes a las nuestras, dónde no se tienen las misma
libertades. Para estás personas es muy importante las cosas como el honor, la
castidad, el matrimonio, la posición es fundamental en la historia y otras
cosas mas, por eso en mi caso prefiero ser más objetiva.
5 ¿Puedes decir las edades de los personajes?
Tanto como decirlas con exactitud no
porque nunca las nombran en la historia, pero si los puedo orientar en algunos
personajes.
Por ejemplo.
Andre y Hazad tienen la misma edad.
Hazad si tiene una diferencia de edad
marcada en cuanto a Eve.
Eve es mayor que su hermana.
Kemal y Eve comparten la misma edad o al
menos no se llevan tanto.
6 ¿Eve es menor de edad o Ayse?
Está pregunta siempre la he querido
responder porque muchos dudaban al principio.
La respuesta es NO de hecho Eve ronda los
21 a 22, muchas personas se confunden porque la actitud de Eve frente a algunas
situaciones puede hacernos dudar pero no es así, en alguna parte de la novela
se cuenta que ellos no mantenian mucho contacto con otras personas gracias a su
padre y eran muy reservados a la hora de salir al exterior y Ayse vivió mucho
tiempo sin ver las calles después de enfermar.
7 ¿Habran personajes nuevos?
Si habrán, algunos amaran y otros odiaran
ya depende de cada quien.
8 ¿Es cierto que Andre fue infiel?
No, al menos no en su matrimonio. Eso es
algo que se explica más adelante.
9 ¿Cuánto falta para llegar al final?
No es una novela demasiado larga pero
faltan muchas cosas por resolver.
10 ¿Todos los personajes tienen final feliz?
Esta pregunta me la hicieron por todos
lados jajaja, prefiero reservar esos detalles porque se pierde la escencia de
la historia, pero creo que respondí en un tik tok. La felicidad es subjetiva.
Esas fueron las preguntas que más me
hacían y que quería responder en un apartado por si alguien más compartía la misma
duda.
Si tienen más preguntas relacionadas a la
historia pueden dejarlas en los comentarios y con mucho gusto les responderé,
podemos hacer una parte dos de este apartado si gustan.
Espero haberles ayudado a despejar sus
dudas aunque fuera un poco.
Mila💖
°Capitulo 47°
— Vamos hermano, duerme un poco no has
parado de ver ese teléfono desde ayer.— Sihan puso algo de comer frente a mi.
Ayse llegó a mi lado con algo de tomar.
— Por favor señor Hazad coma algo.
No preste atención la preocupación era
más inmensa, sin tener noticias de nuestros hombres era aún peor.
— es como si volviéramos a ser niños.—
Ayse suspiro.
— ¿Tu hermano se escapaba mucho de
pequeño?— Sihan tomo asiento a su lado.
— No, solo cuando mi padre peleaba
demasiado, corríamos con miedo... — pauso un momento y se levantó rápido
caminando hasta a mí.
— ¡Señor Hazad! Creo... Mi hermano se
ocultaba ahí de pequeño... Es un lugar.. no recuerdo bien su nombre.
¿Un lugar? ¿De pequeño? Los recuerdos me
inundaron el día de la despedida de Kemal, el hablo.
— El campanario....— Susurre.
— ¡Si! Ese es su nombre.
No perdí tiempo en tomar mi abrigo y
salir como si fuera lo único que podía pensar en este momento.
— ¿Suegra? ¿Se siente bien?— su mirada
parecía perdida en alguna parte.
Ella me miró de inmediato.
—¿Que le paso? ¿Porque está tan pálida?
— Estoy muy cansada Andre.— algo
ocultaba.
— Suegra ¿que pasó? No entendí nada de lo
que me dijo cuando hablamos.
— Este tema del bebé... Que yo misma
había comenzado, para hacernos felices a todos, para poder tener paz en esta
casa... Llegó a su fin. No salió en absoluto como pensé Hazad y tú solo se
llevan peleando todo el tiempo y no son felices... Quisiste morir... Por eso
pensé en terminar de una vez todo esto ya que fui yo quien lo comenzó.
