DEL 90 AL 100
°Capitulo 91°
°Maraton final segunda parte°
El día que había esperado al fin estaba
aquí.
— Que lindo eres Eve.
Ella puso el velo rojo sobre mis hombros.
— Gracias por todo Sira.— ella bajo la
cabeza.
— He trabajado por muchos años para esta
casa, por eso me puedes decir cualquier cosa yo siempre te ayudaré en lo que
pueda.
— Lo haré no te preocupes.
— Ahora vamos que te están esperando.—
apoyándome en ella, pude bajar las escaleras.
La ceremonia de hena sería en la mansión
Jadar, así lo dispuso la señora Jadar y mi padre acepto.
— Finalmente estamos aquí, tomando unos
tragos felices.
— Fue difícil pero es verdad... Deberías
ver en sus ojos la felicidad, la tristeza y el amor. Es imposible no perderse
en sus ojos imposible... estoy perdido amigo. estoy perdido y me enamore.— el
no oculto su sonrisa.
— A partir de ahora no estaremos tristes
solo brindaremos por la felicidad, salud amigo.
— Eso esperó.
****
— Bienvenido señor Murat. Que bien se ve.
El ambiente en el jardín era realmente
brillante y de acuerdo a todo lo planeado, sutil pero muy hermoso.
El velo blanco caía por mi cabello
terminando sobre una de las capas del traje, aquel era como un vestido en la
parte inferior por mi vientre.
Hazad paso por la puerta abrazandome por
detrás.
Tenía puesto un traje diferente a los
habituales, que hacía contraste con su cabello.
Nos miramos al espejo en silencio.
— Te amo Eve.... Serás mi esposo en unas
horas.
— Esto es como un sueño Hazad...
— Lo es. — sus manos sobre Aslan.
Sobre la mesa abrió una caja color negro
revelando un colgante.
Los recuerdos de aquella vez cuando me
entregó el otro en mi cumpleaños me abordaron en un instante, jamás me hubiera
imaginado que ahora estaríamos así, de esta forma.
— Es hermoso...— era otro igual al
anterior pero más brillante y mas pequeño.
— Tu eres hermoso.
Sus dedos hicieron a un lado mi cabello y
lo puso en mi pecho.
— perdón por interrumpir pero los
invitados están llegando deberías bajar hijo. Están esperandote, Eve bajará
después porque hablaremos aquí.— no quería quedarme solo con ella.— es una
tradición hijo.
Hazad se separó.— está bien, pero
regresaré para llevarme al novio.
Su madre se veía bastante contenta.
— Te ves hermoso siempre me ha encantado el
color de tu cabello, va muy bien con tu piel, es claro que el embarazo te
sienta bien.
Nunca había tenido mi piel tan expuesta a
los demás, la parte superior del traje revelando mis hombros y parte de mi
pecho.
— Hazad significa muchísimo para mí,
ocupa un lugar especial en mi corazón.
— Lo se señora Jadar, Hazad significa
mucho para mí también.
— Yo solamente estaré en paz si el está
en paz y como tú estarás feliz, yo estoy en paz. Recuerda lo que hemos vivido.
Al principio teniamos pensamientos diferentes ¿no es cierto? — rio.— ahora te
convertirás en el señor de esta casa, serás parte de nuestra hermosa familia,
haremos borrado y cuenta nueva. Eso es lo que haremos de ahora en adelante, no
hechare a perder la felicidad de mi hijo, además pronto tendrás a tu bebé en
brazos Eve querido.
Espero que sean muy felices juntos, deseo que seas feliz.
— quédese tranquila señora Jadar, no
quiero que nadie más salga lastimado, lo que ocurrio. Quedará enterrado en el
pasado para siempre.
— Eres un chico muy inteligente, muy
bien. Tu padre debió criarte bien.— tiro de mi brazo.— déjame ver, dame tu
mano.— Paso una pulsera color crema.
— Deseo que seas sumamente feliz, espero
que nunca se separen, recuerda todos mis consejos, recuérdame cuando mires este
joya.
— ¿Que sabes de mi Eve?
— ¿De Eve? ¿hermano Yuzür no has visto el
periódico?— el hombre bufó.
— por supuesto que no idiota, no dejan
que llegue nada gracias a un pequeño incidente. ¿Le paso algo a mi Eve?
— No hermano, cuando mencionaste a Eve
recordé los campos de algodón en Ankara están properando según las noticias.
— ¿Y que noticias tienes de mi Eve?
— lo normal hermano, todo sigue igual.
La música se hizo presente cuando camine
del brazo de Hazad, pronto los aplausos también no se hicieron esperar.
Llegamos al centro y Hazad me abrazo a su
cuerpo moviéndose al ritmo lento de la música.
— Eve soy tan feliz a tu lado.— cerré los
ojos escuchándolo.— podría morir sin ti en mi vida.
Todos parecían un mundo ageno a nosotros.
— Mi vida sin ti no tendría sentido.—
gire sobre mis pies apoyándome en sus manos.
Ayse seguía tomando fotografías, papá
estaba al lado de los Jadar hablando animandamente.
Era lo que quería para el resto de mi
vida.
— ¡Kemal!— el sonido brusco contra el
suelo frente a nosotros.
La música se detuvo.
Kemal estaba en el piso frente a
nosotros, la sangre corria por todo su traje.
— ¡Kemal!— corrí detrás de Hazad para
tocarlo.
Mis manos se volvieron rojas al igual que
parte de mi atuendo.
Las personas se precipitaron sobre el
entre la oscuridad, rogaba en mi interior que esto fuera una pesadilla.
— Si se muere no volvere a estar viva.—
se apoyó en mi hombro.
— No tía, Kemal no nos va a abandonar,
eso lo sé. Kemal va a estar bien.
La sala de hospital era fría y llena de
un ambiente para nada amigable, me detuve frente al general.
— Dígame oficial.
— Hablamos con los presentes y también
con los guardias de seguridad pero nadie vio al autor del disparo, ¿Su familia
tiene algún enemigo Señor Hazad? El historial muestra otros ataques.
— Yuzür lo hizo.— tia dijo al general.—
¡Yuzür le disparó! ¡Mi hijo se sacrifico por salvarle la vida a Eve!— mis
brazos la retuvieron.
— Cálmate tía, Yuzür está preso.
— haremos una investigación y le
informaremos si tenemos noticias.
La enfermera se acercó a mi.— ¿cómo está?
— Aún estamos tratando de extraerle la
bala, lo están operando, el doctor le dará los detalles pronto pero ha perdido
mucha sangre.
El señor Yusuf sostuvo a mi tía que
seguía llorando.
Vi al señor Andre pasar frente a mi sin detenerse,
aún quedaban los rastros de sangre en el traje y en mis manos.
— ¿Que pasó Bahar?
— ¡hirieron a mi hijo Andre! ¡A Kemal le
dispararon!
—¿Que dices? — las palabras hacían eco en
las paredes.
— ¡Por culpa de el! ¡Es todo por su
culpa! — Levanté la mirada.— ¡no quiero verte aquí ¿entiendes?! ¡Mi hijo está
peleando contra la muerte por tu culpa! ¡Ahora sal de mi vista, fuera!
Solloce alejándome lo más posible de
todos, pero Hazad llegó hasta donde estaba.
— Vamos cariño, no te alteres.
—Hazad yo no hice nada....— quería creer
que no era así.
— No lo es mi amor, tranquilo, vamos.
Me llevó hasta un lugar apartado entre
los árboles, como un pequeño jardín.
— Kemal estará bien. Se que saldrá de
esto, lo se.
Llore en su pecho.— el tiene que
salvarse.
— Sabes yo nunca lo deje solo... En
ningún momento, cuide de el y su madre siempre, como un hijo.— miró a la nada.
— Yo tenía diecinueve años cuando un día
llegó y me dijo hagamos una honda primo, yo le dije que no. Que podía lastimar
a los pájaros con ella.
Un día encontro una y no me lo dijo, creo que era de un amigo o algo así.
Entonces llegó a casa llorando, me dijo.... Le disparé a un pájaro primo aunque
tú no querías. — pauso, se que estaba tratando de no llorar.
— Ahora no sé que hacer. Fuimos a buscarlo, lo recogió y lo cuido por dos
semanas.. dos semanas lo cuido tan bien que el pájaro se recuperó.
El es un buen muchacho, se que estará bien, tiene que estar bien.
Como si de un reloj infinito se tratara
el tiempo seguía pasando y los sollozós continúando.
La sala de hospital no era el mejor lugar
donde debería estar alguien con traje de boda siempre es bien sabido.
Menos cuando la sangre estaba impregnada en el.
El doctor salió con expresión neutra de
la habitación.
—¿Como está? ¿Dígame abrió los ojos? — La
señora Bahar se acercó rápido junto a la familia.
El no dijo nada, la inquietud seguía.
— Hicimos todo lo que pudimos.... No
pudimos salvarlo....
Así fue como el eco por fin termino.
— No es cierto... — la señora Bahar se
sobresalto sobre el.— ¡tráigame a mi hijo de vuelta! ¡Tiene que hacer algo! —
el señor Yusuf y el señor Sihan la apartaron.
Hazad cayó sobre el suelo sin poder
creerlo, mientras las lágrimas del señor Andre caían sobre sus manos que
sostenían a la señora Jadar.
Yo me sentía como un espectador más
viendo todo desde la distancia, mientras trataba de que las lágrimas no
siguieran empañando mi visión.
— ¡Mi hijo! ¡Mi hijo murió por tu culpa!
¡Tu mataste a mi hijo! Kemal murió por tu culpa! — cada oración alcanzaba mi
cuerpo temblando.
En dolor en el pecho era más fuerte que
en el cualquier lugar.
Como podía salí a tropiezos del hospital,
sintiendo las miradas de los demás sobre mi como si la culpa no fuera
suficiente, el dolor pasaría pero los recuerdos quedarian.
Recuerdos que atormentan, destruyendo
alma y corazón.
°Fin de la segunda parte°
°Capitulo 92°
— ¿Como voy a soportar el dolor?.. ¿como
voy a vivir ahora?, ¡ya no quiero seguir viviendo Hazad! — tía Bahar se dejó
caer en mis brazos.— déjenme al lado de mi hijo... Estoy sufriendo ayúdame
Hazad no aguanto más... No puedo soportar este dolor.
Sus sollozós se calmaron, reemplazados por
ira.— ¡Eve mi hijo murió por culpa tuya! — la tomé con fuerza.
— Tía basta, no hagas esto por favor..
— ¡Esperó que te mueras maldito! ¡Que
nunca más puedas ser feliz!— quería liberarse pero no la deje.
— Andre ayúdame llevando a mamá a casa.—
El hizo lo que le dije y se fue junto a la señora Kundana, el ambiente fúnebre
del cementerio no era amable.
— Era tan joven Hazad... ¿Porque lo
mataron?... ¡¿Como pudieron hacer esto?! Encuéntralos Hazad, encuéntra los
responsables.
— Lo haré tía, te prometo que lo haré,
pagarán por esto aunque me cueste la vida... ¿De acuerdo? — la llevé con el
resto de la familia.
— Papá llevala a casa.
El me miró extrañado.
— Déjenme solo, yo estaré con ustedes
después.
Las gafas oscuras ocultando mis lágrimas
que resbalaban y caían sobre su lápida.
— Eve querido, por favor deja de llorar
así, no quiero que te abrumes estamos muy preocupados por ti, tienes que ser
fuerte por tu bebé.
— Hermano no hiciste nada, por favor no
te culpes.. todos piensan que fue Yuzür el que lo hizo pero nadie lo sabe, por
favor Eve no estés así por tu hijo.
Aparté la mirada.
— No puedo imaginar el dolor que está
sintiendo la Señora Bahar, me siento tan mal por esa pobre mujer...— llore una
vez mas.
Un quejido de dolor me acompaño al instante.
—¿Estás bien hermano?
— ¿Eve? ¿Te sientes bien hijo? — Asentí.
— Estoy bien papa, cómo está tan grande
me duele cuando me patea.
Ella no se veia convencida pero me creyó.
— ¿Como voy a vivir con este dolor Kemal?