— No entiendo.— no podía entender su
mirar.
— Tu deseó se cumplió querido, ya no hay
bebé.
— ¿Que está diciendo ahora usted?—
seguramente era otra de sus mentiras.
— Llevé a Eve al hospital... Dónde le
hicieron un aborto.
Las palabras se quedaron heladas en mi
garganta.
"Mira cariño ellos son los dueños de la
mansión Jadar." Papá sonrío mirando a las personas que se acercaban
parecían tener bastante dinero y sonreían felices.
"Ellos son quienes aceptaron que trabajarás
conmigo, son personas muy amables" no podía escuchar muy bien por la
música a tan alto volumen pero conseguí entenderle lo suficiente.
Detrás de ellos dos figuras más se hicieron
presentes.
"Hermano que estás mirando, mira pronto
traerán la granada" las palabras se Ayse pasaron rápido por mi mente pero
ella no estaba ahí, a través de la música mis ojos solo podían seguir una
persona.
Era la persona que más resaltaba entre los
presentes incluso de la persona a su lado.
Su cabello oscuro parecía brillar en la
oscuridad, sus ojos sonreían a todos nosotros demasiado deslumbrante para
apartar la mirada, sus ojos grises parecían sonreír igual que sus labios.
El traje rojo rubí contrastaba a la perfección
con el tono de su piel, me preguntaba si existía alguien que imponía tanto con
su presencia o solo era una alucinación.
Una que se perdía en el dije de oro que colgaba de su cuello y se perdía en su
camisa a desabrochar.
"Que miras cariño" papá se percató y
siguió mi mirar.
"Oh, la persona de traje rojo es hijo de
los señores Jadar, el chico que está a su lado de ropa azul es el sobrino de
los Jadar, al parecer tiene tu edad..." Trataba de hacer caso a mi padre
pero no podía, aunque trataba de enfocar el joven de cabello rubio mis ojos
siempre volvían a el.
Baje la mirada cuando una persona igual de hermosa
se acercó y entrelazó su mano con la suya.
"¡Hermano mira!" Ayse grito cuando la
granada llegó hasta la familia Jadar, pensé que llegaría a manos del señor
Jadar pero acabo en manos de su hijo.
La fruta se alzó en su mano frente a todos antes
de caer al suelo y romperse en mil pedazos.
Los aplausos no se hicieron esperar y la música
aumento.
El joven de cabello rubio se acercó a la mesa de
los trabajadores. Sentí la palma de mi padre tocar mi hombro.
"Hijo, el joven Kemal está preguntando si
quieres bailar."
"Uno, dos, tres, cuatro" susurre.
¿Cuatro anillos en una sola de sus manos? La otra estaba cubierta por su guante
negro, pero aún así quería admirar sus anillos.
Algunos trabajadores decían que esconde un
tatuaje en toda su mano.
Gire confundido pero mi padre reía.
"¿Dónde está tu mente? Ayse se fue a bailar
con el sobrino de los Jadar porque tú no le prestabas atención" el rubor
subio por mis mejillas.
"Ven vamos a bailar cariño" papá tomo
mi mano y me obligue a dejar de pensar en esa persona.
La noche continúo en celebración, los señores
Jadar miraban desde su mesa tomando vino tinto y brindando con los
trabajadores.
Los demás seguíamos bailando entre la música, me
alegraba ver a mi papá ser tan feliz al lado de sus amigos y divertirse. Su mano
sostenía la mía.
Papá se soltó un momento a lo que me preocupe y
lo busque entre la multitud.
"Papá" un par de ojos me miraron
seguidos de otros.
"Un momento cariño estoy hablando con el
señor Hazad, pero no seas descortés." Me tomo del brazo.
"Disculpe a mi hijo señor Hazad" su
mirada intimidante fue amable.
"No sé preocupe" me tendió la mano y
quedé anonadado observando los anillos que había visto de lejos anteriormente.
La tomé y trate sonreí sin decir nada.