Encontraré a tus asesinos cueste lo que cueste. Yo te lo prometo, tanto a ti
como se lo prometí a mi tía, quizás me maten también pero creeme que lo haré,
ellos pagarán por lo que te hicieron. Ahora descansa en paz....
Me levanté del suelo sacando mi arma.
— ¡Escuchenme atentamente! ¡Encontraran
el responsable de esto y van a traerlo frente a mi!— el sonido de los disparos
hicieron eco, las lágrimas no paraban.
— Espere.. pare por aquí por favor.
El auto se detuvo frente a una farmacia.
—¿Eve que hacemos aquí?
— Se me acabaron las vitaminas papá, voy
a comprarlas y los alcanzaré luego.
—¿Hijo quieres que te acompañe?
— mejor vayan ustedes yo llegaré después
papá.— el auto continuo su rumbo así que pude aproximarme al hospital más
cercano.
el sonido de mi teléfono me saco de mis
pensamientos.
—¿Bueno Hazad?
—¿Como estás?— su voz era tenue.
— Estoy de camino a casa, ¿Tu cómo estás?
Silencio.— quisiera estar mejor.
— Hazad lo lamento tanto...— hubiera
deseado quedarme con el.
— Yo también.
— ¿Dónde estás? quiero verte.
— Me iré a casa Eve, la familia me
necesita.
¿Como podía calmar su dolor?
— Tienes razón, debes ir, pero yo no
debería ir contigo.
— Lo se, tenemos que darles tiempo, pero
me disculpó contigo por mi tia.
— Lo se descuida, nadie merece un dolor
tan grande Hazad, nadie...
— es verdad.... Nos vemos luego.— el
dolor en mi pecho era insistente.
— Adiós cariño cuídate.
Mire una vez mas el teléfono en mi mano
antes de entrar al hospital.
— Disculpe.
— ¿Se encuentra bien?— una enfermera fue
a mi encuentro.
Las palabras se quedaron atascadas en mi
garganta siendo reemplazadas por los sonidos de dolor, como si mi estómago
estuviera siendo atacado con algo puntiagudo.
— ¡Necesitamos llevarlo con el doctor
rápido!
— La culpa de esto es toda suya señora
Jadar, el destinó está vez no tuvo nada que ver.
— Largate.— me miró furiosa.
— El destino ahora son sus actos, por
culpa de sus planes estúpidos ahora Bahar acaba de perder a su hijo.
— ¡Dije que te largues de esta casa
Andre!— empujó mi cuerpo lejos de la habitación.
No podía sacarme de esta manera.
— Mi bebé... — el doctor estaba a mi
lado.— ¿Mi bebé está bien?
— por ahora se encuentra bien pero
estamos esperando algunos exámenes, podría entrar en labor de parto y estar en
gran peligro.
Lo mire confundido.—¿Peligro?
— según el registro de su embarazo su
útero aún no esta listo para ello, pero podría tener contracciones en cualquier
momento.
— Por favor ayúdeme doctor.
— Por ahora debe tomar reposó, debe estar
en control y quedarse unos días aquí.— mi mente se negó enseguida.
— No puedo.
— Pero tiene que hacerlo, necesita reposó
como le expliqué en cualquier momento podría tener contracciones.
— No puedo quedarme aquí doctor, no puedo
su padre me necesita. Hazard me necesita, tomaré las medicinas como lo indica
pero tiene que dejarme ir doctor.
El seguía negandose.— Señor Eve eso es
muy riesgoso.
— Yo le prometo que tomaré las medicinas,
por mi propia vida y la de mi bebé, tomaré lo que me diga regularmente.
—¿Como está mi tia?— Andre venía bajando
las escaleras.
— Está mejor hijo, el doctor le dió un
sedante para calmar sus nervios, no dejo de llorar en todo el día siento tanta
pena por ella.
— Iré a verla.
— ¡No, cariño! Estuvo muy nerviosa y
ahora esta durmiendo, ahora mismo voy a ver a tu padre.
— Esta bien, mamá. Yo voy a salir un
momento.— Me miró sin decir más y se alejó.
— Hazad ¿estás bien?— Se acercó despacio.
— Lo estoy Andre, muchas gracias por todo
lo que estás haciendo, por apoyar a la familia en este momento.
Se encogió de hombros.— Sabes que lo
haría sin pensarlo Hazad, pero te conozco de muchos años y se que no estás
bien, ¿quieres hablar? Solo como amigos por supuesto.
—Te lo agradezco Andre pero tengo que
irme.
Tome su brazo en agradecimiento y volví
por mis propios pasos, solo necesitaba algo.
Me recliné en el asiento, la noche seguía
oscura pero mi corazón era el más inquieto.
Fue un gran acierto que el doctor me
dejará volver sin más.
El cachorro se trepó a mis piernas así
que lo atraje a mi sin hacer demasiado esfuerzo.
— ¿Que pasa pequeño? ¿Tienes frío?— lo
rodeé con mis manos.
Una figura dió largos pasos entre la
tenue luz.
— ¿Como estás?...— sus ojos estaban
brillantes.
El cachorro abandonó mi agarre.
— Como si fuera a explotar...— me levanté
tocando sus mejillas.
— Duele tanto...— nunca lo había visto
llorar, la máscara de Alfa imponente ya no estaba, solo quedaba el rastro de
alguien que había llorado todo este tiempo.
Con su mano junto a la mía pude lograr
que se sentará, yo haría lo mismo a su lado pero en vez de eso me hizo sentar
en sus piernas, abrazandose a mi.
— ...Un momento por favor...— su rostro
estaba oculto en mi pecho.
— Como quisiera aliviar tu dolor.— quise
verlo a la cara porque mi corazón dolía desde que llegó.— quisiera, curarte
aunque sea un poco.
— Solo quédate así... Por favor no me
abandones nunca.
— Hazad yo nunca te dejare. Te lo
prometo.
°Capitulo 93°
— Quiero todos los números telefónicos a
los que llamo Kemal, ve a la estación de policia y consíguelos.
Deje el teléfono a un lado cuando Sihan
estaba llegando en un traje negro.
— Buen día amigo, ¿que haces? Ya casi es
hora de irnos.
— Bienvenido, tengo algunas cosas que
comentarte.
Me miró extrañado.
— Encontré algo, fui a la estación de
policia.
—¿Que es?
— Ví todos y cada uno de los vídeos de la
boda y encontré algo.— el se acercó.— existe una luz roja que estuvo presente
entre nosotros, pero el objetivo no es Kemal.
—¿Que extraño? ¿Entonces quien?
— Soy yo.— mi mandíbula estaba por
romperse. Le indique en la pantalla.— Si puedes verlo siempre estaba sobre mi,
giramos con Eve, cuando Kemal lo ve, el cubre a Eve y luego...ya sabes lo que
pasó.
— Esto es peligroso Hazad, quiero decir
¿y si tratan de matarte de nuevo?
— No lo sé Sihan, quizás si, quizás no.
Pero debo saber quién fue.— la cinta seguía rodando.— Mira, Kemal se ve
nervioso miraba para todas partes ¿lo ves? Sabía que pasaba algo malo.
— ¿El sabía de esto?
— No tengo idea, no tendremos respuesta
hasta encontrar al asesino.
— Es así, pero vamos que es tarde Hazad.
Deje la pantalla y me levanté.
— Cera dile a las muchachas que nos
preparen un rico almuerzo para esta tardé.
La mujer asíntio.
— También los quiero todos reunidos aquí,
vamos a almorzar todos en familia.
—¿Que pasa cariño vendrán a darnos más
condolencias o algo así?
— No, será solo entre la familia y no
quiero que nadie se atreva a faltar ¿me escuchas?
— Está bien pero dime qué pasa..
— Lo sabrás cuando llegue el momento.
Hazad sonrío a mi padre y a Ayse cuando
llegaron, mi corazón podía salir en cualquier momento.
— Lo lamento, no quería casarme de esta
manera pero así son las cosas.
— Hizo lo correcto después de tantos
errores, por favor no se preocupe.— papá habló con seguridad.
— Podemos empezar señor Hazad.— el hombre
a mi costado hizo presencia.
— Estámos listos.
Eran demasiados sentimientos que me
impedían arrepentirme.
— Hoy nos hemos reunido aquí para
formalizar a esta pareja que ha realizado la petición y declarado su intención
de casarse, de acuerdo con la información recaudada no existe impedimento para
formalizar esta relación, por lo tanto procederemos con la ceremonia en
presencia de sus invitados y testigos. — Me miró.— primero usted Eve Demirel,
sin presión y por voluntad propia ¿acepta a Hazad Jadar como su legítimo
esposo?
— Acepto.— sonrei.
— Ahora usted señor Hazad Jadar, ¿Acepta
a Eve Demirel como su legítimo esposo?
— Acepto.— apreso mi mano bajo la mesa.
— Gracias, ¿los testigos están de
acuerdo?— Alec y el señor Sihan hablaron al unisono.
— Bien, procedemos a las firmas.— ellos
plasmaron su letra en el papel y luego yo hice lo mismo después de Hazad.
Mire a papá y seguía con su sonrisa
dulce.
— Por la autoridad que me confiere el
municipio de Estambul, es para mi un especial orgullo declararlos esposos,
muchas felicidades.
La emoción era imposible de explicar.
— Muchas gracias..
— Les deseó lo mejor, felicidades.— el
juez se retiró.
Hazad tenía mi mentón en sus manos.— Eve
no importa lo que pase.. no importa dónde nos lleve el destino, siempre estaré
aquí para ti, siempre te voy a amar te lo prometo por mi vida.
— Y yo seré tuyo hasta el día en que me
muera Hazad.
— En el momento en que mi hijo murió yo
también morí con el.— me partía ver a Bahar de esta forma, de esta casa es la
única persona que no se merece pasar por todo esto.
— Ya basta cariño, deja de llorar que me
falta el aire verte así.— la señora Jadar la abrazo.
— El tiene que sufrir lo mismo que yo...
El dolor de perderá un hijo.... Solo entonces mi corazón encontrará paz.— no
estaba pensando con claridad.
— Bahar en este momento tienes que ser
fuerte. Levántate vamos a casa. Tarde o temprano las personas pagarán por sus
pecados ya lo verás no te preocupes Bahar.
Trate de levantarle.
— Tienes razón Andre.— sollozós en mi
hombro me volvían más sensible de lo que esperaba.
Este embarazo era demasiado complicado de
llevar para mí y más si estaba enfrentándolo solo.
— Bienvenido a casa querido.— no quería
estar aquí pero el señor Jadar había insistido demasiado.
— Muchas gracias.— si no tuviera a Hazad
a mi lado no sé que pasaría.
— Mi deseo es.. que este matrimonio le
traiga suerte a nuestra familia y que ustedes sean felices juntos. Eve, no
quiero verte mas afijido de ahora en adelante tu eres un miembro más de esta
familia.. Hazad te entrego su corazón.... Y además me darán un nieto, ahora que
estás en casa cuando sea que necesites de mi ayuda siempre estaré ahí para ti.
— Gracias señor Jadar y confie en mi, no
les daré molestias ni a ustedes ni a Hazad...— sabía que ya lo era para otras
personas.
— Ahora entremos ...adelante.— aún podía
decirle a Hazad que yo no debía estar aquí, no podría ver a la señora Bahar a
la cara, aúnque habían pasado días se que ella no querría verme.
Seguimos dentro de la mansión y agradecí
internamente que solo estuviéramos nosotros.
— Toma asiento, por favor querido.
Tampoco podía rechazar la bondad del
Señor Jadar.
— No te preocupes amor..— Hazad susurro
en mi oído despacio.
— quería que estuvieran todos, pero no es
necesario esperar más.— hablo a Sira y a Ayla.— Hazad y mi querido Eve se
casaron.
Ellas aplaudieron de alegría absoluta.
— Quiero que lo traten como a alguien más
de esta familia.
— Bienvenido Eve.— Ayla y Sira sonreían
con alegría.
— ¿que esta diciendo el Cera? ¡¿Que está
haciendo el aquí?!— la señora Bahar, Jadar y el señor Andre entraron juntos.
— ¡¿Que está haciendo en esta casa?! ¡El
fue quien mató a mi hijo! ¡Es la razón por la que Kemal está muerto! ¿Como
pudiste casarte con el Hazad?
— Tia por favor, Eve no es culpable de
nada.
— Hija .. ¿porque culpas a Eve? Ni
siquiera sabemos todavía quien le pudo hacer esto a Kemal.
—¡¿Que está diciendo?! ¡Mi hijo se murió
ahora está bajo tierra! ¿Como pudo dejar que se casarán? Hazad... Que hiciste.
— ¡Eve ahora es mi yerno! ¡Pertenece a
nuestra familia y a esta casa junto con su esposo! ¡El es el padre de nuestro
nieto! Tendrán que acostumbrarse todos a esa idea. Todos ustedes, ¡Eve es mi
yerno y no irá a ninguna parte!— el señor Jadar se puso en pie.
Me sentía peor que nunca siendo el motivo
de otra discusión.
— ¡No lo acepto! ¡Nunca será mi familia!
— Cera....— espeto.
— Vamos cariño.
— ¡Nunca te saldrás con la tuya Eve!—
Hazad estaba por levantarse también pero lo detuve.
— Tía Bahar suficiente...
El señor Andre me lanzó una mirada mordaz
antes de salir de la casa.
— creó que necesito usar el bañó... — me
excusé escapando del ambiente incómodo.
— ¡Siento que ya no puedo soportarlo
Izma!— caminaba con furia pura al auto.
— ¡Andre por el amor de Dios tienes que
calmarte! ¡Se conciente de que llevas un bebé en tu vientre!
— ¡lo hago pero no sirve de nada! ¡No
tengo vida! ¡No logro llenar el vacío que sigue ahí y no desaparece! ¿Que
esperas que haga? — suspiro del otro lado.
— Vas a terminar perdiendo a tu hijo por
estás acciones....
— Eso no puede pasar... No de nuevo.
— Entonces cálmate, la señora Kundana
esta muy preocupada por ti, ve a verla y tomate un tiempo.
— No llores... Estoy aquí.— Descubrió mi
rostro.
— Lo se...— el dolor me golpeó de nuevo,
esto no estaba funcionando.
— ¿Estás bien?
— Está bastante grande y me duele cuando
me patea.— lo tranquilice.
— No hay razón para angustiarse, yo sé
que... Será difícil pero esto ya pasará, todos estamos tristes pero yo te
protegere con mi vida.
— No estoy enojado con ella, estoy
enojado con nuestro destino Hazad, ella no merecía sufrir todo esto.
— Con el tiempo ella se dará cuenta que
eres inocente porque yo encontraré al culpable.
— ¿Y si te lastiman Hazad?
Había miedo en mi mirada.
— Nada me pasará y podremos vivir
esto...— su teléfono fue estridente.
— Gracias Sihan.— paso su mano por mi
espalda.— Me tengo que ir ¿Seguro que estás bien? Te notó algo pálido, mejor le
pediré a Sihan que venga ¿Te parece?
— estoy bien ve tranquilo.
— Bueno, si necesitas algo dile a Sira.
Salió a paso rápido y yo solo pude
recostarme en lo primero que pude encontrar, me dolía todo el cuerpo.
—¿Que paso ahora Andre? ¡¿Que pasa! Me
tenías bastante preocupada..
— Hazad y Eve se casaron.— su expresión
de sorpresa.— pensé que nunca se casarían pero ahora Eve es el nuevo señor de
la casa ¿Puedes creerlo?
— No puedes hablar enserio, ¿Después de
todo?
—que tipo de amor es ese...— alejé las
lágrimas.— No se que hacer... A pesar de que estoy embarazado, a pesar de la
señora Jadar y aún peor del fallecido Kemal ellos se casaron. Nadie pudo
impedirlo.
— está bien nadie puede cambiar los
hechos, se fuerte por tu bebé. Necesito que te cuides, las personas pueden
casarse pero también pueden separarse..
— Mamá estoy arto de oír las mismas cosas
todo el día, necesito tiempo para mí solo. No quiero nadie, solo estar solo un
tiempo.
Subí a empacar mis cosas, no sabía a
dónde ir, pero me obligaria a estar bien.
— ¿Que estás pensando?— Sihan seguía
mostrándome las pruebas pero mi cabeza no estaba con el.
— Estoy pensando en Eve, lo deje solo en
casa por venir, ahí todo es un desastre, el dijo que estaría bien, pero se que
no.
— Bueno es difícil Hazad, me siento
horrible por el y por Bahar... Vamos ve, quédate con tu esposo, yo me quedaré y
cuando tenga noticias te llamo.
Si esto seguía tendría que irme con el,
pero eso mataría a mi padre me sentía entre la espada y la pared.
— tengo suerte de que seas mi amigo...
— Me voy a sonrojar, vamos ve a casa.
Salí esperando que todo estuviera bien.
Todo se hacía difícil, no había podido
comer demasiado y tampoco podía salir de esta habítacion sin temor, incluso
escuché como la señora Bahar había prohibido que mi puerta se abriera.
Pero el dolor había desaparecido y eso me
alivió.
— ¡Hazad llegaste!
— ¿Que estás haciendo aqui solo? ¿Porque
no bajaste a cenar?
— Estaba descansando.— mentí y arqueo una
ceja.
— ¿Ellos fueron malos contigo cierto?
— no, nada de eso, de verdad estoy muy
bien. — eran suficientes peleas por hoy.
— Bueno, ya que descansaste ahora nos
vamos.
— ¿A dónde? — se acercó.
— Solo prepárate, pronto lo sabrás.
°Capitulo 94°
La sorpresa de Hazad era una cena en el
restaurante del señor Sihan, fue una sorpresa realmente grata haber compartido
con el después de la cena, había olvidado los malos tiempos y el dolor había desaparecido
por igual.
Estaría listo para hablar con la señora
Bahar, sentía que podía hacerle ente ser que yo nunca quise un dolor así para
ella, ya no era un sentimiento de culpa, era un sentimiento de tristeza al
pensar que si tan solo hubiera rechazado a Kemal y nunca le hubiera dado
esperanzas aceptandolo nada de esto habría pasado y ella tendria a su hijo.
— Bueno dime Kadir, como va el proyecto
de los cultivos orgánicos.— el hombre se puso tenso.— ya sabes, Hazad ha estado
muy ocupado últimamente, cuéntame si existe algún problema en la empresa.
— No se preocupe señor Jadar todo está
muy bien, el proyecto está en proceso, sera largo pero les aseguro que valdrá
la pena teniendo ideas como las de Hazad.
— muy bien, asegúrate que esto vaya bien,
la empresa está invirtiendo mucho dinero en ello. Apoya a Hazad en lo que se
requiera.
— Por supuesto cuente con ello, no
fallaremos.
— Dime, cuál es el trabajo...
— Quiero que mates a alguien, escuché que
eres el mejor en eso.— mire las cámaras, Sihan era un estupendo actor.
— ¿Para cuando?
— Mañana...— el hombre dudo.
— No puedo hacerlo.
— ¿Porque?
— Acabo de fallar en un negocio. Necesito
esperar al menos un par de días.— deje la parte superior de mi abrigo y abrí la
puerta.
Enseguida mis hombros salieron detrás de
mi rodeándo al hombre.
— Ahora vas a contarme todo sobre ese
trabajo.
El miedo a flor de piel en sus ojos.
Sus brazos fueron flexionados detrás de
su cuerpo y en segundos estaba atado en la silla.
La parte superior se doblo con brusquedad
cuando lo sujeté con fuerza.
—¿Quien te contrató?
No respondió así que mi mano voló sola
hasta impactar su rostro.
—¿Porque le hiciste eso a Kemal? ¿Que
quieres de nosotros? Vas a contarme quien te dió el dinero.....— seguía sin
hablarme.
Otro golpe, el hombre era un desastre de
sangre.
Estaba perdiendo la paciencia.— Si no
hablas, no saldras libre de aquí. Me encargaré personalmente de matarte... Así
que habla.
— Kemal me dió el d-dinero, tu eres el
objetivo.... Kemal quería matarte.— rio.
— ¿Hazad ya llegaste? — la puerta se
cerró.
—¡¿Que clase de persona eres?!
— Señora Bahar...
Estaba frente a mi observandome con odió.
— ¿Como puedes vivir en esta casa? No
eres más que un mentiroso...
— Señora Bahar...
—¿Crees que no se lo que hiciste?
Engañaste a Kemal con tus mentiras y luego lo abandonaste ¡Luego pensaste que
yo creería tus palabras!
— Señora Bahar, no siga por favor yo no
he hecho eso..
—¡¿Como te atreves a mirarme a los ojos?!
¡mentiroso!— el dolor regresó pero está vez mucho más fuerte que antes.
Me doblé sobre el suelo.— Señora Bahar...
— Era tan jóven... Mi hijo era un
muchacho bueno, le esperaba una vida larga y feliz.. pero tuve que enterrarlo
con mis propias manos ¡¿Eres feliz ahora?!
No podía respirar, el dolor era
insoportable y sofocante.
— Ayúdeme por favor... Señora Bahar...—
grite en desesperación.
— Eres tan cruel... ¡Ese bebé es solo una
excusa, todo es por dinero y por tu ambición! Tomaste la vida de mi hijo sin
piedad... ¡Nada bueno vendrá sobre ti después de eso!
Solloce tratando de alcanzar mi teléfono,
sabía que no llegaría estaba demasiado lejos.
— ¡Esperó que sufras lo que yo sufrí!
— ¡El teléfono por favor se lo ruego! —
cada minuto era peor que el anterior, todo mi cuerpo temblaba.
Ella salió de la habitación azotando la
puerta.
— Señora Bahar... ¡Alguien ayúdeme!
El sonido de mi teléfono.
Como pude me arrastré para tomarlo sobre
el suelo, este calló a junto a mi cabeza mientras perdía el conocimiento.
— Hazad ya basta es suficiente...
— ¡¿Quien te dijo que dijieras eso?!
¡¿Quien te dijo que culparas a Kemal?!
Me detuve.
— Nadie... El me pidió que lo matará, el
me pagó... Luego cayó en la trampa que era para usted.— La ira era infinita.
— ¡No me mientas maldicion!— mis hombros
fueron sujetos.
— Puede creerlo o no... Kemal vino a
mi... Me dijo que lo matará en su momento de mayor felicidad dijo que el
también estaría ahí, que me diría cuando hacerlo, pidió que el otro novio
estuviera a salvó...
— ¡Escuchá basura miserable! ¡¿Quien te
obliga a decir eso?! ¡Si no me dices la verdad te mataré! — mi mente estaba
cegada.
— Kemal lo hizo .. me contó cada detalle
de la boda.. nos reunimos... Entregó setecientas mil Liras... Dinero en
efectivo.
La ira fue reemplazada por la tristeza.
Era el dinero que Kemal había pedido a la
empresa.
— ¡Me obligaras a matarte! ¡Ahora si te
mataré! ¡Escoria!— me abalance pero Sihan y los demás no me permitieron
tocarlo.
— Cálmate Hazad.
Como podía hacerlo, mi corazón se negaba
a creer algo asi, pero una parte de sus palabras no sonaba tan alejada de la
realidad.
— No es posible papá, nadie contesta el
teléfono.
El teléfono rodó sobre la mesa.
— Siento que mi corazón está por estallar
Ayse, algo le pasó a mi hijo. Si estuviera bien contestaría el teléfono...
— Papá es una casa grande, si no tiene el
teléfono con el no lo escuchará.
— Señor Demire si algo hubiera pasado ya
lo sabríamos.— Alec le alentó.
— Como es esa casa, nadie nos avisaría si
se incendiara... No, tengo que ir a ver a mi hijo ahora.
— Papa, ellos acaban de casarse quizás
querian algo de privacidad, quizas fueron a cenar juntos mira la hora que es...
— la oscuridad del otro lado de la ventana hacia todo más lúgubre.
— Intentemos llamarle más tarde, quizás
olvidó el teléfono en alguna parte, alguien podría contestar, si no podemos
llamar al señor Hazad.
—¿Que vas a hacer Hazad? ¿Le contarás
esto a tu familia?— la policía desaparecio en el acto.
No sabía cómo podría decirles que alguien
de mi propia familia intento matarme.. alguien que era como mi hijo...
En el auto mi mente seguía sin encontrar
la paz, no sabía cómo sentirme. Incluso cuando llegué a la mansión y vi a mi
tía mirando a la nada perdida no sabía cómo hablar y que decir.