— Señor Hazad... — mi cabeza dolía cuando
trate de abrir los ojos.
— aqui estoy no te preocupes Eve.—
estábamos en su auto me acomodé mejor para mirarle, pero no pude para el llanto
que escapó.
El auto se detuvo de inmediato.
— ¿Que pasa? ¿Estás bien?— oculte mi
rostro entre mis manos.
— No pude hacerlo... Señor Hazad no pude
dejarlo ir... — sentí como me rodeó con sus brazos fuertes.
— Gracias. Gracias por no hacerlo Eve...—
eso confirmo lo que siempre supe, el no renunciaría a este bebé.
Sus manos tomaron mi rostro y limpió mis
lágrimas.
°Capitulo 48°
— Algo dentro de mi me detuvo señor Hazad
y no pude hacerlo aunque se que este es su bebé, pero pensé que había una vida
creciendo en mi interior, que existe un corazón que está latiendo junto a mi
propio corazón.. escuchaba una voz diciendome que no lo hiciera.— le mire
mientras sostenía el té en mis manos.
— Me alegro que no lo hicieras.— su
mirada me reconfortó.
— Su madre, me dijo que usted había
renunciado al bebé, que no quería tenerlo. Pero en realidad no le creí.
— ¿Como supiste eso?
—No lo sé, bueno.. puedo verlo en sus
ojos señor Hazad.. Usted quiere mucho a este bebé, se que está ansioso
esperando que nazca.
Asintió.— Si, lo quiero con toda mi alma.
— Lo que no entiendo es porque la señora
Jadar lo hizo, todas las cosas que me dijo. Pensé que el bebé también era
importante para ella.
— El incidente de Andre fue algo que nos
marco a todos, no me sorprenderia que por eso lo hiciera. Quizás pensó que
resolvería algo. No tengo idea.
— lo siento me estoy entrometiendo en su
vida. — hablé mirando a otro lugar.
— No hablemos de eso ahora, yo si quiero
a mi hijo.
El silencio reino entre nosotros pero ya
no era incómodo, hace mucho había dejado de serlo.
— ¿Ya se lo comento a el?— ella se cruzó
de brazos.
— No se lo he dicho aún. Pero ya hablaremos.
Me acomodé frente a ella.
— Entonces Hazad no sabe nada de ello.
— no lo sabe.— confirmo mis palabras.
— Se va a poner como loco. — pase una
mano por mi frente.
— No teníamos otra salida.... Estábamos
cayendo a un abismo.. alguien debía hacer algo y lo hice.
— ¿Y Eve?— salió de mi boca.
— No te preocupes todo estará bien.
— ¿A que se refiere?
— Le dije a Eve que se fuera, ya no
existe nada que una a Eve y Hazad en esta vida, puedes estar tranquilo.
Deje escapar un suspiro que no sabía que
estaba conteniendo y la mire de nuevo.
Pero como si fuera un alma en pena se levantó y no la detuve una vez cruzó la
puerta.
— Hola Izma.
— ¿Que pasa Andre? — sabía que algo
estaba pasando.
— Mi suegra hizo que Eve abortara.— no
había porque ocultarselo.
— ¿Que estás diciendo? ¿Entonces el bebé
ya no existe?
— Así es, todo lo hizo mi suegra.
— ¿Hazad ya lo sabe?— me levanté y camine
por el lugar.
— Aún no lo sabe, pero ya te imaginarás
como reaccionara.
— Y tú estás feliz por supuesto.— sonreí.
— Por supuesto que lo estoy, sin ese bebé
Eve saldrá de nuestras vidas... ya nada lo une a Hazad, no sera un impedimento
para recuperar mi matrimonio.— imaginé a Izma capaz de reprocharme pero se
mantuvo en silencio.
No había más que decir realmente.
— Tengo un anuncio para todos ustedes.
El ambiente se llenó de tensión en el
salón ante las palabras de la señora Jadar.
El señor Jadar se levantó esperando una
nueva confrontación.