— Hola tía .. ¿Como estas?— camino frente
a mi.
— No estaré bien hasta saber que le pasó
realmente a mi hijo... La policía no pudo encontrar nada ¿o si? Tu ahora
también renunciaste.. ¿a quien le importa Kemal?
— Por supuesto que no tía, encontraremos
al asesinó... — no podía hacerlo.
— ¡Entonces encuéntralo Hazad! Porque
hasta entonces este fuego en mi interior no cesará.
— quédate tranquila. — Pase por su lado a
la habitación.
La puerta no cedía, pero con un poco de
fuerza lo hizo.
— ¿Eve?— di un paso más.—¡Eve! — corrí
hasta sostenerle en mis brazos.
Estaba inconsciente con las manos sobre
su vientre. — ¡Eve despierta!
— ¡llamen una ambulancia! ¡Ahora!— el
pánico se hacía peor.— Eve, vamos despierta.
— estoy muriendo de la preocupación Ayse,
algo me dice que nada está bien, llamaremos al señor Hazad ahora.
Ella hizo lo que ordeno.
— tampoco contesta ¿no es asi?— con sus
cosas en mano camino fuera.
— papá yo voy contigo.
— Yo también señor Demirel, déjeme
acompañarle.
El se negó.— No Alec muchas gracias pero
me gustaría que te quedarás por si llega alguna noticia, Ayse me acompañara.
— Señor no puede entrar, espere afuera
por favor.— me impidieron el paso.
Solo podía ver cómo se llevaron a Eve de
mi lado.
— Aqui está mi hijo... Hazad hijo..— papá
y mamá llegaron a mi lado.
— Hijo mío, ¿como estan? ¿El bebé está
bien?
— No se mamá, pero ellos estarán bien.
Eve y mi hijo lo estarán.
— rezaremos por ellos...
— Mama, ¡te dije que estuvieras
cuidandolos! ¿Esta es tu idea de cuidarlos? Que pasaría si no llego a tiempo....
— Hijo el no sale de su habitación no
sabíamos.— debí suponerlo.
Ayse llamando se veía en mi teléfono.
— Señor Hazad estoy muy preocupado por mi
hijo, disculpe molestarlo a esta hora, estoy un poco nervioso ¿todo está bien?
Me gustaría hablar con el.
— Estamos en el hospital ahora mismo.
— Sabía que mi presentimiento no era en
vano, ¿en que hospital? Dígame qué mi hijo está bien.
— No lo sabemos, los doctores están con
el no se preocupe, yo les avisaré en cuanto sepa algo.
— No se preocupe usted, ya vamos en
camino.
Era imposible hacer que todo esto pasará.
Cuando la llamada termino el doctor salió
y pude interrumpir su camino.
—¿Como está el?
— Comenzó el trabajo de parto, pero su
útero aún no estaba del todo listo para esto. Ahora los dos tanto la madre con
el bebé corren peligro.
— Doctor por favor que no le pase nada mi
esposo y a mi hijo. Haga todo lo posible.— el asintió.
— lo estámos haciendo, ahora puede entrar
a verlo pero no por mucho tiempo...
Con la preocupación latente corrí para
llegar lo más rápido posible.
Desperté con mi cabeza punzando de dolor.
— Mi bebé... ¿El está bien? Dígame algo
por favor ¿el está bien?
La enfermera sonrío.— Ahora debe
descansar...
Llore en silencio mientras ella
desaparecía.
— Por favor que el este bien.— unos ojos
grises cruzaron el umbral.
— Hazad... El bebé... Que haré si le pasa
algo... Es por mi culpa...
— Tranquilo cariño, todo estará bien.
— El doctor me dijo que me quedara en el
hospital pero no hice... Pensé que tomando la medicina estaría bien Hazad...
— No les pasará nada, no te culpes a ti
mismo.
— Aslan no nos dejara ¿cierto?— podia
calmarme si me hablaba como el solo sabe hacerlo.
— No lo hará, tendrá una larga vida con
sus padres, será un niño muy saludable y pronto tendrá muchos hermanos..
seremos una gran familia Eve.— soñarlo... Soñarlo era demasiado hermoso.
— Deja de llorar, tienes que estar
tranquilo...
— Llame para preguntar por un paciente
Eve Jadar, llegó de emergencias hace un par de horas...
— ¿es familiar del paciente?— piensa
Andre.
— Soy su hermano del extranjero.
— Su estado es crítico tiene riesgo de
parto.
— Entiendo, muchas gracias.— al menos la
ansiedad que me estaba desesperando sesaria.
Salí del baño sintiéndome peor que antes,
esto era demasiado frustrante, las lágrimas se amontonaron.
Solo espero que al fin se muera de una
vez por todas, así no tendría que pasar por este embarazo solo...
— ¿Hijo puedo entrar a verlo?— camine
hasta ella.
— No por ahora, su padre y su hermana están
con el.
— mi nieto y mi yerno saldrán del
hospital muy pronto, se que eso pasara.— mi padre seguía sentado sin decir nada
hasta este momento.— Dios nos bendice con el, le dió un corazón que late,
también dejará que puedas tenerlo en tus brazos hijo.
El señor Demirel llegó detrás de mi
llorando.
— ¿Que ha pasado Eve está bien?
— el estaba bien, pero comenzó a ponerse
muy pálido y los doctores nos sacaron.— Ayse hablo por el.
Pronto los sollozós se hicieron más
fuertes algo estaba pasando.
— ¿Doctor que esta pasando? ¡Dígamelo por
favor!
Me miró con la presión subiendo por mis
venas.
— Lo llevaremos a la sala de parto,
tenemos que sacar a el bebé ahora, no tenemos más tiempo.
°Capitulo 95°
No podía detenerlo, no pude detener que
el oficial le contará sobre el asesino de Kemal a tía Bahar y que ella hubiera
venido al hospital, a reclamarme por no haberle dicho que ya el asesino de
Kemal estaba tras las rejas.
- ¿Como puedo decirle eso a mi tía papá?
Como puedo decirle que Kemal quería matarme a mí. No puedo decirle esto a nadie
papá...
-¿Como puede odiarte de esta manera? A
ti, a mi como un ser humano podría hacerle esto a su familia... Tu siempre
fuiste como un padre para el.. como fue que su amor se destruyó, no logró
entenderlo... Como llego a este punto, hiciste muy bien en guardar silencio
hijo... Este será un secreto entre tu y yo, nos lo llevaremos a la tumba. De
esta manera nadie sufrira mas en esta familia.
Mi mente y mi corazón aún seguían con
Eve, de quién no sabía nada y no me dejaban pasar..
-Como lo dije papá, si se entera de esto
se pondrá más triste... Deja que me odie por ello, se que con el tiempo se le
pasará, otro dolor tan grande no lo soportaria...
Me levanté del asiento.
- Será mejor que vayan a descansar, yo me
quedaré aquí, les haré saber si pasa algo.- me acerque a la familia.
- ¿y piensas quedarte aqui solo Hazad?
- Mi papá está cansado vayan a casa.
- yo me quedaré, no dejaré a mi hijo
solo.
- Yo también me quedaré.. - El señor
Demirel se negó.
- Ayse tu tienes escuela mañana, será mejor
que estes en casa.
- Ayse, le diré al chófer que te llevé a
casa, háganlo por favor.- papá se fue del brazo de mamá.
Eve estaría pasando por mucho dolor, no
podía sentirme en paz, si era necesario no volveríamos a tener hijos, todo sea
por su bienestar.
- Siento que me estás ocultando algo
desde hace mucho tiempo....
- ¿Como podría ocultarte cosas Yuzür?
Piénsalo, yo que siempre he estado a tu lado.
- Lo veo desde que hablo de mi Eve y
cambias de tema repentinamente. ¡Si estás ocultandome algo voy a matarte
hermano! - grito por el teléfono.
- no estoy ocultandote nada hermano, lo
juro.
- Más te vale, a propósito, tengo
noticias...
El hombre miró a todos lados.
- Estoy a un paso de mi libertad.
- ¿Es enserio Yuzür?- la felicidad
reinaba el día.
- Solo necesito hacer unas cosas más y
estaré libre para volver con mi Eve, solo esperalo.
- ¿familiares del señor Demirel?
El señor Demirel y yo nos acercamos
rápido, después de estar dando vueltas por todo el lugar.
- Digame, que pasó con mi hijo. Este
silencio nos está matando señorita.
- ¿Usted es el esposo?- me señalo y
asentí.
Una sonrisa espléndida. - Felicitaciones,
es padre de un hermoso príncipe, la madre estará muy bien, fueron muy valientes.
Padre.... Esa nueva palabra no
abandonaría mi mente y mi alma nuevamente.
- Mi nieto y mi hijo están bien...
El me abrazo con alegría.
- Nació mi hijo... - Susurre sin poder
creerlo.
- Buen día, me gustaría saber sobre la
condición de mi hermano. Eve Jadar.
Ojalá fueran buenas noticias para mí.
- Espere un momento....- silencio.-
Buenas noticias, su hermano ya dió a luz, tanto el como el bebé están bien.
El teléfono resbaló de mis manos.
- Malditasea.
- Señora Jadar buenas noticias.
Ella se giró.- ¿Hablo Hazad Ayla? ¿Ya
nació mi nieto?
- Así es y el bebé está bien.
- Gracias al cielo, escuchaste eso
cariño, escuchó nuestras oraciones.
- Gracias al cielo Cera.- Subió las
escaleras.
- ¿A dónde vas cariño? Espérame..
- ¿Como que a dónde Cera? Voy a ver
remodelar el cuarto de mi nieto.
- Es tan pequeño...- mis ojos no podían
apartarse de él pequeño ser que se movía dentro del recipiente de cristal.
- Los seres pequeños crecen más rápido
que los otros, me alegro que sea saludable, con eso me basta.- El señor Demirel
no dejaba de llorar.
- ¿Como está Eve? ¿Ya lo llevaron a su
habitación?
- Todo perfecto, lo llevaremos pronto,
ahora examinaré al bebé, luego vendrá un neonatologo a examinarlo, después de
eso lo llevaremos con su padre, pueden relajarse ya no hay ningún peligro.
Felicidades.
- Muchas gracias.- toda la angustia, toda
la ira y los demás sentimientos fueron reemplazados por una inmensa felicidad.
- No se que podemos hacer Cera, Bahar no
sabe que solo se esta destruyendo a si misma.
- Siento tanto dolor por ella, no merece
sufrir así pero también me preocupa que siga lastimandose...
El hombre seguía pensando.
- ella no será capaz de soportar todo
esto ahora.
-¿Y si la trasladamos a otro lugar por un
tiempo? Tal vez a ella le haría bien..
-¿Y como vamos a hacerlo?
- ¡Ankara! Podemos enviarla a Ankara,
puede quedarse dónde mi hermana, quizas de esta manera se recupere pronto
cariño.
- ¿Hazad dónde está mi bebé porque no lo
traen?- pase una mano por el arreglo floral que sostenía el cabello de mi
rostro, no estaba ahí.
- Lo están examinando amor, está muy
saludable. Tranquilo.
- Muy bien entonces quiero verlo.
- Hijo mío, recién estábamos con el bebé
está bien, si fuera de lo contrario no estaríamos sonriendo así.- papá hablo.
Eso me relajó bastante.
- Sonreíste.- Hazad rio.
- Mi hermoso hijo, ahora es madre y se
preocupa mucho por su hijo. - Me abrazó con fuerza.
La enfermera llegó con la misma sonrisa.
-¿Como esta mi bebé?
- Está en perfecto estado a pesar de todas
las complicaciones, su peso y altura están en rango.
- ¿Si todo está bien porque sigue en
observación? ¿Porque no me lo traen aquí?- necesitaba tenerlo en mis brazos.
- Es por precaución se quedara allí unas
horas luego en la mañana podrá tenerlo y prepárese porque estará muy
hambriento, usted también está bien, los dos estaban en riesgo pero usted fue
muy fuerte.
Me sentía agotado físicamente pero tenía
todas las fuerzas al pensar en Aslan.
- Vendrá luego una compañera para
ayudarle con la lactancia, nos vemos.