— El bebé.... Que está esperando estaba
esperando está familia.... Ya no existe.
El aire se llenó de tensión hasta que el
señor Jadar se levantó con un aura amenazante.
—Tu... — la ira se filtro por la
habitación.— ¡Cómo fuiste capaz! ¡A un bebé inocente!— la tomo del brazo con
fuerza.
— Cariño escucha..— las personas tomaron
al señor Jadar tratando de detenerlo.
—¡Quien te crees que eres tú para hacer
algo así! —su mano fue detenida antes que impactará contra el rostro de su
esposa.
Las personas que lo detenían pronto se
dieron cuenta que estaba perdiendo la respiración y tratando de ayudarle.
— Señor Jadar tranquilo por favor.— La
señora Bahar lo ayudo a sentarse y le pasó un vaso con agua.
—¡Sal de mi vista! ¡No quiero verte!
¡Largo de aquí!— su respiración era entrecortada.
— Vamos al hospital señor.— una de las
empleadas hablo.
— No es necesario... Solo llevenme a mi
habitación..
Su esposa salio del lugar sin decir nada
más ante la negativa de el, debía afrontar las consecuencias de sus actos.
De camino al jardín el auto de su hijo se
estacionó del otro lado y entonces llegó hasta el cuando paso la seguridad.
—¡Hijo querido!— corrió hasta el pero el
se alejo manteniendo una distancia prudente.
— Dime, ¿que sientes cuando me dices hijo
madre?— ella trato de encontrar una explicación a sus palabras.
— Pues lo que podría sentir una madre
Hazad... Amor... confianza... Orgullo.
El se ajusto el traje antes de mirarla
sin ninguna emoción.
— ¿Y yo no tenía ese derecho mamá? ¿De
amar a mi hijo? ¿De poder verlo crecer con orgullo? — las palabras de su hijo
eran firmes.
—¿Que dices hijo? por supuesto que lo
tenías..
— Si lo tenia, cómo fuiste capaz de matar
a mi hijo sin decirme nada, no tienes piedad... Ni siquiera con tu nieto.
— Hijo... Yo...lo hice porque tú no lo
querías...tu matrimonio con Andre estaba desmoronándose... El incluso intentó
suicidarse.
Su mandíbula se tenso.
— ¿Y me preguntaste algo mamá? ¡Tu no
eres nadie para decidir sobre la vida de mi hijo!— estalló.
— Hazad....
— ¡Te sentiste con el derecho de terminar
con su vida! Así de simple...
— Hijo...
— No vuelvas a llamarme así... Ya no señora
Jadar.. No solo mataste a mi hijo, si no que también a mi.
Ella lloró suplicándole.— no digas eso
Hazad...
— Ya no tiene un hijo llamado Hazad
señora.
Una nube dolorosa se disipó por todo el
lugar, al parecer estaba dispuesta a quedarse ahí para no desaparecer.
— Lo siento mucho Hazad... — me acerque
pero sus feromonas estaban tensas. — Yo no sabía, lo supe después...
Sus ojos fríos al fin me miraron.
— ¿y que hubieras hecho de saberlo?
Me saco de balance un momento.
— No se... Te hubiera dicho seguramente.
— ¿Estás seguro?— contraatacó.
— Ese comentario es muy hiriente Hazad.
Se que estás triste, pero estoy aquí a tu lado. Lo olvidaremos y empezaremos
otra vez, todo volverá a ser igual que antes.
Pase mis manos sobre sus hombros por
detrás de su cuerpo.
— Necesito tomar un poco de aire.
De nuevo se alejaba, rechazandome por
completo.
°Capitulo 49°
Tenemos maratón de capitulos corazones ya que
estamos muy felices y es que encontramos los capitulos faltantes 🎉 solo
nos faltaría uno, para tenerla completa, todo gracias a mi compañera Tefa que
hizo todo esto posible te amamos bebé cap dedicado a ti 💖
— Aquí tienes.— le tendí el vaso a Ayse
que estaba muy concentrada en su libro.
— ¿Que estás haciendo?— mi curiosidad
salio a flote.
— Estoy escribiendo todo lo que le
contaré a papá una vez este con nosotros... Ya casi termina la espera.. solo
faltan cinco días. Cinco días para reunirnos con el.— no podía ocultar su
felicidad.
— Eso espero.
— le contaré todo, incluso de mi cirugía.
"Dime ¿te vendiste por dinero Eve?" Su
mirada desaprobatoria fue cruel.
"¿Cómo puedes decir eso?" No sabía
cómo responder.
"¿Ahora eres el nuevo juguete de la familia
Jadar?" Cada palabra dolía más que la anterior.
" ¡Papá de que estás hablando!" Las
lágrimas se perdían por mi rostro.
"Desearía haber muerto antes de saber en qué estabas metido" negué
todo el tiempo.
"Que clase de padre fui que no pude criarte
como una persona honorable, ¡Tu eres mi desgracia!" Me incline frente a
el.
"Papá escúchame no es lo que tú
crees..." El no lo haría."te juro que aun soy una persona decente,
¿Porque estás diciendo eso?" Mi toque lo alejo.
" ¡No me toques! ¡No vuelvas a llamarte mi
hijo y vete con el dinero sucio que esa familia te dió!"
—¿Hermano? Hermano.— los pensamientos se fueron.
— ¿Dime?
— Que te pasa que no me escuchas..
— Si te escucho.— me miró dudosa.
— Te estaba diciendo que hablaremos de
todo...
Me encogí de hombros.— Si es lo que
quieres cariño.
— Si, tengo que hacerlo, no debemos tener
secretos entre nosotros. ¿Cierto? — le sonreí y me levanté.
— Voy a preparar el té.
— Perdona que te moleste a esta hora.
— Hazad tu eres como mi hermano, estaria
donde sea y a la hora que sea, lo sabes....
Trate de sonreír.
— gracias.
— ¿Que paso?— espero atento.
— Estoy muy confundido... Lo que estaba
bien se puso mal y lo que estaba mal se puso bien, Eve tiene un instinto
sorprendente con el bebé.. Aunque no sepa que también es su bebé lo salvó en
contra de mi madre.... Y nadie ha tomado en cuenta lo que yo pueda... Sentir
excepto Eve. Ahora ni siquiera puedo disfrutar mi paternidad....
Sonreí a medias.— solo logró ser feliz
cuando estoy con el.
Sihan guardo silencio.
— Por un lado mi esposo Andre, el me dijo
que sentía mucho lo que pasó pero sus ojos no decían lo mismo.— suspiré.
— Estoy tan confundido Sihan, no se que
puedo hacer...
El aire de la noche era frío, lo
suficiente como para congelar los minutos.
— Tu confusión está aquí.— señalo su
cabeza.— pero no aquí.— señalo su pecho.
— Tu, te enamoraste y el amor no se puede
controlar y decidir.. solo deja de escuchar a esto.— señalo su cabeza.— mejor
escucha a tu corazón y solo sigue sus latidos.
Escuchar a mi corazón...
"Nunca estuve tan aterrado en toda mi vida,
cuando llegue al hospital y me dijieron ya estaba hecho... Mi mundo se
derrumbó" sus ojos estaban fijos en mi.
Sabía que no tenía los ánimos suficientes para
comer pero aún así lo hizo por el.
"No piense más en eso.. el bebé está
bien." Miró hacía otro lugar "Cuando escapé solo quería huir y no
pensar en tener que dar explicaciones... Sentí como si realmente hubiera sido
capaz porque recordé aquella vez dónde le dije que quería abortar... Pero usted
me apoyo, pensé que se enojaría porque al final es su bebé. Pero no lo hizo, si
hubiera sabido que usted estaba allí habría regresado..."
Baje las escaleras tratando de ser lo más
silencioso posible pero el noto mi presencia enseguida.
— Andre... Ven aquí querido.
Respiré con algo de dificultad pero
estaba decidido.
— Siéntate.
Así lo hice, se veía más cansado de lo
habitual.