- gracias.- volví a reclinarme contra la
almohada.
Toqué mi pecho que se sentía sensible, mi
corazón rebozando.
- Eso quiere decir que soy papá...
- Asi es.
- Al fin podré tener en mis brazos a
Aslan.- lo imagine entre lágrimas.
Como sería su cabello, su pequeña cara..
el color de sus ojos.
No podía parar de hacerlo.
- Eve... Me has hecho mucho más feliz de
lo que imagine que podría ser... - beso mis labios fugaz.- te lo agradezco.
- Yo te lo agradezco a ti.- murmure
despacio.- Hazad podrías hacerlo algo por mi....
Asintió.
- llévame a verlo... Aúnque sea de
lejos..
Sin decir más, me tomo de la cadera para
ayudarme a ponerme en pie. La bata de hospital fue reemplazada por un traje de
seda gracias a la enfermera, no quería que Hazad viera mis cicatrices aún.
Respirar el aire fuera de la habitación
era tranquilizador, mi interior se llenó de luz.
La lucecita que estaba en mi interior
ahora estaba fuera y me guiaría por el resto del camino.
- El es aslan.
Las manos sobre mi rostro y mi esposo
detrás de mi sosteniendome.
- Es tan pequeño Hazad ¿no te parece?
- Así es, pero es una gran luz para
nosotros.
- Mi hijo... Mi amor... Mi lucecita.
Me apoyé sobre el vidrio. Era más hermoso
de lo que imagine.
- No llores, no llores ....mira Aslan está
aquí, con nosotros... Saludable y feliz y tú también estás conmigo.- volvió a
sostener mis caderas haciendo que lo mirara.
- Me asusté mucho de que algo pudiera
pasarle... Entendí con claridad a la señora Bahar...
- Basta cariño... Aslan también sanará las
heridas de mi tía.
- Eso esperó.- Solloce.- lo entendí... En
la vida no siempre tendremos días felices Hazad... Pero mientras ustedes dos
estén a mi lado siento que nada me vencerá.
- Lo se.- me envolvío en sus fuertes
brazos.
****
- Buenos días...- Hazad susurro cargando
un montón de cosas en sus brazos, trate de no reir, Aslan dormía en mis brazos.
- ¿Vas a pasar todo el tiempo durmiendo?-
se acercó a Aslan.
- No lo sé, eso tendremos que
descubrirlo, si es imperactivo lo cuidaras tu, si no, lo haré yo.
Rio por mi comentario besando mi frente.
- ¿Que es eso?- era demasiado, incluso la
habítacion estaba adornada.
- Cosas que necesitaremos, ropa, pañales,
esas cosas... Las enfermeras me dijieron que comprar. Mi mamá también traerá
algunas cosas, vendrá pronto. Mi papá se levantó muy temprano lo único que
quiere es ver a su nieto.- me encantaba cuando hablaba tan espontáneo y
divertido.- están emocionados...
- Te ves muy cansado.. ¿no quieres
dormir?
- puedo dormir más tarde, ahora quiero
estar con ustedes.
Miramos como Aslan se removía entre
sueños, podía morir de ternura.
- Señor Hazad muchas gracias por lo que
trajo, me encantan los dulces. Gracias.
La enfermera llegó.
- Espero que los disfrute.
- Le traje algunos a usted señor Eve. Son
roscas dulces para que disfrute con su familia, lo felicito su bebé es hermoso.
- Gracias.
- Veo que el príncipe está durmiendo,
pero muy importante que no olvide que tiene que amamantarlo cada dos o tres
horas. Si me necesita, solo llameme y vendré enseguida.
Las personas de este hospital eran
demasiado amables, tendría que agradecerles después.
- Está durmiendo como un ángel. Como lo
podré hacer Hazad.
- Déjalo dormir..
- Puede bajar su azúcar en la sangre,
debo despertarlo y amamantarlo. - El me miró con sorpresa y yo solo sonreía.
Cuando ví que el mismo empezó a despertar
y sus ojos azules como el cielo me observaron casi a punto de llorar Hazad se
alejó tomando asiento a mi lado.
- No me digas que llorara...
- No lo hará...- Coloque mi pecho al
descubierto junto sus labios y lo acepto, habían crecido un poco más la última
semana.
Hazad no apartaba la mirada atento a su
expresión, el calor subiendo por mis mejillas, el nunca había visto tantas
partes de mi cuerpo al descubierto, pero debía recordar que ahora éramos
esposos.
- Sus ojos me recuerdan al colgante que
tienes en el pecho.
Lo mire confundido para que luego mis
ojos recorrieran la joya azul y luego a Aslan.
Los dos tenían el color del cielo.
°Capitulo 96°
- Andre estás llorando de nuevo....- sus
manos sobre mi rostro.
Esto se volvería una costumbre entre los
dos si continuaba así...
Rodé los ojos ante su comentario
aferrandome a la sábana que cubría mi cuerpo, de repente una canción que
recordaba en un antiguo tiempo empezó a sonar.
- Vamos a bailar, quiero que olvides lo
que sea que te pasa.- tomo mi brazo y me saco de la cama sin poder impedirlo.
Nuestros cuerpos empezaron a moverse al
compas de la música suave, mi mente aún seguía en otro lugar.
-¿que está pasando..? Que últimamente
pienso demasiado en ti...- susurro la letra de la canción en mi oído. Comencé a
reír de la nada, realmente era un pésimo cantante.
- Te hice reír.- dijo alegre.-acabó de
recordar la secundaria con esa canción, ¿lo olvidaste?
Como podía hacerlo, Hazad, Kadir y yo
éramos tan unidos. Todo eso termino cuando Kadir me confesó su amor, un amor
unilateral porque mi corazón siempre perteneció a Hazad.
- ¿Estás bien Andre? Estás pálido...- las
náuseas habían regresado.
-No es nada. - me aparté de su lado
caminando hasta el baño.
- Mi querido.. felicitaciones también
Eve.- La señora Jadar saludo.- Míralo, espero que tengas una vida feliz mi
amor.- dijo hacía Aslan.
- Veo que estás muy bien querido Eve.
- gracias suegro, estoy bien.
- Y nuestro nieto también está bien, está
saludable, gracias alá por esto, es una bendición para nuestras vidas.- el
señor Jadar tenía una espléndida sonrisa.
- Mira eso cariño, tienes los ojos y
cejas de Hazad es igual a el. - Aslan no dejaba de moverse en su cuna.
- Esperó... Que tu hijo sea un gran hijo
como tú lo has sido y que se convierta en un gran hombre Hazad.
- Si se parece a su abuelo será
suficiente.
El señor Jadar se acercó a tomar mi
muñeca sacando de su traje un brazalete de esmeralda.
- Esto...- lo puso con cuidado.- es de mi
abuelo paterno, su madre se lo dió cuando fue padre. Ahora es tuyo, espero que
te traiga suerte y mi deseo es que tengas muchísimos hijos más.
- Muchas gracias suegro.
Mire el brazalete en mi muñeca parecía
resplandecer a la más mínima luz.
- ¿Vas a salir Andre? A dónde irás en tu
condición, has tenido mareos toda la mañana.
Izma se pasó en frente junto a Kadir,
nadie podía detenerme, tenía que irme.
- Por eso voy a ir al hospital, ustedes
no tienen que cuidar de mi todo el tiempo no soy un niño.
Ellos me miraron con desaprobación
después de todo ese hospital no estaba lejos del todo, Izma sabía que no iría
solo por mi mismo.
- Tu madre me pidió que te cuidara porqué
no dejas de hacer cosas que no te llevan a nada bueno.
- Tu no vas a retenerme Izma, esa mujer
no es nadie y yo soy libre de salir si quiero hacerlo.- Kadir no dijo nada al
respecto.
- Ha pasado mucho tiempo desde que la
enfermera se lo llevó y aún no traen a mi bebe, papá ayúdame quiero ir a
verlo.- El me detuvo de los hombros.
- Eve no puedes levantarte tan
repentinamente recuerda que aún estás en reposo. Esperemos unos minutos más ya
vendrá hijo
- Pero no lo hace papá, yo quiero ver a
Aslan.
- Esta bien hijo, ya lo traerán aprovecha
y descansa un poco, ven recuestate aquí.
- Disculpe, yo soy familiar de los Jadar.
¿Podría decirme cuál es su bebé?- no podía distinguirlo pero la enfermera lo
señalo.
- muchas gracias.- las lágrimas pronto se
precipitaron sobre mis ojos nublados.
- Mira que hermoso eres....- me apoyé
sobre el vidrio cuando las lágrimas empezaron a caer.- como un angel....
Sin duda sería pelirojo como el, se podía
intuir bajo su pequeño atuendo para nada se parecería a alguien más.
¿Porque me dolía el pecho de esta manera tan despiadada?
-¿Que estás haciendo tu aqui? - la señora
Jadar se cruzó de brazos.- explícame.
- Ese bebé sería mío... Yo iba a tomarlo
en mis brazos, yo iba a ser feliz con Hazad e íbamos a criar ese niño juntos.
Miro a todos lados antes de hablar.
- Yo siempre hice todo lo que pude, tu lo
arruinaste todo. No debiste ir dónde Eve y decirle que era su bebé.
- Usted me engaño desde el principio, uso
los óvulos de Eve sin permiso, lo hizo sola cuando podía haberme dicho. Todo
después de eso es culpa suya.
- La misma historia de siempre, las mismas
palabras de siempre ¡Ya basta! Ese bebé es hijo de Hazad y Eve, ellos se
casaron, ellos están enamorados. Lo quieras tú o no esa es la realidad.
Sonreí.- parece que disfrutará está
situación.
- Lo único que me importa es que mi hijo
tiene a su bebé en brazos, el resto no me importa. Mira tu también tendrás un
bebé, pronto también podrás cargarlo en tus brazos. ¡Se agradecido!
- Pero mi hijo crecerá sin su padre,
Hazad no estará con nosotros.
Sabía que yo tenía razón, una razón que
me partía el corazón.
-¿Y quién es el único culpable? Si me
hubieras hecho caso, no estarías mirando a ese bebé desde la ventana ahora.
Todo trae sus consecuencias querido. Es el destino.
Se encogió de hombros.
- No quiero verte en este lugar y Hazad
tampoco lo quiere.- dijo bajo.- no hagas escándalos por favor, ahora vete.
- no se preocupe, puedo irme yo solo, No
necesita acompañarme.
- Eve porqué te levantaste ya te traerán
al bebe.
Suspire dando pasos apresurados.
- Lo sé papá, pero no me siento
tranquilo, necesito verlo.
- está bien.
Una cabellera albina conocida se disipó
bajando las escaleras.
-¿Ese no es el señor Andre? ¿Que está
haciendo aquí?
Camine más rápido, hasta llegar con la
señora Jadar.
- ¿Se levantó mi yerno a ver a su
príncipe?
-¿Y mi hijo? - segui sus ojos.
- el está perfectamente bien, eso dijo el
doctor, ahora está durmiendo y pronto lo llevarán contigo.
- Pero, ¿porque vino el señor Andre?
dígame.
- Dijiste ¿Andre? No lo se. No lo he
visto.- estaba jugando conmigo.
- Como que no, lo acabó de ver bajar la
escalera.
- No querido, yo estuve aquí todo el
tiempo, bueno te diría si lo he visto caminando por aquí. Creo que estás
confundido por el cansancio.
No estaba confundido, sabía claramente lo
que ví, aún así guarde silencio.
****
- No me importa si el juicio continúa,
¡porque aún no estoy libre! Se supone que ya debería estar afuera.- la mano del
hombre estampó contra la mesa.
- Cálmese señor Yuzür, he hablado con el
juez lo suficiente, usted estará libre más pronto de lo que piensa.
Aúnque tuviera mucho dinero de forma no
honesta parecía no poder obtener lo que más quería; su libertad.
- Se me está agotando la paciencia,
espero salir hoy mismo o lo mataré con mis propias manos abogado.
- Está bien, corregiremos este error, le
prometo que usted estará libre señor Yuzür confíe en mi.
- Eso esperó, necesito ver a mi Eve.-
hablo áspero.
- ¿quien?
- Mi Eve abogado.. es lo único que me
importa.
- Eso es, solo un poco más querido.