— Espero que te encuentres bien...
Baje la cabeza.
— Estoy bien suegro no se preocupe.
— Existe algo que quieras decirme...— sus
ojos se volvieron cálidos.
— Dilo, adelante te escucho.— temía que
mi voz no saliera.
— Lo desilucionamos mucho, solo quería
darle un nieto, pero la vida lo quiso de otra forma. No pude.... Yo— saque el
anillo brillante.— recuerdo cuando me dió este anillo y lo que me dijo, me lo
dió como un regalo por ser padre. Pero nunca lo fui... No merezco este anillo.
Se lo tendí pero solo lo miro.
— No niego, que un nieto tuyo y de Hazad
eso me hubiera hecho realmente feliz. Pero, mi felicidad no es más valiosa que
la tuya hijo, ni que tu estado de salud. Considero que tú felicidad sobre todo
bajo estás circunstancias es... Lo más importante, no pretendo nada más.
Tomo mis manos.
— Debemos aceptar el destino que Dios nos
da y sacar lo mejor de lo que nos toca.
Me quitó el anillo de las manos.
— Este anillo, sigue siendo tuyo hijo...
Este es el símbolo de el amor de la familia y tú eres quien más lo merece en
este momento. Por favor conservalo.
Mis ojos no podían soportar más y sonreí
entre lágrimas, sus palabras lograron calmar la odisea en mi mente.
— Gracias suegro, muchas gracias...— lo
abracé fuerte.
Sabía que no era digno de sus consejos
pero no podía evitar sentir calidez en mi corazón, el siempre con sus palabras
sabias lograba hacerme confiar en que todo mejoraría.
°Capitulo 50°
°Maraton final primera parte°
— Compraremos muchas velas y un past...
Toque el marco de la puerta arqueando una
ceja.
Ayse y el señor Sihan estaban extraños
desde la mañana.
— ¿Pueden decirme que planean?— una
sonrisa cómplice fue el detonante.
— No puedo creer que lo olvidarás
hermano. ¡Feliz cumpleaños!
Al parecer lo había olvidado por
completo, de igual manera nunca celebramos nuestros cumpleaños cuando estábamos
con nuestro padre.
— Feliz cumpleaños Eve.
Agradecí a los dos.
— Vamos a comprar algunas cosas, son
sorpresa a si que ya nos vamos.— Ayse miró al señor Sihan.
— Oh sí van a salir por favor compra
algunos tomates.— los acompañe a la puerta, ella asintió animada.
— Tengan buen día.— los dos salieron.
— Gracias Eve.— el señor Sihan cerro del
otro lado a lo que yo volví a la sala de estar.
Cosas como los cumpleaños nunca pasaban
más allá de un saludo, el dinero no era suficiente para hacer una celebración y
a mi padre no le gustaba nada que perturbara su paz.
Habían pasado muchas cosas estos días que simplemente me hicieron olvidarlo por
completo.
Tome el bolígrafo en mis manos.
Mi lucecita, hoy sentí una conexión muy grande
contigo desde que estás en mi vientre y la verdad es que... Me hace sentir
cálido solo con tu presencia.
Se que esto no está bien, que no debería
encariñarme así contigo porque tendremos que separarnos.
Pero no puedo evitarlo, cada día me siento más
conectado a ti.
Eres un bebé con mucha suerte sabes, tienes un
gran padre que se preocupa mucho por ti. Tu padre de verdad te ama y nunca te
dejará solo, lo sé.
Pero hasta entonces, hasta el día en que nazcas
y te vayas con el yo te protegere.. no dejaré que nada ni nadie te haga daño.
Eve.
Cerré el libro ante el sonido del timbre
y fui rápidamente.
Era el joven Kemal, estaba de espaldas
así que no pude ver muy bien su cara.
— Joven kemal...
— podemos hablar Eve.— su expresión no
mostraba ninguna emoción.
Una vez adentro hablo.
— Solo vine a preguntarte una cosa..
¿porque no me lo dijiste antes Eve?— ya sabía de qué hablaba.
— no podía hacerlo.
— ¿Como que no podias?— su mano impacto
sobre la mesa— Tu sabías de mis sentimientos, ¡yo te amaba! Y tú me rechazaste
mil veces, ¿pero que hice? Seguí insistiendo, pensé que con el tiempo llegarías
a amarme... Pero solo me estaba golpeando contra una pared.
— La señora Jadar me prohibido hablar de
esto joven Kemal. No había nada que pudiera hacer... Lo lamento mucho.
— ¡¿Si tú dices que lo sientes?!— frunci
el ceño—¡Seguramente disfrutabas viendo como hacía el ridículo frente a ti! —
me tense un poco no me gustaba su tono.
— Es conciente de las palabras sin
sentido que está diciendo.— mi tono era serio.
— ¿Que no entiende? No podía decirle a
nadie, La señora Jadar me advirtió que nadie podía enterarse de esto.— se
acercó amenazante.— lo siento pero di mi palabra.— fui más brusco de lo que
pretendía.
— Claro, ¡Tus estúpidos secretos importan
más que mis sentimientos! ¡¿Cierto?!— no sé si eran por las feromonas pero este
ambiente no me gustaba en lo absoluto.
— Joven kemal. Yo hice esto porque tenía
necesidad. Porque no tenía otra alternativa. Si busca algún culpable busque a
alguien más.
— ¿Para que? !Yo soy el único culpable
Eve! ¡Yo soy culpable de enamorarme! Porque te amaba como a nadie desde el día
en que te vi. No podía quitarte los ojos de encima, me enamore de ti... pero
fue en vano.— sus ojos destellantes fueron claros.
No pude procesar la información hasta que
sentí su mano tomar bruscamente mi brazo presionando.
— ¡Tenías que embarazarte de mi primo
Hazad por dinero! — mi cuerpo se estremeció por sus palabras fuertes al mismo
tiempo que sus movimientos.
— ¡Suelteme ahora! — con un movimiento
quite su mano que seguramente dejaría una marca en mi brazo.
Un sonido detrás de nosotros me hizo
apartar la mirada.
Ayse había dejado caer las bolsas de
mercado al suelo.
El joven Kemal nos miro antes de salir
azotando la puerta, me recupere del shock dando pasos apresurados.
— Ayse..
— ¿Estás embarazado?
— Ayse... No es lo que tú piensas ven
conmigo.. hermanita déjame...— su brazo se alejo de mi mano.
—¡No te atrevas a tocarme!— sus ojos
enojados no querían mirarme.
— ¿Entonces es verdad? ¡Estás embarazado!
— no podía negarlo. No a ella.
— Ayse mi vida te contaré todo...
— ¡¿Como pudiste hacer eso?! ¡¿Cómo vas a
decírselo a papá y mirarlo a la cara?!— tome una respiración profunda.
— Escucha existen muchas cosas que no sabes..
—¡¿Que es lo que no se?! ¡Eve estás
esperando un hijo del señor Hazad!
— Ayse, te lo explicaré todo.
— ¡Ya no quiero escuchar una palabra más
de ti!— me grito.
— Cariño por favor....
— ¡No te atrevas a tocarme!— se alejo
más. —¡Me provocas asco!
— Que.... Ayse.
Subió escaleras arriba y cerro con
fuerza.
— ¡Ayse! ¡Vuelve aquí ahora Ayse!
Subí detrás de ella y toque en la puerta.
— Cuando escuches mi historia verás que
tengo razón..
— ¡No importa me mentiste todo este
tiempo!— estaba llorando.
— No podía decirte Ayse, vamos sal y te
explicare todo.
— ¡No quiero hablar contigo basta déjame
sola! — me alejé.
— No tengo la culpa de esto... Te estaré
esperando abajo... Cuando estés más tranquila...
— ¡Te dije que te fueras vete!— la
preocupación subió por mis venas.
Baje las escaleras con el corazón entre
las manos y me recliné sobre el estante de roble.
Comentarios
Publicar un comentario