- Muchas gracias señora jadar.- le
devolví el vaso.- está realmente delicioso pero ya me dió tres vasos y ya no me
cabe nada más.
- Querido es un vaso pequeño, tómalo. Te
ayudara a producir más leche. - mi padre interpuso otro vaso con algo que
parecía tener frutas.
- para eso no hay nada mejor que el jugo
de frutas de tu padre.
Ahora los veía discutir.
- Usted no sabe señor Demirel, yo traje
el mejor de todo nuestra tierra, trabajé con los recolectores y aprendí a
hacerlo, déjeme darle un poco más.
Hazad llegó a tiempo para detener la
discusión.-¿Puedo saber que está pasando aquí?
- Hazad ya tomé tres vasos de jugo de
frutas no quiero más...
- Vamos es tiempo de dejar descansar al
nuevo padre.- las dos personas se miraron.
- Pero hijo como vamos a dejarlo solo
esta delicado.
- mamá yo estaré aqui, no pasará nada. Pueden
irse.
Papá no se retiró.- de ninguna manera yo
soy su padre y me quedaré aquí.
- Suegro, le pido por favor que me deje
estar a solas con mi esposo y con mi hijo, vamos vaya a casa.
El siempre tenía la forma de convencer a
las personas.
- Vamos señor Demirel, vamos.- interrumpí
a la señora Jadar.
- Estamos bien papa, no te preocupes ve a
descansar un poco.
Al final acepto y Ayse quien esperaba
fuera entró para despedirse.
- No puedo creer lo que acabo de ver.-
reímos.
- Están emocionados, pero también estoy
muy cansado. Yo también necesito descansar.
- Si, yo también quiero estar solo con mi
esposo. - Se precipitó sobre la cama.
- Yo también te extrañe.- beso mis
labios, se había hecho una costumbre entre los dos.
- ya sabes que desde ahora, somos tres. -
murmure viendo a Aslan en su cuna.
- Así es, tengo un terrible oponente, no
sé si pueda competir.- Hablo divertido.- Desde ahora tendré que aprender
rápidamente que tengo que compartir a mi esposo.
Sus ojos brillaron.
- He estado recordando.- Toque su rostro.-
Y me di cuenta que llore mucho por ti. Todo lo que hemos sufrido, tomamos
decisiones difíciles pero todo sirvió para que viviéramos este momento Hazad.
Abrazar a nuestro hijo es el mejor regalo.
- Estoy feliz por nosotros, estoy feliz
porque nos conocimos, bienvenido a mi vida. Me has regalado una inmensa
felicidad Eve, te amo tanto.
- Y yo te amo mucho a ti.
°Capitulo 97°
- No puedo hacerlo con todos esos
guardias del hospital.
Se veía cansado.- pronto volverán a casa.
-¿Su madre sabe de ésto?
- ella tiene cosas que hacer en Francia,
aúnque realmente no me importa lo que diga, si vas a hacerlo será mejor antes
que salga del hospital.
- Entonces le avisaré cuando esté hecho.-
Hablo sin dejar de mirarme.
- ¿Ahora que te pasa?
-usted es guapo por fuera, es como si
nadie pudiera notar que es una bestia por dentro.- sonreí por sus palabras.
- Tu eres el menos indicado para juzgarme
por querer recuperar lo que es mío, recuerda que tú también vas a matar a Eve
para que Hazad lo que tú sufriste al ser el hijo ilegítimo. Dispuesto a
recuperar lo que te pertenece a toda costa.- Sentencie acercandome a su cuerpo.
- eres el padre más hermoso del mundo.-
sonrío contra mi pómulo.
- Que mentiroso que eres, quiza como me
veo tengo miedo de mirarme al espejo.
-Los dos se ven muy hermosos.- siguió
diciendo haciendo que el rubor no abandonara mi rostro.
Mi mirada se centro en un lugar
específico de Aslan bajo su rodilla.
- Mira tiene una marca de nacimiento.- Un
pequeño punto se esparcía por ella.
- yo también tengo una.- Hazad levantó su
camisa y en su espalda se esparcía una marca con el rostro de un tigre, era
tenue pero se podía observar, parecía un tatuaje como el de su mano.- Todos en
la familia tenemos una, la de mi padre es una serpiente.
Mire a Aslan con curiosidad.
- también hablare de esto con Hazad,
estoy segura que entenderá. Cuando tú regreses ellos ya no estarán aquí, si no
quieres nadie te obligara a verlos otra vez, pero no quiero que sufras más
Bahar.
La mujer camino hasta el auto con su
maleta en sus manos.
- La paz para mí ya no existe en esta
casa y no te preocupes Cera, estaré bien.
Se despidió y partió con el chófer,
esperando no tener que volver.
La mujer volvió a entrar a la casa.- Ayla
hiciste todo lo que te dije.
- Si señora, ya está todo listo para el
bebé como usted lo pidió.
- que sea todo tal cual, mi nieto podrá
quedarse unos meses con su madre pero después está será su casa, que todo sea
perfecto.
Como podía comer sin dejar de mirarlos a
los dos.
Pensé que yo sería el padre más apegado a
Aslan pero ver a Hazad cargandolo de un lado a otro me llenaba el corazón.
- Nunca imaginé verte así, este gran
empresario con un pequeño bebé en sus brazos, te ves adorable.
- tienes que acostumbrarte, desde ahora
me haré cargo por completo de ustedes.
Tome el vaso en mis manos.- ¿Y cuál será
mi trabajo?
- Si quieres puedes descansar, o puedes
ir a la oficina en mi lugar,yo estoy feliz así.- reímos.
Volvió a dármelo en mis brazos.
- Ve con tu padre.- Aslan seguía
tranquilo pero cuando Hazad beso mi frente comenzó a llorar de nuevo.
- Es muy celoso. - Hazad se acercó de
nuevo.
- Como puede ser celoso si es igual a ti.
- toque su pequeña naríz.
- Mejor que sea como tú, alguien honesto
y lleno de luz.
- Mejor que sea como su padre, un héroe por
naturaleza.
Sus dedos aferrados a mi mentón me
hicieron acercarme hasta que nuestros labios se unieron por completo en un
beso, todos mis miedos e inseguridades desapareciendo.
El beso se tornó más profundo que parecía durar una eternidad.
Nos volvimos a separar ante el sollozó de
Aslan.
- Mira se puso celoso otra vez.
- Ya no lo besaré.- dijo hacía
Aslan.-porque ahora te llevaré conmigo.- Aslan sollozó más fuerte levantando su
pequeño brazo en el aire.
- Está diciendo déjame.- no podía parar
de reír junto a el.- papá no te molestara más.
- No vengas a faltarme al respeto, ¿ahora
vas a burlarte de mi?
- Solo estaba haciendo una broma Yuzür. -
el hombre olvidó su mal humor.
-¡Ven para abrazarte hermano! Extrañe tus
bromas horribles que solo tú entiendes.
- Te admiro, cumpliste y finalmente
encontraste una salida.
- Eso pasa cuando tienes un objetivo,
dime dónde está Eve. - la incomodidad se hizo presente.
- Eve dices...
- No, tu. Por supuesto que mi Eve. Dónde
esta mi Eve.
El hombre se encogió de hombros.- Tu
amado ahora es padre.
-¿Como dices? ¿Ya es padre?
- Bueno eso no lo sé Yuzür, pero dió a
luz.
- perfecto entonces compremos unas lindas
flores y vamos al hospital a verlo, para eso tú sabes dónde está vamos.
- Oye, deja tranquilo a ese chico de una
vez.
- ¿Que lo deje tranquilo?- subió el
tono.- ¡Es mi vida entendiste! ¡La razón por la que vivo! ¿Que lo deje
tranquilo? No hables tonterías.
- ¡Bueno vete! ¡Deja que Hazad Jadar te
golpeé una vez mas!
- Ese idiota aún está persiguiendo a mi
chico.
- Si, esta persiguiendo a tu chico
claro.- burló.- ¡Eve y ese hombre se casaron! Eve ahora es padre, por eso te
digo que lo dejes tranquilo.
El impacto fue fuerte.- Se casaron...-
reemplazado por el enfado.
- Por favor detengase.- el chófer así lo
hizo.
- le compraré un regalo a mi hermana, no
puedo llegar con las manos vacías.- la mujer habrio la puerta.
- Yo iré a estacionarme, llámeme cuando
termine.
- tardaré un rato, todavía tengo tiempo
para el avión, llevaré mi bolso conmigo, de hecho puede irse a casa.
El bolso termino en sus hombros.
- No cargué ese bolso tan grande señora
Bahar, yo puedo esperarla.
- No es necesario, ¡Váyase a casa ahora!
Podrían necesitarlo, tomaré un taxi.- azotó la puerta.
- Como diga.
- soy nuevo empleado, Berkan. Trabajaré
en este hospital.- la enfermera asíntio entregándole el uniforme.
- Sigame por aquí, le mostraré las
instalaciones.
Ella se alejó entre las personas y el
saco su teléfono.
"Estoy adentro, muy pronto tendrá noticias señor Andre, espere por ello."
El mensaje llegó a la otra persona.
- ¡Andre la película ya está por
comenzar!
Baje la escalera dejando el teléfono
sobre la mesa y acomodandome al lado de Kadir que al verme sonrío.
- Hazad... Aslan ya se durmió, deberías
ir a la empresa, yo descansaré un poco, papá también vendrá después.
- El trabajó puede esperar.- las ojeras
bajo sus ojos, tampoco había dormido lo suficiente.- No existe mejor lugar
donde pueda estar que aquí.
- pero estaremos aqui una semana entera
¿y si te necesitan?
- Kadir puede ocuparse de todo, no te
preocupes.
- Tu eres el director, obviamente te
necesitan.
No podía negarse.- Está bien, si eso te
deja más tranquilo.
- Aslan y yo estaremos bien, no te
preocupes por eso.
- No tardare, lo prometo.
°Capitulo 98°
Nota: Algo que yo ignoraba era que Aslan tenía su propia historia quizás
puedo traerla.
Me levanté apoyándome en mis brazos,
había logrado recuperar algo del sueño que no había tenido en estos días.
Acercándome a la cuna de Aslan note que
la puerta habia quedado entreabierta, recuerdo haberla cerrado, quizás solo era
mi imaginación.
—Aslan..— pero tan solo al ver la cuna
vacía sin rastros de Aslan la sangre pareció abandonar mi cuerpo.
La enfermera entro a la habitación.—
Enfermera ¿usted se llevó a Aslan?
— No señor.
— Pero estaba aquí hace un momento y
ahora no está, tiene que encontrar a mi hijo.
— Cálmese señor Demirel otra enfermera
pudo haberlo tomado, hablaré con ellas.
El aire volvio pero seguia intranquilo.—
Muy bien yo iré con usted.
— Usted esperé aquí, yo encontraré al
bebé deben haberlo llevado a control médico. No sé preocupe.
Como quería que no me preocupara, se
habían llevado a mi hijo sin decirme nada.
Lo único presente era parte de su traje
celeste de algodón.
No, no podía con esta angustia. — ¿Bueno
Hazad? Aslan no está... — Solloce del otro lado.
— ¿Como que Aslan no está?
— No se, ¡no está aquí! ¡Me dormí un
momento desperté y no estaba en su cuna, le pregunté a la enfermera pero nadie
sabe nada, nadie me dice nada!
— Que dices Eve, quien pudo hacerlo sin avisarte.
— ¡La enfermera dijo que tal vez lo
llevaron a control médico Hazad! ¡Hazad estoy tan asustado nuestro hijo no
está!
— Eve, tranquilo voy en camino.— el
teléfono dejo de funcionar.
— Señor no me lo quites... Por favor
ayúdame.— junte mis manos rogando con todas mis fuerzas que mi hijo estuviera a
salvó.
Camine hacía la mujer con el enojó
recorriendo mis venas. — Doctora dónde está mi hijo.
— Lamentablemente no está en el hospital.
—¿Como que no está?
— Acabó de enterarme, la última vez que
la enfermera entro a la habitación los dos estaban durmiendo, luego su esposo
nos informó que su hijo no estaba lo siento mucho.
Todos eran unos imbéciles, tampoco
estaban los guardias que deje en la entrada.
— Escucheme doctora.— no podía ser
paciente.— ¡Si no logró encontrar a mi hijo, destruire este hospital con usted
adentro! — las feromonas amenazantes salían sin control.
Un sentimiento de desesperación se
removió en mi interior.
— Señor Hazad, hoy ningún paciente fue
dado de alta, así que su hijo no pudo ser intercambiado por otro. Lo siento
pero todo apunta a que alguien fuera del hospital se lo llevó.
—¿Que me está diciendo?
— tenemos a seguridad en esto, también
llamamos a la policía.
Como podría decirle algo así a Eve, odió
verlo llorar y este sentimiento de perdida no desapareceria.
La mujer sostenía al bebé en sus brazos
junto al mar inmenso a la orilla de este.
Seguía mirando hacia la nada, pensando en
como sus ojos eran del color del océano, para alguien tan pequeño parecía no
llorar. Seguía su mirada atenta sin emitir ningún sollozó. Como un ángel.
Uno igual al que ahora era su hijo en el firmamento.
— Las cámaras no funcionan.
— No tenemos registro de la última media
hora, ya estamos dando un reporte, lo solucionaremos.
—¡¿Dónde está mi esposo?! ¡¿Dónde está
Eve?! ¿Sabe que alguien de afuera se llevó a su hijo?
— Está esperando en su habitación, le
dije que se lo llevaría a penas lo encontrará.
Voy a despedirlos a todos.
— Si esto no se soluciona, haré su vida
imposible, quiero ver al director del hospital, quiero una explicación justo
ahora.
El oficial de policía asintió.— Venga
conmigo.
Un hombre entró a la habitación, lo tome
de los brazos.
— ¿Dónde está mi hijo, ya lo encontraron?
Nadie quiere decirme nada, encuentre a mi hijo se lo ruego.
— Yo no sé nada sobre su hijo. — tenía
puesto un traje del hospital.
Me gire para tomar el rastro de Aslan,
aún quedaba su aroma.
— ¿Que está haciendo usted aquí? — la
enfermera finalmente apareció. — Fuera de aquí, está habítacion no necesita
aseó.
El hombre salió sin decir nada.
—¿Dónde está mi hijo? ¡Porque nadie me
dice nada, que está pasando!
— Lamento decirle que su hijo no está en
el hospital, alguien lo tomo y se lo llevó.
Como si mi mundo volvía a hacerse pedazos
era de nuevo esa sensación amarga.
— No, usted debe estar mintiendo.— Caminé
sobre mis pies descalzos fuera de la habitación, los brazos de Hazad llegaron a
mi.
— ¡¿Hazad dónde está mi bebé?!
¡Regresenme a mi bebé ahora!— grite contra los presentes. Era insoportable, no
podía sostener el aire en mis pulmones era como si me estuviera asfixiando.
— Te juro que lo encontraré, lo
encontraré y te lo traeré de vuelta, cálmate Eve.
— ¡No voy a calmarme! ¡Necesito a mi hijo
de vuelta! Es tan pequeño... Nos necesita... Tan pequeño...— Susurre entre
lágrimas que caían una tras de otra de manera dolorosa y desgarrando mi
corazón.— ¡Aslan! — grite una vez mas pero sabía que eso no me lo devolvería.
— ¿que estás haciendo aqui tú? Pensé que
estabas llevando a Bahar al aeropuerto.
— Eso iba a hacer Señora jadar pero la
señora Bahar se bajó antes del auto.
— ¿Porque lo hizo?
— Dijo que quería ir a comprarle un
regalo para su hermana.
— ¿Porque no la esperaste?
— eso hice señora le dije que podía ir a
estacionar el auto y dar algunos recorridos y recogerla cuando terminara, pero
me dijo que no era necesario que me fuera y no pude insistir señora.
— Está bien querido no te preocupes.
No tendría porque tener importancia.
— No necesito ningún calmante.— la aguja
seguía entrando a mi antebrazo.— Hazad, Aslan no está en ninguna parte, nuestro
hijo no esta.. tengo que ir a buscarlo, yo se que podré encontrarlo. Lo
encontraré, encontraré a nuestro hijo.— aúnque me sentía adormilado, nada
podría detenerme. Incluso podía distinguir los ojos tristes de mi esposo luego
de besar mi frente.
— Cariño aún necesitas descansar.
— Tengo que encontrar a Aslan, el nos
necesita.. quiero mi hijo de vuelta.— llore de nuevo no necesitaba seguir aquí
cuando podia estar de pie en busca de mi bebé.
— ¿Hijo?— papá llegó a mi lado.— ¿de que
estás hablando cariño?
— Papá...
— ¿Y mi nieto?— miró la cuna vacía.
— Papá secuestraron a Aslan, no esta....
— ¿Que se supone que significa eso?
¿Señor Hazad?— el estaba cabizbajo, no respondió.
— Me quitaron a mi hijo.— Podían
amarrarme a la cama si quisieran pero eso no me impediría ir por el.
Llorar no aminoraba el dolor tan grande,
era como si lograrán arrancarme una parte de mi vida.
— Date prisa no lo pierdas, ¡ese infeliz
tendrá que darme explicaciones! ¡Quería matar a mi Eve!
— fue algo muy bueno que estuvieras ahí
Yuzür y que la enfermera entrara a la habitación.
— Si tienes razón, si no hubiera ido Eve
podría estar muerto, ¡no debí quitar a los guardias maldicion! pero algo que no
entiendo es quien podría hacerle eso.— el hombre seguia al auto enfrente.
— Sabes que los Jadar tienen muchos
enemigos, hermano son personas muy poderosas, ¿porque alguien querría matar a
Eve? Yuzür podría apostar que es alguien que odia a Hazad.
— Mi Eve está en peligro, no descansaré
hasta que lo atrapé y sepa quién lo contrató, luego encontraré a ese maldito y
lo haré pagar muy caro. ¡Acelera hermano!
El auto se llenó de velocidad.
— Entonces...
— ¡¿como que no?! ¿No mataste a Eve?—
sabía que no lo haría.
— ¡Ya dije que no! Estuve a punto de
hacerlo, demasiado cerca.
— ¿Me vas a decir que te acobardaste
Berkan?
— ¡Usted como se atreve a hablarme así
Señor Andre! ¡Estoy cansado de seguir sus órdenes estúpidas! Yo mismo me
encargaré de todo. Estaba a punto de dispararle cuando entró la enfermera las
cosas se salieron de control porque alguien se llevó a ese bebé.
Me levanté de inmediato.
— ¿que?
— No era el momento indicado ¿entiende?
Pero voy a hacerlo.
Deje el teléfono sobre la mesa, mis manos
se fueron a mi vientre, como podía sucederle algo así a quien era como un
ángel, me moriría de tan solo pensar que eso llegará a pasarme, sería un dolor
aún más grande que perder a Hazad.
Salí de la habitación tanto como mis
piernas me lo permitían con mi respiración al borde, yo mismo lo traería de
vuelta mi, el me estaba necesitando, podia sentirlo, mis cuerpo enteró lo
presentía.
El viento ondeaba mi cabello de a un lado
a otro. Mientras veía un pequeño coche a lo lejos.
— Aslan mi vida...— camine con los puños
apretados, tratando de no caerme.
Llegué hasta el pequeño bebé, no era mi
Aslan.
—¿Que estás haciendo chico? — la mujer
rubia me tomo del brazo y siguió caminando llevandose el coche.
— Dónde estás... — el sol seguía tan
brillante, mientras el destelló de otro coche que probablemente si llevaba a mi
hijo, me nublo desde la otra calle.— ¡Aslan!— grite una vez corriendo en su
dirección.
El sonido ensordecedor de un auto y unos
brazos me arrastraron hacía el otro lado.— ¡Eve!— su voz me saco del espejismo.
Los autos seguian pasando frente a mis
ojos, no había rastro de mi bebé.
— Aslan dónde estás...
— Mi amor, yo te devolveré a nuestro
hijo, así sea lo último que haga.— sus manos tomaron mi rostro.
—porque el destino nos trata de esta
manera dímelo..— trate de que me escuchará.
— Eve, no quiero perderte mientras busco
a nuestro hijo, por favor no sigas llorando.
— No voy a poder vivir...
— ven, volvamos a dentro.
Me hizo mirarle pero mis labios no
dejaban de repetir su nombre.
°Capitulo 99°
Camine hasta poder verlo con sus ojos
cerrados, las ojeras latentes en su rostro solo hacían que mi corazón latiera
con dolor.
Podría hacer hasta lo imposible con tal
de que no llorara más y que volviera a sonreír. No soportaria perderlo.
Se removió entre las sábanas con
desesperación, probablemente era otra pesadilla. Las feromonas que vertia sobre
su cuerpo no eran suficientes.
— Eve.— lo movi un poco.— Eve despierta.
Su cuerpo se levantó por si mismo en un
impulso. Mientras las gotas de sudor caían por su cuello.
— Calmate.— lo abracé.— Tranquilo.
Su respiración se fue calmando de a poco.
Retire los cabellos rojos de su rostro.—
Tuviste una pesadilla mi amor.
— Estaba tan lejos.. no podía alcanzarlo
Hazad....
— Está bien fue una pesadilla.
— tengo su llorar en mi cabeza, pensé que
podia encontrarlo...
— Tranquilo, todo estará bien.— su cuerpo
volvió a dormirse sobre mi pecho así que lo recosté sobre la cama.
No podía permitirme caer, Eve necesitaba
que lo sostuviera aunque también estuviera ahogandome por dentro.
— Quiero que investigues todo de ese
hombre quien es y para quien trabaja, luego rendirá cuentas por apuntarle con
un arma a mi Eve.
El hombre asintió.— ¿Te das cuenta de lo
que dices Yuzür? Como si tú nunca lo hubieras hecho.
—¡Use esa pistola para demostrarle mi
amor! Solo fue por desesperación idiota. Mi Eve sabe que nunca lo lastimaria yo
moriría por el..... Bueno aún puede que no lo tenga tan claro pero pronto lo
sabrá. Ahora deja de decir tonterías.
—Como digas, pero el se casó, tuvo un
hijo ¿porque sigues persiguiendole? No estás cansado.
— no estoy cansado, no hasta que tenga su
anillo en mi mano. El solo se casó por el bebe pero ahora no hay bebé.
El hombre levantó las manos en el aire.—
está bien, ya no volveré decir nada.
Desperté sintiendo el vacío a mi lado.
— ¿Eve?— me levanté de golpe. Maldicion
me había quedado dormido cuando me recosté a su lado.
— ¡Eve!— grite saliendo de la habitación.
— Dime qué pasó hijo.
— ¿Dónde estás está Eve?
— No lo sé.
Suspire, caminando por la casa.
el timbre parecia querer romperse al
igual que los golpes. Deje la manta a un lado y tome una larga respiración
caminando hacia la puerta.
Si era algún infeliz se las vería
conmigo.
Abrí la puerta, el estaba del otro lado
mirandome con odió.— Eve...
— Tu te llevaste a mi bebé, tu fuiste.—
Se acercó amenazante a lo que retrocedi.— ¡Tu fuiste quien me lo robó dime!
Lo estudie mejor, se veia más palido que
nunca como un cadáver lleno de ojeras, con ojos vacíos pero aún así no perdia
su atractivo.
—¿De que estás hablando Eve? — ajuste la
bata a mi cuerpo.
— ¡Vas a dejar de mentirme! ¿Dónde
escondiste a mi hijo? ¡Dime dónde está!
— ¡Tu bebé no está aquí! Controlate.— el
enojó subia, quien se cree.
—¿Entonces porque fuiste al hospital
Andre? No lo niegues yo te vi, ¡Fuiste a llevarte a mi bebé reconocelo!
— No le hice nada a tu bebé Eve.
— ¡Intentaste que abortara envenandome y
ahora mi hijo desaparece a penas entras al hospital! ¡¿Dónde está?!
¡Contestame!
— No tengo tu bebé, ¿Además porque haría
algo así? ¡Yo tendré mi propio bebé!
Se acercó más a mi.
— Porque eres un mentiroso y un
asesino..— susurro.— ¡No creo nada de lo que dices víbora! ¡¿Ahora dime dónde
escondiste a mi hijo?!
— ¡No se dónde está puedes buscar en la
casa si quieres! ¡no está aquí!— me aparté. No estaba en condiciones de pelear
con alguien que no estaba pensando en mi estado.
— Voy a encontrar a mi hijo.— camino
hasta subir las escaleras.
No sé detendría eso es seguro.
— Tiene que haber salido en la mañana
¿como nadie lo vio?
— Si así fuera lo habríamos hecho Señor
Hazad.— Pase una mano por mi cabello. Tendría que salir a buscarlo.
— Quizás salió a tomar aire, ¿ya llamaste
hijo?
— Ya llame papá, llame a todo el mundo,
¡incluso su teléfono está aquí!
No hay manera de encontrarlo.
Tome mi campera pero el teléfono me
detuvo.
— Dime Andre.
— Hazad... Tienes que venir a la casa del
fuerte Eve esta aquí.
—¿Que? ¿Que está haciendo ahí?
— Piensa que tengo a su bebe, ¡Llegó
gritando como loco! Está totalmente descontrolado. Ven pronto ya no sé que
hacer.
— Está bien voy enseguida. Andre ..
vigilalo hasta que llegue no lo dejes ir.— todos me miraron.
— Está bien.
— Muchas gracias.
— Mi bebé no está aquí....— el cabello
largo cayó por su rostro.— Mi hijo no está en ninguna parte...
— Eve ya te lo había dicho, yo no robe a
tu bebé.
Silencio.— Fuiste capaz de matar a mi
bebé.— ahora lloraba.— ¿Como pudiste quitarle la vida a mi hijo? Lo mataste..—
se abalanzo sobre mi cuerpo sin que lo viera venir golpeando la pared.
— ¡Eve para de decir tonterías! Basta de
escándalos. Ven siéntate un momento y cálmate.— lo toque pero lo rechazó.
— ¡No me toques! Me odiaste desde la
primera vez que entre a tu vida, intentaste matarnos a los dos, ¡Así que ahora
terminaste lo que no pudiste empezar ¿No?!
Rodé los ojos.— mataste un pobre bebé
para volver con Hazad. Para rehacer tu vida con el. Voy a llamar a la policía y
me aseguraré de que te mueras en la cárcel por todo esto.
— Eve estoy embarazado, si quisiera tener
a Hazad no me hubiera divorciado.
No sé cómo podría mantenerme calmado.
— tu también serás padre pronto, Andre
por favor no me mientas.— sollozó.— por favor mírame a los ojos, este dolor es
insoportable no puedo más.. perderé la cabeza si no puedo volver a mi hijo, si
no lo puedo abrazar.. dónde está mi hijo.
Una lágrima rodó por mi mejilla, de
alguna manera sentía su dolor, como si estuviera en su lugar.
Si eso llegará a suceder estaría peor que
el, recordé aquellos momentos cuando sufrí tanto la perdida de mi hijo. Que
rogaba no volver a pasar por algo así.
Es un dolor que no se lo deseo a nadie,
incluso a una persona que me ha hecho tanto daño con su existencia.
— Eve cálmate, ven siéntate.
Pude convencerlo de hacerlo mientras
frotaba su espalda.
La puerta se abrió debía ser Hazad.
Sus ojos cayeron sobre los míos y luego
sobre Eve a mi lado.
— Gracias por esto Andre.— me levanté
cuando se acercó a Eve.
— Cariño mírame.
Las palabras conocidas seguían teniendo
ese efecto en mi interior también, apreté mis labios en una línea.
— El estuvo en el hospital, se que tuvo
algo que ver Hazad..
Interrumpí.— Hazad, realmente lamento
mucho lo que les pasó a los dos pero no puedo tolerar esto y a ti Eve, te juro
por la vida de mi hijo que no me lleve a su bebé.
— Eve escúchame, yo te lo prometí, te
prometí que encontraría a nuestro hijo, tu mismo lo buscaste aquí y no esta, es
mejor que nos vayamos, vamos a casa mi amor.
Cerré los ojos cuando el dolor
desaparecio por completo, debía hablar con Berkan.
— Andre iré a dejar a Eve y volveré a
hablar contigo.
— No creo que sea posible Hazad tengo una
cita en el hospital, ya que por si no lo recuerdas también tenemos un hijo.
Su mirada cambio. — Enviame la dirección
estaré ahí.
— Cariño ven, hace frío ponte esto.
La mujer le extendió el abrigo.
— Cera. ¿Bahar ha vuelto a llamarte?
— No lo ha hecho, la pobre tiene muchos
problemas. — el hombre guardo silencio.
— Yo no pude dormir en toda la noche,
estuve pensando en todo porque justo cuando nadie sabía dónde estaba Bahar,
secuestran a nuestro nieto.
— Que tratas de decir cariño...
— Trato de no pensar en eso pero, Bahar
no ha estado pensando con claridad desde que falleció Kemal, tiene mucho rencor
en su corazón. Tengo mis dudas.
La mujer nego.— No creo que eso sea
posible cariño, ella no haría algo así. Tu la conoces tan bien como yo. Ella
también es madre.
— La que conocemos no, pero esta Bahar es
diferente, no debemos descartar nada en el esta casa.
Tomo el abrigo alejándose.
°Capitulo 100°
—Aqui está su bebé.— sonreía al monitor
mientras lo veía.— Los dejaré escuchar los latidos de su corazón.
El sonido claro y fuerte inundó la
habítacion.
— Hazad escuchas eso...— lo mire por un
segundo pero el seguía con su mirada fija en la pantalla. Su rostro era un
poema.
Seguía atentó a cada momento tratando de
guardarlo en mi memoria.
— Ya puede levantarse.
Con ayuda de Hazad me levanté y la
doctora nos entregó el documento.
— El próximo control le será informado
después.— Asentí tomando mi teléfono y saliendo detrás de Hazad que seguía sin
decir algo.
Entendía que estaba pasando por una situación difícil pero me gustaría que
mostrará alguna emoción.
— Tu estas sano y es todo lo que
importa.— toque mi vientre por encima de la ropa.
— Es verdad...— Hablo deteniéndose a
mirarme.
— Debe ser muy difícil para ti, lo
entiendo. Te cuesta emocionarte con esto.. tu hijo desaparecio.
— ¿Porque fuiste al hospital Andre? ¿Cual
era tu propósito?
— ¿Tu también piensas que me lleve al
bebé no? — me crucé de brazos.
— Andre te hice una pregunta. ¿Porque
fuiste al hospital?
— porque sentí curiosidad, ví crecer ese
bebé durante meses. Soñe con ese bebé toda mi vida, yo iba a ser su padre y con
quién crecería, quería verlo Hazad es todo. Luego me fuí, no hice ninguna de
las cosas que piensas.
— Nosotros, hablamos de esto muchas veces
antes y luego nos divorciamos, por algún motivo me cuesta creer que fuiste al
hospital sin ninguna intención.
—¿Porque no puedes creerme Hazad?— no era
enfado, era dolor.— estoy embarazado, porque querría el bebé de otra persona,
es increíble que me acuses de haber hecho algo así.
— Tal vez sea por todo lo que hiciste en
el pasado.
— por favor no me juzgues por algo del
pasado. Espero que puedan encontrar a su bebé, espero que puedas ver a tus dos
hijos crecer felices. Es lo único que quiero.
— Mira eso, ¿Que hace ese idiota con el
auto de Andre? Voy a enloquecer.
— Estoy seguro que ambos tienen mucho que
ver Yuzür, recuerda que Andre odia a tu Eve.— el hombre dejo sus gafas oscuras
a un lado.
— No creo que se atreva a hacer algo así,
sabe que si se mete con mi Eve le irá muy mal.
— Es Andre hermano, tu ya lo conoces ese
hombre no se detiene ante nada mientras pueda recuperar lo que quiere.
— Si lo que dices es cierto, Andre no se
ha dado cuenta de nada. Voy a destruirlo si eso es verdad...
El hombre le entrego unos documentos.
— Según fuentes ese hombre acaba de salir
de prisión y tiene mucho que ver con los Jadar, más de lo que imaginamos.
— ¿Dónde está Eve señor Demirel?
— Un doctor lo está revisando, desde que
llegó se ha sentido mal.
Subí la escalera con prisa y el corazón
por explotar, no podía perderlos a los dos.
— Hazad ven... — me acerque y apreté su
agarré.
— Aquí estoy amor...
— Hazad no me dejes..
Mi madre y el señor Demirel llegaron del
otro lado.
— ¿Doctor que tiene?
Su piel era más blanca que nunca.
— Como el acaba de tener un bebé su
cuerpo entro en un estado de cambios, la fiebre se debe a la leche qué aun está
en su cuerpo.
—¿Fiebre?
— Es muy común en personas que han dado a
luz, cuando la madre no puede alimentar a su bebé, la leche en su cuerpo
comienza a generarle una infección.
— Mi hijo querido, te enfermaras más si
no te cuidas por favor, encontraremos a mi nieto cuando te mejores.
El doctor camino a lo lejos.
— La fiebre es peligrosa, tiene que darse
un baño y tendrá que extraerse la leche de su pecho.
— Bien, ¿puede tomar algún medicamento?—
pregunté aún sosteniendo su mano.
— Solo algo de medicina...
— Mi bebé no está aquí Hazad, ¿Como se
supone que amamante? No quiero hacerlo...— lloro de nuevo.
— podrían dejarnos solos por favor.
Ellos hicieron lo que pedí.
Enseguida me abrazo con todas su fuerzas.
— Esto es solo una pesadilla...
— Si esto es una pesadilla despiértame,
porque no lo soporto...
Lo lleve en brazos hasta el baño junto a
la bañera.
—¿Quieres que te ayude en algo? Esperaré
a fuera.
El asíntio y salí del baño dejándome caer
tras la puerta.
— ¿Que estás haciendo aqui Yuzür?
Mire a todos lados cuando se sentó frente
a mi.
— vine a pedirte una explicación.
—¿Que explicación? ¿De que hablas?
— Dile al idiota de afuera.— Señalo la
puerta donde Berkan seguía de pie.— que no se acerque a mi Eve. ¿Entiendes?
Escúchame, no creas que Eve está solo, tiene a Yuzür detrás de el para
protegerlo, no dejaré que toques un cabello de su cabeza.
— Ya déjame en paz. No voy a escuchar tus
tonterías, estoy esperando a una persona así que vete por favor.
Se reclinó en la mesa.— Ya basta, se muy
bien que intentabas matar a Eve.
—¿Acaso te volviste loco? No tengo idea
de que estás hablando. Hazad y yo nos divorciamos, Eve ya no me importa.— el
pánico seguía intacto pero no deje que fuera visible, había olvidado a este
loco.
— Andre.. no me mientas mas, si veo a ese
idiota cerca de mi Eve, lo torturare y lo mataré, luego tú serás el siguiente
lo juro.
— Realmente no entiendo lo que estás
diciendo ¿Que pasa con Eve?
— ¿Entonces que estaba haciendo ese
hombre contigo?
— Necesitaba un chófer, el postulo y lo
contraté es todo. No entiendo que problema tiene eso..
Al parecer confío en mis palabras
levantándose sin antes tirar el café sobre mis documentos.
— Señora Bahar, el bebé no dejaba de
llorar por eso tuvimos que llevarlo al hospital.
—¡¿Como pudieron hacerlo sin mi permiso?!
— la mujer grito del otro lado de la habitación.
— No había otra manera señora..
Los recuerdos de las pesadillas que había
tenido últimamente volvieron a atormentarle.
— Está bien, no se preocupen, obtendrán
el dinero que les prometí, ahora iré por el bebé.
El remordimiento y la conciencia era algo
que no se podía soportar.
— ¿Acaso Andre es idiota?— el hombre le
entrego las fotos.— como puede contratar a alguien con tantos antecedentes.
— es claro que miente como siempre.
— Como sea, encontré que sus compañeros
de celda le temian, era alguien muy peligroso.
— ¿Es enserio? No es más que un imbécil.
— en prisión también contaba que alguien
le robó la fortuna que le pertenecía. Era una cuestión de honor.
El auto se detuvo.
— Ese tipo tiene mucho que decirme.
Salió del auto caminando hacia el, el
asiento rodó a un lado cuando mientras las miradas se encontraron.
Comentarios
Publicar un comentario